Archivos Perversos (+18) - MR - COMPLETA

S E C R E T O

Archivos Perversos +18

Dereck

Chelsea corría en dirección al mar, mientras yo llevaba su bolso, el mío y una bolsa con la comida que habíamos comprado, a lo lejos la podía ver saltar, se quitó el vestido largo que se había puesto, lo tiró en la arena y a pesar del frió que hacia (aunque por suerte la lluvia había parado) se tiró al mar como si su vida dependiera de ello. Salió un extremo más adentro y agitó sus manos saludándome, quería devolverle el saludo pero mis manos estaban ocupadas.

Me ubiqué a unos metros del agua tirando la bolsa y nuestros bolsos.

—Vamos, levanta tu lindo trasero —Chelsea corría hacia mí gritando—

—Ni loco —respondí— Te enfermarás mañana, hace frió.  

—Podemos enfermar juntos y cuidarnos —dijo sonriente, negué con la cabeza— Vamos solo un rato —accedí. Siempre accedía ante ella—

Me quité la remera y al instante me arrastró hacia el agua junto a ella.

—Está helada —me quejé—

—Puedo calentarte —dijo y dio un brinco, la sujeté junto a mí para que no se fuera a caer—

—Ni se te ocurra —le dije y comencé a caminar mar adentro—

—¿Por qué no? Seria genial —dijo y apretó sus pechos más contra mí—

—Hay gente Chels.

—No seas aburrido, aparte no hay mucha gente.

—¿Aburrido? Cualquiera puede vernos.

—Ay qué hombre más correcto —me dijo—

—Más bien que mujer más perversa —le dije—

—No soy perversa —se defendió—

—Tus archivos si —dije, mientras sentía que al agua nos tapaba por completo— Son perversos, malignos, corruptos. 

—Veo en tus ojos lo mal que te hacen —dijo y rió. Ojalá que no nos destruyan—

—A veces disfruto de lo que me corrompe —acepté—

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro —dije sujetándola con un poco más de fuerza—

—¿Por qué no te fuiste con esa rubia?

—Porque estaba contigo...

—Pero....

—Chels ahórrate el discurso de que esto es sin compromisos, bla bla bla.

Ella me miró, y giró un poco su cabeza. 

—Creo que ambos sentimos cosas por el otro —le dije—

—¿Cosas? —preguntó haciéndose la desentendida—

—Chels me atraes, me gustas —dije sincero. Ella no dijo nada— Y si que probablemente no me creas, pero es así, me gustas —volvía a repetir— Ya deberías saberlo.

—No, tu... Tu y yo, no, no se puede —dijo mirándome a los ojos—

—Por qué no? —pregunté—

—Porque nuestros padres...—La interrumpí—

—A la mierda nuestros padres Chels, ¿a parte te importan lo que piensen?

—Ella lo pensó— No —susurró—

—¿Qué te detiene? ¿No te gusto? —pregunté—

—Dereck —hizo silencio— No quiero nada que involucre romanticismo —dijo—