Capítulo con alto contenido sexual.
Habían sido los 60 minutos más incómodos y estresantes que había vivido Michael en su vida. Intentó no prestar atención a las palabras de Luke, a como respondía las preguntas de los universitarios con hábitos sexuales bastante poco comunes. Intentó pensar en cosas malas y desagradables: desde su papá vomitándole el rostro, hasta como sería si su madre se muriera, pero no podía distraerse por completo cuando lo único que escuchaba era su voz grave, la lentitud con la cual pronunciaba cada palabra.
Lo estaba torturando.
Así que así se sentía la frustración sexual. Jamás había experimentado algo así, pero ya entendía precisamente la frustración que existía.
Intentaba observar cualquier lugar del gran auditorio. Desde las luces, hasta las puertas de emergencia, e incluso se atrevía a mirar sus propios pies, pero habían ocasiones donde el instinto era más fuerte y donde no podía evitar observar a Luke, a su jefe. Como hablaba, como lamía sus labios antes de comenzar a responder una pregunta, o como mordía su labio inferior, arrugaba su ceño y asentía mientras algún joven adulto le hacía alguna pregunta.
Solo quería ir a masturbarse. Solo quería marcharse de esa tortura. ¿Este era su karma por experimentar con drogas tan joven? ¿O el karma por preocupar a su madre cuando se iba noches enteras sin darle ninguna explicación y despertaba borracho en alguna casa que se prestó para una fiesta? Aún así, esto parecía demasiado. Luke lo estaba torturando y lo había analizado tan, pero tan bien, que sabía perfectamente que Luke conocía el poder de sus palabras y lo que estaba provocando en Michael.
—Y con esta última respuesta, damos finalizada la exposición de hoy. Quiero agradecer al Doctor Luke Hemmings por aceptar esta invitación y espero que la instancia se repita. Gracias a todos.
Y el auditorio explotó en aplausos hacia Luke, y Michael no sintió más que alivio mientras lo veía abandonar el escenario. Se sentía menos presionado, fue una hora llena de tensión, de incomodidad, así que apenas lo vio desparecer, se puso de pie.
—Ashton, me voy. Iré a la fiesta de esta noche, adiós —se despidió y su amigo confundido, asintió, continuando su charla con sus compañeros de fraternidad donde hablaban desde temas universitarios, hasta los planes que tendrían aquella noche.
Michael se escabulló y conociendo que en las puertas de los elevadores había un mapa del edificio, se dirigió al elevador y buscó el baño más cercano. Sonrió cuando notó que estaba un piso más abajo, lo que quería decir que existía menos público y sabía que no habían salas de clases. En conclusión, estaría en paz para solucionar su asunto.
Arribó al elevador y apretó el botón de la planta inferior. Cuando las puertas se cerraron, cubrió su rostro.
¿Cómo sería capaz de ver a Luke luego de esa exposición? Había sido demasiado obvio, Luke lo había notado. ¿Lo despediría? Sins era el único lugar donde podía sentirse en libertad de experimentar, incluso gracias a Luke fue capaz de sentirse realmente excitado. Ninguno de los juguetes ni videos había hecho eso, mucho menos cuando compartía alguna rutina sexual con alguien y él jamás lograba excitarse.
Las puertas del elevador se abrieron y Michael despejó su rostro y su mente. En la tarde vería que mierda haría respecto a Luke, ahora existía una prioridad diferente para él.
Salió del elevador y se abrió paso por un estrecho corredor. Visualizó al final dos puertas y entró la que indicaba que era el baño de hombres. Sonrió cuando vio que estaba vacío: nadie en los urinales y se inclinó para ver bajo las puertas, nadie.
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How to sin? » Muke
Novela JuvenilUna de las ventajas de la edad, es que logras obtener experiencia a partir de numerosas situaciones. Luke, era inexperto en muchos ámbitos, aunque cueste creerlo, sin embargo, existía un campo donde era un total experto. Michael, a pesar de su cort...