Archivos Perversos (+18) - MR - COMPLETA

A R C H I V O 3

Archivos Perversos +18

Dereck

—Esto está delicioso —dijo mi madrastra saboreando su ensalada de no sé que—

—Deberías comer más que una simple ensalada, prueba mi pavo amor —le ofreció mi padre—

Chelsea observaba la escena como espantada, como si le diera asco lo "romántico" y en parte se por qué le parecía que era un asco.

—Iré al baño, debo retocarme el maquillaje —dijo Chelsea, y se levantó rápidamente, sabía que quería que la siguiera, pero no podía, no debía ser tan obvio—

—Dereck —mi padre llamó mi atención— ¿Está todo bien?-

—Si claro —dijo mientras asentía y le sonreía—

—Estas algo...Distraído —dijo la madre de Chelsea—

—La materia que reprobé me tiene así —y eso era mentira quien me hizo reprobar me tenia así—

—No debes seguirle el juego a mi hija Dereck, Chelsea ha cambiado mucho estos años, no me gustaría que ella te enrede en sus juegos.

—¿Qué juegos? —pregunté—

—Dereck se dicen muchas cosas de mi hija, solo no creas todo lo que dice, probablemente Pablo no quiso nada con ella, y....

—Disculpe pero necesito aire —tiré la servilleta en la mesa y me levanté de ahí—

Comencé a caminar entre las mesas, el lugar era exageradamente grande para mí gusto, entre las mesas, las sillas, los manteles, platos, cubiertos comencé a marearme, sentí una delicadas manos sobre mi brazo, que me llevaron a destino.

—Te demoraste —sus ojos brillosos me miraban con picardía—

—Solo fueron tres minutos —corregí— ¿Tan ansiosa estás?

—Siempre estoy ansiosa de ti, Deck —finalizó y unió nuestros labios—

Sin desprender nuestros labios Chelsea me metió a los baños de las mujeres, sentí un "click" lo había trabado, se separó unos metros de mi y pude apreciarla de pies a cabeza.

—Recuerdo cuando compraste ese vestido, recuerdo que dijiste que...

—Que nunca podría ponérmelo.

—Así es, ahora voy a sacártelo.

Avanzó hacia mí con paso decidido, ya a centímetros de mi se dio vuelta, bajé el cierre del vestido rojo y comencé a sacarlo, su ropa interior de encaje también roja apareció. La di vuelta rápidamente y me agaché para besar sus labios, llevé mis manos a sus glúteos y la subí. Sus piernas rodeaban mi cuerpo, la apoyé a la pared más próxima y comencé a besar su cuello, pequeños jadeos salían de su boca, sus manos tiraban de mi pelo y subían y bajaban por mi espalda.

—Quítate esta porquería —dijo tironeado mi camisa—

Se bajó de un salto, y comenzó a desabrochar mi camisa, y la tiró al suelo, sus manos fueron a mi cinturón el cual también terminó en el suelo. Agarré su rostro con algo de brusquedad y la miré directo a los ojos. 

—Ponte contra lo lavados —ordené, ella mordió su labio y fue hasta allí con una sonrisa pícara—

—¿Qué me harás? —preguntó haciéndose la inocente—

—¿Quieres algo en especial?—

—Sorprendeme —dijo, agarré sus brazos y la di vuelta con fuerza, haciendo que me diera su espalda, mi mano en su espalda le indicó que se agachara contra el mármol del lavado, quité sus bragas y las dejé a un costado, abrí sus piernas y me agaché, mi cara término en su feminidad. Pasé la lengua por ella, y Chelsea me regalo un gemido placentero, mi lengua recorría sus caminos, mientras con la misma la penetraba levemente, podía sentir como se tensaba y se contraía, metí dos dedos en ella y ella comenzó a moverse sobre ellos, de atrás hacia delante, metí un dedo más y gritó, gritó de placer para mí, comenzó a dar pequeños saltos sobre mí mano, la cual estaba lubricada con sus jugos, saque mí mano y se quejó, se dio vuelta, agarró mi mano y la lamió, paso siguiente besó mis labios, como disfrutaba esto, como disfrutaba de ella—