la destructora del tiempo. {Kanda Yu y tu}

7.- nueva familia

Pov. ____

Me sentía cómoda, una leve brisa tibia rozaba mi cara y un olor bastante agradable llegaba a mí, abrí los ojos y vi un techo, trate de no alterarme. El techo era de madera, sentí un alivio tremendo al no ver los altos techos color blanco de la orden, me enderecé en la cama y examiné lentamente el cuarto, era sencillo un closet, mesa de noche, una silla y la cama.

Me levante examinando cada parte de mi cuerpo para ver si tenía indicios de la otra inocencia, para mi suerte no había nada, me saque las vendas y salí de aquella habitación encontrándome con un comedor bastante pequeño pegado a una cocina abierta, el comedor tenía un sofá, un calentador a leña y un ventanal grande con una cortina media harapienta.

La cocina por otro lado tenía una estufa donde había una olla hirviendo sin que nadie la estuviera revisando, una mesa en el medio de la cocina con 4 sillas, me acerque a la cocina mire dentro de la olla con cuidado para no quemarme, era una sopa de vegetales en eso veo el cucharón encima de una encimera y lo tomó para tratar de sacar algo de sopa.

No sabía mal, estaba muy bien condimentada pero le faltaba algo de sal, en eso pensé en la comida de Jerry-san y en cuanto iba a extrañar sus platos perfectamente cocinados, sentí la puerta abrirse y cerrarse, me doy vuelta para ver quien es y veo a un chico mayor que yo con el pelo alborotado y unos lentes que se veían bastante pesados.

El me miró sorprendido y la bolsa que traía se cayó, del susto se agacho rápido para recoger el contenido de la bolsa y dejarlo sobre la mesa, me volvió a mirar, ninguno decía nada hasta que sentí que ya era demasiado. - Le falta sal. - Él me miró raro y yo mire la olla. - A tu sopa, le falta sal. - Se sobresaltó y busco en un gabinete de la cocina la sal y le hecho un poco.

- ¿Estás bien? ¿Dónde están tus vendas? ¿Cómo es que tus heridas ya sanaron? - Hizo un montón de preguntas apenas me examino completa con su mirada. - Me llamo ____. - Dije dándole una sonrisa para que no pensara tanto en mis heridas, él me vio a los ojos y yo le mantuve la mirada. - Me llamo Tyki. -

- ¿Quieres sopa? Está casi lista. - Me pregunto a lo que yo le dije que sí y este rio un poco. - Sería muy raro que hubieras dicho que no. - Lo miré extrañada. - ¿A qué viene eso? - Pregunté curiosamente y él me miró algo sorprendido. -Estuviste cuatro días durmiendo. - Mencionó mientras dejaba un plato de sopa junta con una cuchara delante de mí.

Tome un sorbo de la sopa y con la pizca de sal que le hecho había quedado mucho mejor, él se sentó frente a mi con un plato de sopa también y ambos comimos en silencio. - ¿Vives solo? - Pregunté y este me miró un momento. - A veces, otras veces vienen mis amigos, ¿Cuántos años tienes? - Acomode mi plato vacío y la cuchara a un lado. - Tengo 12, voy a cumplir 13 dentro de dos meses... creo... ¿Y tú? - Él me miró extrañado pero me sonrió levemente. - Tengo 17 años. -

Sentí como se abrió la puerta detrás de mí dejando ver a dos chicos que parecían de la edad de Tyki y a un niño que se veía menor, a lo mejor tendría como unos 7 u 8 años. Al verme ambos chicos se sorprendieron e hicieron señas raras a Tyki al cual mire confundida e hizo señas de que no me preocupara.

Tyki se levantó y se paró al lado de aquellos chicos, yo igual me levanté pero me quede en el lugar donde estaba y los mire. - La chica que encontraron ya despertó. - Dijo algo nervioso y yo miré a todos confundida. - Me llamo ____. - Dije nuevamente y ambos se presentaron. - Yo soy Momo. - Mencionó uno. - Yo soy Clark. - Dijo el otro.

Vi como detrás de los dos hombres estaba el niño y me acerqué para arrodillarme frente a él. - ¿Cómo te llamas? - Pregunté mientras estiraba la mano y él la aceptó dudoso. - Me llamo Eeez. - Dijo el menor a lo que yo sonreí. - Es un nombre encantador. - Dije tratando de que no me tuviera miedo, y él igual me sonrió.