Archivos Perversos (+18) - MR - COMPLETA

S U F R I M I E N T O

Archivos de unx Enamoradx +18

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Chelsea yacía en el suelo, en el suelo frío del baño, entre paredes y azulejos blancos, dentro de la ducha la cuál se llenaba de sus propias lágrimas, lágrimas que salían sin previo aviso, sin su permiso, lágrimas que parecían no tener fin, tal como su sufrimiento, hacía días que el baño era su único refugio, era el único lugar donde podía estar en paz, en el único lugar donde nadie podía juzgarla, en donde podía sacar toda aquella frustración.

Se escuchó un leve ruido en la puerta, Chelsea contuvo la respiración, se terminó mi paz, voy a tener que dar explicación de esto, pensó. Se maldijo como siempre lo hacía pero esta vez porque se había olvidado de poner llave a la puerta del baño, se dejó vencer y sus sollozos aumentaron y su cabeza volvió a adoptar la posición que tenía hace segundos, contra la fría pared.

Luego de unos minutos, Chelsea sintió unos brazos que la rodeaban, unos brazos que la ayudaban a alzarse, la ayudaban a ponerse de pie. Ella sabía muy bien a quien le pertenecían esos brazos, aquellos brazos fuertes y suaves eran de su hermanastro, eran de Dereck.

Dereck quién la abrazó sin decir una palabra, terminó por levantarla y la llevó hacía el living, la ayudó a sentarse en un sillón.

—Deck —susurró ella entre lágrimas—

—Tranquila Chels, tranquila —dijo y besó su frente—

—Quiero morirme Deck —admitió—

—No digas eso —acarició suavemente su pelo.— Iré por una taza de chocolate, quédate aquí. —Le dijo, ella asintió.— Ten, estas congelada —dijo mientras le pasaba su campera por los hombros—

—Gracias —volvió a hablar en un susurro—

Dereck fue a la cocina, prendió la máquina de café, sacó cuatro capsulas de chocolate, buscó su taza y la de Chelsea, unas tazas que habían comprado en un parque de diversiones que habían ido con la familia de Chelsea hacía unos meses atrás. Ambas tazas humeaban y olían exquisito. Dereck volvió al living con ellas en mano, se sentó junto a ella. 

—Ten —le ofreció a Chelsea, ella la tomó por inercia y bebió un poco. Al fin sentía algo de calor en el cuerpo, un calor que no era relacionado con su ira—

Dereck sabía que no debía forzar a hablar a Chelsea, siempre le había costado entablar una conversación con ella, por mucho que se esforzaba no había caso pero para su suerte hacía unas semanas ambos se habían podido "conectar", Dereck se había ganado la confianza de ella poco a poco.

Chels era tímida y cuando debía hablar sobre sus sentimientos ella podía llegar a estresarse, por eso Dereck optó por intentar cambiar de tema pero sin hacerla sentir menospreciada.

—En unos días tengo que rendir unos finales, esta materia la odio —comentó, Chelsea no omitió sonido— Leeré mi libro, si quieres hablar solo hazlo, tiraré el libro y te escucharé sin decir palabra ¿sí?.

Chelsea asintió. Dereck no la interrogó, no la cuestionó, no se burló de ella, no se rió de ella por llorar, no la llamo "zorra", no la juzgó, no la hizo sentir mal con ella misma ni la hizo sentir incomoda ante la situación. Todo lo contrario, él la ayudó, la hizo sentir importante por unos minutos. Chelsea sintió que sí, que si podía confiar en él, pero la vergüenza le llenaba los poros.

La vergüenza la hundía, más o menos que el dolor.

Chelsea estaba muy agradecida, se lo agradeció en silencio, realmente lo hizo.

Así pasaron los minutos, Chelsea se acurrucó junto a Dereck en busca de afecto y lo encontró, Dereck sostenía con una mano su libro y acariciaba el cabello de Chelsea con la otra.

Chelsea pensó, ¿cómo sería ser novia de un hombre como Dereck? El siempre era amable, correcto, carismático, bueno...

¿Por qué ella no podía encontrar alguien así en su vida?

¿Por qué alguien como Dereck, tan bueno, no se podía enamorar de ella?

¿Sería posible que ella no se mereciera alguien bueno?

¿Algún día encontraría un Dereck?

¿Algún hombre que valga la pena?

¿Podría enamorarse después de lo que le hicieron?

¿Podría confiar en alguien?

¿Amaría de nuevo?

¿Por qué Alan la había defraudado? ¿Por qué sus amigas la habían dejado sola? ¿Por qué todos eran crueles con ella? ¿Acaso nadie podía ver su sufrimiento? ¿Acaso no veían que ella no disfrutaba de eso? ¿No la veían llorar? ¿Por qué de todas las personas en el mundo justo ella se había enamorado de un estúpido, de un enfermo?

Chelsea no recuerda como, pero despertó en su habitación.

Su cabeza dolía, sus ojos estaban hinchados y enrojecidos, tenía una pesadez en el cuerpo extraña. Sintió que su madre la llamo, cerró sus ojos fuertemente y fingió estar dormida, funcionó. Excepto con Dereck.

—Hace días que no comes...—él la regañó con amabilidad—

—No quiero hacerlo.

—Debes hacerlo aunque no quieras.

—No, gracias Deck. 

—Comeré contigo, ¿quieres? —preguntó amable—

Chelsea quiso sonreír pero salió una mueca extraña de su rostro. Y le volvió a agradecer en silencio a Dereck.

Chelsea escuchó desde su habitación como Dereck fingía un dolor de cabeza y pedía llevar la comida arriba, también escuchó como se disculpaba por ella y pedía comida para ella también.

—Dereck, esto es mucho —murmuró—

—Come —habló con la boca llena—

Chelsea murmuró unas quejas y obedeció, realmente quería comer, disfrutó mucho de aquella comida.

—¿Te sientes mejor?

—No sé, la verdad es que no sé —sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas—

Dereck corrió los platos de la cama al escritorio blanco de Chelsea.

—Está bien Chels, no siempre hay que estar bien —dijo, parecía como si el comprendía su dolor. Ella no dijo nada— Deberías descansar, dormir un rato.

—No puedo, cuando estoy sola siento que me ahogo —admitió—

Y era cierto no quería estar sola pero tampoco quería estar con alguien que la bombardeara de preguntas.

—Dereck dudo antes de preguntar— ¿Quieres que me quede contigo?

—Por favor —susurró con una pizca de suplica—

Chelsea se recostó de lado en la cama y Dereck del otro, se sentía una leve tensión, una tensión común, no una tensión mala ni mucho menos sexual. Era incómodo y cómodo a la vez, Dereck tímidamente sostuvo la mano de Chelsea, ella se sorprendió pero no quitó la mano de él.

Dereck sostuvo la mano de Chelsea toda la noche y se aseguró que durmiera, su materia podía esperar, su sueño también.

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N.A: Hola amores, ¿cómo están hoy?
Les dejo otro pequeño recuerdo ♡
¡Espero que les guste y gracias por estar aquí!