𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍

𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

Diez minutos, diez minutos duró viendo la película hasta que una llamada en su móvil lo interrumpió.

— Me tengo que ir. - Dijo Kool.

Sin que me diera tiempo articular palabra ya se había ido, dejándome totalmente perpleja.

Miré la hora en mi móvil y al darme cuenta que era demasiado temprano aún decidí ir a junto la pequeña niña que vivía alado mía.

Timbré y esperé impaciente en la puerta. Unos segundos después Ana fué la que me recibió.

— Pasa Lily, Hannah está en el salón. - Dijo señalado el lado izquierdo con su dedo.

Entré y fuí hacia donde ella me indicó, encontrándome con la pequeña niña tirada en el sofá.

— ¡Hola! - Chilló emocionada.

Reí ante tal gesto y me senté con ella en el enorme sofá de cuero, que tenía pinta de ser muy cómodo.

— Pensé que ya habrías ido al parque. - La observé.

— Estoy castigada. - Resopló.

Hannah tenía ocho años, y la verdad que no se comportaba como las demás niñas de su edad. Era tímida y reservada hasta que la conoces, después es un pequeño moustruito.

— ¿Que hiciste? - Levanté una ceja.

— Insulté a una niña porque no me quiso invitar a su cumpleaños. - Sonrió con malicia.

— Que más da que esa niña no te quisiera invitar, tendrás más amigas que son mucho mejor que ella. -  Sonreí tiernamente.

— No tengo muchos amigos, dicen que soy rara. - Dijo despreocupada.

— Es mejor tener pocos verdaderos antes de tener cientos interesados. - Sonreí.

Podía llegar a entenderla, a mi siempre me hicieron el vacío, a ella por lo menos lo único que le dicen es que es una niña rara, pero que vamos a esperar de niños de ocho años, ¿que le llamen todo el repertorio de insultos? Ni siquiera sabrán sumar.

— Solo te tengo a ti, no se si somos amigas, pero yo te considero una. - Sonrió tímidamente poniéndose colorada.

— Claro que somos amigas, y de las mejores. - La abracé.

Me quedé con ella en casa, ella estaba castigada, y yo me alegraba no tener que moverme demasiado por la pierna, aún que no era para tanto.

Estaba pendiente viendo en la tele lo que parece ser una familia de cerdos saltando en charcos de barro cuando los ojos me comenzaron a pesar.
Cerré los ojos contando hasta 60 segundos para volver a abrirlos después, pero perdí la cuenta y volví a empezar.

— Liliam, te está llamando tu madre. - Dijo una tercera voz.

Comencé a abrir mis ojos perezosamemte y guíe mis ojos dirección a donde escuché la voz.
Vi a Kool sentado en el mismo sofá que yo, a centímetros de que mi cabeza tocara su pierna.

Extendí mi mano para que me diera mi móvil y así hizo.

— Dime mamá. - Dije mientras miraba a los ojos a Kool.

— ¿Donde estás?

— En casa de Hannah.

— ¿Sabes que hora es?

— Pues. - Alejé el móvil de mi oreja para mirar la hora. — Mierda, ahora voy. - Salté del sofá y me fuí rápidamente.

Entré en mi casa encontrándome con mamá sentada en la mesa de la cocina.

— Perdón mamá, me quedé dormida y no sabía que era tan tarde. - Me senté con ella.

— Son las doce de la noche, tendrás que controlarte a partir de ahora porque yo no voy a poder estar. - Dijo despreocupadamente.

— ¿Qué?, ¿porque? - Abrí mis ojos.

— Mi jefa me manda a trabajar a un hotel en la ciudad de alado, me hospedaré ahí. - Besó mi mano.

— ¿No podrías buscar otro trabajo?, ¿cómo se supone que sobreviviré sin ti? - Dije exagerando los movimientos de mis manos.

— Hija, tienes 18 años ya, sabes cocinar, limpiar e incluso eres más independiente que yo, el dinero te lo enviaré por correo, y es solo un año.  - Bufó.

— Repito, ¿no podrías buscarte otro trabajo? - Puse ojos de cachorrito.

— No como este hija, espero que me entiendas pero no estamos bien de dinero y lo necesitamos. - Se acercó más a mi.

— Te entiendo mamá, y no pasa nada, cuidaré de mi. - La abracé.

— Me voy mañana por la noche, así que espero que pases el día conmigo. - Sonrió sin mostrar los dientes.

— Claro, no iré a clase para estar contigo todo el día. - Sonreí dulcemente.

— No cuela, a clase vas a ir igual. - Sonrió satisfecha.

— No, quiero estar contigo todo el día y no hay más que decir. - Rodé los ojos.

Fuí a mi habitación y miré algunas películas antes de dormir, ya que resulta que había dormido 3 horas en el sofá de Kool y no tenía sueño.