En Tokio, la mañana estaba hermosa, o al menos eso sentía Atsumu Miya. Ya habían llegado al colegio donde practicarían hace una hora. Solo faltaba desayunar, pero la escuela organizadora quería que estuvieran todos los colegios antes de hacerlo, por lo que no tenían más opción que esperar al Karasuno.
Fue entonces cuando Atsumu saco su celular por segunda vez en menos de cinco minutos para mirar su último mensaje.
- ¿Sabes? Creo que iré a tomar aire – le dijo a su hermano gemelo -. Te veo en el comedor.
Su hermano tenia una idea bastante aproximada de hacia dónde iba, pero prefirió solo asentir. Afuera corría una ligera brisa. Se pregunto si no seria muy intenso de su parte esperar a Hinata ahí en la entrada, aunque le había dicho por mensaje para avisarle y él le dijo que estaba bien. Trato de no pensar mucho, ya estaba ahí, no era de los que retrocedían. Aunque también tenía algunas inseguridades, la verdad es que en persona casi no habían hablado nada ¿Qué tal si no podían conectar como lo hacían por mensajes? Sería algo incómodo.
Después de unos minutos vio un autobús aproximándose. Trato no acercarse lo más que pudo y esperar que ellos bajaran primero. Pero uno de los primeros en bajar fue Hinata, que lo vio de inmediato y con su mano en alto en señal de saludo se acercó hacia Atsumu. ¿De verdad su sonrisa siempre fue así de brillante? ¿O es que no lo recordaba bien? Estuvieron cerca en un instante y chocaron los puños como saludo.
- ¡Atsumu-san! ¿Cómo esta? – Hinata se veía muy animado y le hablaba como si se hubieran visto ayer, lo que relajo mucho a Atsumu.
- Super bien - le dijo mientras los dos comenzaban a caminar al interior de la escuela -. ¿Qué tal el viaje?
- Estuvo bien, aunque casi nos hacen venir caminando – dijo riendo mientras señalaba al que parecía ser el nuevo capitán del equipo -. Aunque odio estar sentado tanto tiempo. ¡Ya quiero jugar!
Atsumu rio maravillado, ese pequeño era como un huracán de energía, de hecho, era una energía muy contagiosa. Justo cuando estaban por entrar y Atsumu estaba por responderle una voz los interrumpió.
- ¡Oye Hinata! ¿No nos vas a ayudar a bajar las cosas?
- ¡Lo siento Tanaka-san, ya voy! – grito algo avergonzado, y luego se disculpó con Atsumu -. Estaba tan emocionado que se me olvido que hay que bajar las cosas del autobús.
- No te preocupes – dijo Atsumu -. Hay un desayuno grupal antes de las prácticas ¿Quieres sentarte conmigo? O sea, cuando terminen de instalarse.
Aunque dijo eso en un tono que trato de parecer casual, la verdad es que se sintió algo avergonzado ¿Por qué tenía que ser tan impulsivo? Igual que la última vez, solo era consciente de sus palabras cuando ya estaban dichas.
- Está bien – dijo mientras se alejaba corriendo hacia su equipo –. Lo veo luego.
No habían hablado mucho, pero se sentía extrañamente feliz. Cuando el Karasuno finalmente entro al comedor, distinguió a Hinata buscando a alguien con la mirada, cuando finalmente la encontró se dirigió a una mesa casi trotando, donde estaba un chico con cabeza de flan que al parecer era el armador del Nekoma. Hinata abrazo al tipo que estaba sumergido en un juego de consola por el cuello, y él le sonrió al ver de quien se trataba "No, Shoyo no. Al menos yo sé de teñir bien las raíces" pensó con urgencia Atsumu.
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Colocaremos para ti - Atsuhina / kagehina
Fanfic¿Luchar por su primer amor o ser el primer amor de alguien más? Durante su segundo año, Hinata Shoyo se ve enfrentado a decisiones difíciles y sentimientos complicados ¿Cuando la admiración se transforma en amor? ¿Qué veía alguien mayor en alguien c...