Capítulo 2

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No sé qué hacer, desde que me pidieron que me fuera de casa no he puesto un pie en Europa, lo peor que es no si pongo un pie en cualquier lugar ellos lo sabrán, sabrán que estoy ahí, no los quiero ver, entiendo la razón por la que me pidieron que me fuera, entiendo que es importante cuidar de nuestro hogar, pero, me dolió que lo hayan hecho, que hayan escogido al pueblo en vez que a su hermana.

A pasado media hora desde que me fui de la empresa, en este momento estoy manejando sin rumbo fijo, solo necesito tomar aire, poder controlar mis emociones, si no lo hago la persona que se encuentra en mi interior lo hará y no sé qué clase de cosas pueda hacer, muchos humanos hablan de una voz en su interior, lo llaman conciencia, dicen que suena exactamente igual que ellos, la mía no, mi conciencia tiene una voz completamente diferente a la mía, tiene pensamientos, tiene sueños y anhela salir de mi mente, tomar el control, muchas veces me plantee la idea de sacarla, solo que el miedo no me lo permite, el miedo de que lastime a los demás, que dañe mi pueblo, mi hogar, finalmente llego a casa, tomo mi bolsa y camino directo a mi departamento, el vuelo sale a las 5 de la mañana, tengo que tener mi bolsa de viaje y una mochila con todo lo que podría necesitar en caso de que algo malo pase, necesito estar preparada, para cualquier situación que pueda pasar.

Algo está haciendo un ruido irritante, al abrir los ojos observo que lo que está sonando es el maldito despertador, sin muchos ánimos lo apago y me levanto para prepárame, si mi memoria no me falla, puse el despertador a las 4 de la mañana, por lo que tengo media hora para arreglarme y otra media hora para ir rumbo al hangar del Aeropuerto, camino rumbo al baño, tomo mi ducha diaria de 5 minutos, tomo lo primero que me encuentro en el armario y bajo a desayunar, en esta ocasión solo como un paquete de galletas y un jugo, tomo mi bolsa de viaje, la mochila y una pequeña bolsa donde se encuentran todos mis documentos junto con mi pasaporte, salgo del departamento y me adentro al elevador, cuando estoy llegando al primer piso me llega un mensaje, al revisarlo observo que es un mensaje de Ale pidiendo que pase por ella, rápidamente entro a mi auto y voy directo al departamento de Ale, afortunadamente salí 10 minutos antes de lo planeado, una vez que estoy en frente del departamento de Ale le mando un mensaje, a los dos minutos sale de su edificio, y camina hacía mi, una vez que acomodo sus maletas manejo rumbo al hangar

-¿Cómo te encuentras?- en cuanto termina de hablar pude detectar nervios en su voz, de igual manera los latidos de su corazón están algo rápidos

-Nerviosa- respondo encogiéndome de hombros- Tranquila, todo va a estar bien- le digo volteando a verla de manera rápida junto con una sonrisa ladeada

-Eso espero- sus latidos se están estabilizando- no me quiero quedar sin trabajo- suelto una risa algo nerviosa y sigo manejando, por lo que resta del viaje no la pasamos revisando la agenda, donde nos hospedaremos, los días que nos quedaremos y demás- Estaremos por una semana en Francia, qué pasará si te encuentras a tus hermanos?- pregunta alzando una ceja

-No lo sé- respondo mientras ingreso al hangar, enseño mi identificación y me informan a donde tengo que ir, de igual manera me dicen que el jefe ha contratado a personas que se llevaran mi auto al edificio en donde vivo, eso es una gran fortuna, pues estaba empezando a preguntarme si era una buena idea haber venido en mi auto, una vez que entro al hangar puedo observar que solo falta el feje del departamento de abogados, nos bajamos y les entregamos nuestros equipajes a las personas correspondientes, solo me quede con mi bolsa de mano y mi mochila, saludamos a todos e ingresamos al avión, después de cinco minutos llega el feje del departamento de abogados junto con su asistente, lo que significa que finalmente podremos despegar, me pongo mis audífonos y me quedo dormida en la primera canción.

Siento que alguien o algo me sacude, al abrir un ojo, veo que se trata de Ale, me quito el audífono y le hago una seña para que me repita lo que estaba diciendo

-Estamos diez minutos llegamos a la Francia- me quedo con los ojos super abiertos, no sentí en que momento pasamos la barrera, dicha barrera abarca gran parte de Europa, esta sirve para dos cosas, para proteger a las manadas o comunidades de ataques enemigos y para avisarles a mis hermanos si algún sobrenatural a ingresado en el territorio, al asomarme por la ventanilla puedo ver un hermoso azul oscuro con unos puntos blancos, es hermoso ver la ciudad por los aires.

Una vez que llegamos al hangar nos bajamos y cada quien toma su auto y vamos rumbo a la casa que le he pedido a Bren que rentara para que nos podamos quedar solo nosotras y que podamos estar sin preocuparnos por quienes somos, llegamos y bajamos nuestras maletas y cada quien va para su habitación, tenemos dos horas para poder arreglarnos e ir a la empresa donde nos encontraremos para ver los planos de la nueva empresa y ver si cada departamento está conforme con su diseño y demás.

No han pasado ni media hora que llegamos cuando suena el timbre de la casa

-Vas! - grita Bren desde su habitación

Resignada a ser yo quien tiene que abrir la puerta me pongo unos zapatos y voy a ver quién es la persona que ha tocado, pues es raro que alguien llame a la puerta cuando nunca hemos estado aquí, cuando abro la puerta veo a una persona que jamás creí ver de nuevo, una persona que me prometió su apoyo y quien fue la primera en darme la espalda, me le quedo viendo con la frente en algo, estoy enojada, tengo ganas de llorar al recordar cómo me dio la espalda, como me prometió que nunca me dejaría sola, no paso por desapercibido como abre los ojos al verme, ni la manera en las que sus ojos expresan dolor, ira y enojo, no pienso dejar que vea que me afecta su presencia, no dejaré que me vuelva a ver llorar, ni que me vuelva a lastimar como lo hizo ese día

- ¡¿Quién es?! - grita Bren desde su habitación, pero puedo oír claramente que está viniendo para acá

-Nadie importante- respondo viéndolo a los ojos

-Tenemos que hablar- replica claramente enojado

-No, no tenemos nada de qué hablar- contradigo con ganas de llorar, lo peor es que me él me conoce a la perfección como para saber que me estoy aguantando las ganas de llorar

- ¿Qué es lo que pasa? - volteo y veo a Bren desde las escaleras, al ver a la persona que se encuentra en la puerta se tensa y hace sus manos puños- ¿Qué es lo que haces aquí? -

-Me da gusto verte- exclama con ironía

-Deja el drama! - grita Bren irritada

-Solo quiero hablar con ustedes- excusa alzando las manos en señal de rendición

-Ya te dijo Emma que no tenemos NADA de qué hablar- Bren camina los pocos metros que la separan de la puerta para finalmente estar a mi lado

-Soy tu hermano! - grita ahora él irritado por nuestro comportamiento

- Un hermano no abandona a su hermana solo por miedo- habla Bren toda enojada y con los ojos llenos de lágrimas

-No tenía elección!- grita su hermano totalmente enojado, dando a descubrir sus ojos verdes

-Contrólate en este momento- hablo por primera vez desde que bajo Bren

-Solo quiero hablar con ustedes- habla ya con los ojos cafés

-No tenemos nada de qué hablar desde que apoyaste a los ancianos del reino a exiliarme del reino- empiezo a cerrar la puerta y cuando estoy a punto de verlo termino de hablar- Adiós Dereck

Eres Mía Emma (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora