La primavera de mi vida

Trampas

Estoy realmente muy contenta de estas 1.07 k de leídas a esta bella historia, es por eso que este capitulo va como agradecimiento a su gusto por esta historia y espero que sigan disfrutando de ella. Este capitulo estaba destinando para ser contado a medias entre platicas dichas entre los hermanos Lan y los Jiang; sin embargo este es mi regalo para ustedes por tanto, espero les guste. 

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El amor era algo que aunque se encontraba presente dentro del día a día desde su nacimiento, el amor de pareja era algo ajeno para su persona pues no había llamado mucho la atención del joven Jiang Cheng; si bien tuvo durante su adolescencia y juventud parejas nunca sintió que realmente haya amado de verdad a alguien, seguramente cariño hubo pero el querer a alguien no significaba amarlo,  estaba  plenamente seguro de no haber experimentado ese rubor en las mejillas que su hermana Yan Li poseía cada vez que su esposo le llamaba o la montaña de mariposas es su estomago que su amigo Huaisang mencionaba cada que veía al joven Wen Ning mucho menos experimento ese lazo de confianza y unión fuerte que demostraban sus padres, por lo que a sus escasos 21 años se preguntaba si sentiría aquel torbellino de emociones que conllevaba estar enamorado. 

Su hermano Wei siempre le insistía que si no dejaba esa tonta lista de requisitos nunca encontraría a su futuro amor porque a los ojos de Wei Wuxian el amor se encontraba de la forma más inesperada, no se busca solo llega sin avisar; sin embargo a pesar de que Jiang Cheng comprendía aquello no podía dejar de lado que un doncel tan único y fuerte como él debía estar al lado de una persona con las mismas virtudes y fortalezas, él no quería a un adonis, no esperaba a  alguien perfecto, solo que él era una persona segura de sí misma que reconocía que era lo que quería, un hombre que le apoye y sea tan virtuoso alguien con quien poder establecer un amor y vida igual de bella que la de sus padres.

Por eso cuando Wei Ying comenzó a hablar de su trabajo durante las charlas familiares en las horas de cena, Jiang Cheng puso mucha atención en el jefe de su hermano, porque alguien con tan fuerte estatus y disciplina de trabajo debe ser muy virtuoso  ¿no?, todas sus dudas quedaron esclarecidas cuando le vio por primera vez en la comida del sábado totalmente improvisada por parte de su mayor, se encontró con un adulto joven radiante y consentidor con los suyos, para el menor Jiang verle sonreírle de forma tan tranquila llevo una gran paz a su interior y por primera vez en años sintió aquel cosquilleo del que todo el mundo habla. A pesar de aquellas fugaces sensaciones por un momento tuvo miedo de caer por alguien que se mostraba interesado en su hermano mayor, afortunadamente para él todo se esclareció la misma noche en que Wei Wuxian sin pena alguna le contaba como había vendido su número de celular por un apoyo para su evento escolar, si bien la noticia le cayó mal por sentirse ofendido de que el mayor no le pidiese tal dato de manera personal aun así su corazón agradecía de alguna manera el interés que demostró hacía él. 

Desde aquel sábado Jiang Cheng no ha parado de recibir mensajes y alguna que otra llamada de parte del primer Lan, ya sea para desearle un buen día, para hablar de como se va desarrollando la planeación para la feria y el más importante para él cuando le escribía para invitarlo a salir, cada una rechazada por el mismo Jiang quien a pesar de querer salir con él no quería dar su brazo a torcer de manera fácil, si quería algo con él lo aguantaría. 

Aquel día viernes su mañana estuvo levemente ocupada con sus practicas en la multinacional en la que se encontraba, estaba a mitad de terminar uno de sus informes cuando como todos los días escucho el tono con el que había agendando a Xichen, quería estar seguro de identificarlo y que fuese diferente a los demás claro todo por el capricho de dejar que sonara varias veces antes de contestar, definitivamente no era porque estaba esperando por sus mensajes.