Archivos Perversos (+18) - MR - COMPLETA

E N A M O R E S

Archivos Perversos (+18)

Chelsea

El dolor, el enojo y la vergüenza me invadían nuevamente el alma, al igual que las lágrimas invadían mi rostro ¿Cómo podía ser esto posible? ¿Cómo Dereck sabia de la existencia del maldito vídeo? ¿Cómo había llegado hasta él? ¿Lo vio en Internet? ¿Alguien se lo mandó? ¿Alan se lo mostró? ¿Qué era eso sobre si me había follado? 

Mierda, mierda, mierda, vida de mierda, me repetía una y otra vez.

Eres una estúpida Chelsea, una estúpida, una idiota, ¿Cómo fuiste a caer con ese estúpido infeliz? ¿Cómo pudiste amar a alguien así? ¿Cómo te enamoraste de un ser absolutamente asqueroso?

¡Hasta Dereck se enteró de esa puta mierda!

—Chels-sentí su voz, miré por donde prevenía, mi estúpida ventana, siempre estaba abierta.

—Sal de aquí, ahora —dije secando mis lágrimas con rapidez—

—No —dijo firme— No me iré hasta que pueda explicarte que fue lo que pasó.

No quería escucharlo. No podía mirarlo.

—Vete Dereck, vete, no quiero verte, no quiero saber de ti. —Pedí, me mordí para no llorar. Mi mandíbula dolía de la fuerza que ejercía—

—Al día siguiente que te encontré llorando, Alan vino a casa. —Dereck comenzó a hablar pero lo detuve de un grito—

—No quiero saber.

—Vino a casa y me dejó una caja para tu madre —habló sin importarle que le estaba implorando para que parara— Había escuchado que tu madre le contaba al mío que te habías peleado con él, entonces se me hizo raro que el trajera algo, y cuando lo abrí había un DVD.

—Calla Dereck, calla —repetí una y otra vez, llevé mis manos a mis oídos, inútilmente porque aun podía escucharlo, podía verlo, se desesperaba por hablarme—

—Abrí el DVD y lo conecté en mi pieza, era ese vídeo de mierda Chels.

Mi alma se congeló al escuchar sus últimas palabras.

—¿Qué? —lo había visto, lo había visto, mierda, mierda, mierda—

—Solo vi un pequeño fragmento, te vi con ese infeliz encima tuyo haciéndote daño, la sangre me hervía quería destruirlo por completo —podía ver su vena marcada en su frente, respiró y prosiguió— Luego revisé la caja y encontré una nota en donde decían cosas que no vienen al caso. Ese imbécil quería que tu madre pensara que estabas de... de prostituta —dijo con un odio que casi pude sentir—

—Dime que...

—Por supuesto que nadie vio el vídeo... Y... —Se detuvo—

—¿Y qué? —pregunté al borde de la desesperación—

—Y también dejó una caja en la casa de tu padre —me congelé—

—No, no, no, no, no —mis manos tiraban de mi pelo, el se acercó a mí y me detuvo, me forzó a mirarlo—

—Llegue a decirle a tu hermana que la caja era para mí y nadie la abrió, luego... —Suspiró— Luego lo esperé a la salida del colegio.

Me solté con fuerza de él y me senté en mi cama, y él se sentó en el otro extremo. Agradecí el espacio, aunque odiaba cuando estaba tan cerca pero tan lejos a la vez.

—Ambos nos golpeamos, él me gritó que eras una fácil y cientos de cosas que no deseo recordar, luego dijo que pronto terminarías acostándote conmigo.