-¿La policía?-pregunté dubitativa.
Luca sintió y echó una rápida mirada detrás de mí.
-No te muevas de aquí y todo estará bien-.
Mi hermano se marchó sin decirme algo más, pero le hice caso y no me moví de ahí. No tenía ni la mas mínima idea de porque la policía estaba en el bar, ya que en las palabras de Ander tenía todo en regla para poder trabajar.
Me mordí una uña y me acerqué un poco al borde de la pared para ver qué es lo que estaba pasando afuera.
-Mejor oportunidad no me pudo dar la vida-escuché la voz de Arlenne detrás de mí y lentamente me di media vuelta. Todo mi mundo se vino abajo cuando vi el arma con el cual me apuntaba ella.
-¿Qué demonios estás haciendo?-solté sin saber qué es lo que estaba pasando. Tragué saliva y un sinfín de cosas pasaron por mi mente, una de ellas fue que nunca creí que Arlenne llegara hasta este punto, jamás comprendí sus celos y simplemente pensé que estaba loca. Di un paso atrás e intenté aferrarme a algo que estuviera cerca de mí pero fracasé y lo mejor que hice fue tragar saliva sin apartar ni un momento mi vista de cada movimiento de Arlenne.
Tenía que gritar o salir corriendo para pedir ayuda pero muy dentro de mi ser sabía que era una pésima idea.
-Siempre has sido un maldito estorbo-
Apreté fuerte mis puños pero no me moví. -¿De qué demonios estás hablando Arlenne?-.
Sentí como mi labio inferior tembló pero lo menos que quería era demostrarle mi miedo.
-Desde el primer momento en que llegaste aquí fuiste un maldito estorbo para mí, con tu maldita jovialidad y entusiasmo y robándote a la clientela-Detuvo su palabrería y me lanzó una mirada cargada de tanta ira y levantó un poco más el arma para apuntarla a mi cara.
-Y todo por tu maldita familia, por tu inútil madre que al final terminó matándose. Tú nunca has disfrutado esto tanto como yo y aun así preferían irse contigo, incluso Tyler se enamoró de ti-Dejó de hablar y se acercó a todo paso a mí y puso el arma en mi frente.
-¡Se enamoró de ti, de la estúpida y frágil niña que eres!-gritó.
Cerré los ojos y sentí como las lágrimas comenzaron a derramarse por mis mejillas.
-Por favor Arlenne no hagas esto-.
-Nada impedirá que me deshaga de ti-dijo pegando su cuerpo un poco más al mío.
Miré hacia todos lados tratando de encontrar una forma de salir del bar o por lo menos que alguien nos viera, no era posible que nadie escuchara lo que estaba pasando.
-Nunca he intentado quitarte algo-
-¡Mentira!-gritó agitando el arma. –Eres una mentirosa Lisa-.
Meneé la cabeza tratando de tragarme las lágrimas. No estaba preparada para que este fuera el fin de mi vida, me negaba a creerlo.
-Ya no serás un estorbo-dijo pintando en su rostro una sonrisa.
No iba a decir que por ese momento pasó toda mi vida delante de mí pero si pensé en toda la gente que amaba, no podía irme si todavía tenida muchas cosas que hacer y solucionar.
-Baja el arma Arlenne-.
Sentí un alivio inmenso cuando escuché la voz de Luca, aunque el miedo se incrementó cuando me percaté que esa loca podía hacerle algo a él también.
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Lo que fue de mí © (en edición )
Romance"No tengo por qué complacer a nadie. No soy un ángel ni quiero ser tu cielo. Seré fuego tan difícil de apagar e imposible de olvidar." - David Sant Mi infierno se hizo más grande , no había lugar en donde el fuego no hubies...