十一

415 47 37
                                    

Capítulo 11
(Hogar)

Ya habían pasado un par de semanas desde el incidente y ya todos parecían haberse olvidado de lo ocurrido semana atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya habían pasado un par de semanas desde el incidente y ya todos parecían haberse olvidado de lo ocurrido semana atrás.

Lan WangJi, se encontraba en la biblioteca de la academia, cuando su hermano se acercó a él y preguntó intrigado —¿Hay algo que quieras decirme, WangJi?

El segundo jade asintió y mirando a su hermano, respondió —Hermano, quiero formalizar mi relación con Wei Ying e irnos a vivir juntos

Lan Huan, miró al menor, completamente sorprendido —WangJi, ¿estás seguro de lo que estás diciendo?

Mn... lo he pensado mucho, hermano y quiero estar con Wei Ying— respondió Lan WangJi, con convicción.

Pero, WangJi, ¿en dónde van a vivir?, ¿acaso piensas traerlo a Gusu?, ¿ya pensaste en lo que dirá el tío?

Lan WangJi le otorgó a primer jade una mirada tranquilizadora y respondió con seriedad —Pediré un préstamo para comprar una casa, y con respecto al tío, tendrá que aceptarlo

WangJi, sabes que te apoyo, ¿pero no crees, que todo esto es demasiado apresurado?— Lan Huan,  estaba preocupado por su hermanito (porque para él, Lan WangJi, siempre sería su hermanito).

Hermano, estaré bien... he amado a Wei Ying desde hace mucho y no quiero esperar más tiempo para que estemos juntos— aseveró el segundo jade, adivinado los pensamientos de su hermano.

Lan XiChen solo soltó un suspiro resignado y asintió, reglándole una sonrisa amable al menor —Esta bien, WangJi, te apoyaré en tú decisión y estaré contigo cuando me necesites

Gracias hermano— y con esto dicho, ambos jades continuaron con sus deberes como maestros en la academia.

...

Wei WuXian, trabajaba en su estudio, realizando en algunos bocetos, para una campaña publicitaria de la empresa Qinghe Nie, que le había pedido su amigo Nie Huaisang, cuando el pequeño A-Yuan, que jugaba en su cuna, se quedó dormido.

El chico, miró a su bebé y sonrió, para luego regresar los bocetos y continuar con su trabajo.

Wei WuXian, se encontraba concentrado en su tarea, cuando de repente, alguien llamo a la puerta de su estudio.

Pase— dijo el joven, sin apartar la mirada de su trabajo.

En ese momento, Madame Yu entro a la habitación y pidió —A-Ying, ¿podemos hablar?

El loto rojo,  apartó la mirada de los bocetos que tenía enfrente y asintió con una bella sonrisa en su rostro —Por supuesto que sí mamá, ven, pasa, siéntate

Inesperado Anhelo (WangXian) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora