Una disculpa, este capítulo es algo corto, pero espero que les guste
-AVDespierto a las 8 de la mañana, no solo sigo con la misma ropa de ayer, sino que también me encuentro en la misma posición en la que me quede mientras hablaba con la voz dentro de mi cabeza, a la hora de intentar pararme siento como mis extremidades duelen por haber pasado horas en esta posición, al poner los pies en el suelo siento que estos me tiemblan, por lo que como no era de esperarse, termino cayendo al piso, una vez que siento que mis piernas se encuentran en mejor estado procedo a ir al baño a darme una ducha., luego de 30 minutos en la ducha salgo con una toalla enredada en el cuerpo, cuando abro la puerta me quedo en shock al ver a William enfrente de mí
No sé qué me sorprende más, el hecho de que se encuentre en mi habitación o el hecho de que se encuentra en ropa deportiva, la cual me deja una buena vista de sus músculos, de lo grande que es su pecho, los anchos que son sus brazos, lo joven que se ve vistiendo de esa manera o el hecho que un tatuaje se encuentra en su hombro
-Disculpa por aparecer así- de la nada lo tengo enfrente de mí, al alzar mi rostro me encuentro con algo peculiar, no solo está su lobo tomando el control, también el, de tal manera que un ojo es del lobo y el otro de William
-Es raro ver que ambos estén presentes- sin pensarlo mi mano llega a la cara de William y se posa sobre su mejilla, por un breve momento el lobo toma el control por completo del cuerpo –¿Cómo te llamas?- pregunto observando como posa totalmente su cara en la palma de mi mano
- Me llamo James- sorprendemente la voz que hace es más gruesa que la de William
-Es un gusto conocerte- digo mientras lentamente quito mi mano de su mejilla- Me gustaría saber la razón por la que ambos se encuentran en mi habitación- doy un paso para atrás y con una mano sujeto el moño de mi toalla para evitar que se me caiga
-No me gusto la forma en la que te fuiste de la manda ayer- se pone derecho y me ve directo a los ojos, algo que realmente agradezco
-No tenía muchas opciones- respondo mientras me acerco a mi maleta para poder cambiarte, no me agrada la idea de no tener nada de ropa y que solo una toalla me cubra- Da te la vuelta, voy a buscar mi ropa- no escucho respuesta alguna, solo se escucha como algo cae sobra la cama, volteo y como como William se encuentra sobre mi cama boca abajo
-No me molestaría que te vistieras delante de nosotros- sin poder verlo a la cara puedo adivinar que está sonriendo
- No juegues con fuego James- me inclino para poder tomar mi maleta y ponerla sobre la cama
-¿Y si me quiero quemar ?- cuando dejo la maleta sobre la cama siento como el nudo de mi toalla se afloja, por lo que rápidamente la tomo con la mano izquierda y con la derecha procedo a abrir mi maleta
-No te lo recomiendo- respondo mientras siento como un enojo va creciendo en mi interior- No pasa nada bueno cuando me encuentro cerca de alguien y menos si es alguien de tu mundo- agarro lo primero que me encuentro y me meto al baño
-Querrás decir nuestro mundo- cierro la puerta con algo de fuerza, siento unas ganas de llorar que están haciendo que se me forme un nudo en la garganta –También eres parte de ese mundo-
-Ya no lo soy- procedo a cambiarme, entre más rápido me cambie más pronto podré terminar con esto-¿Conoces a Aiden?- pregunto mientras me dejo caer de espaldas a la puerta
-Si- siento como se mueve dentro del cuarto hasta quedar enfrente de la puerta del baño
- Cuando llegue a Estados Unidos el me dio un hogar, él me extendió los brazos cuando me dieron la espalda, cuando nadie lo hizo- siento las lágrimas bajar por mis mejillas- Mis hermanos como siempre se enteraron, ¿Sabes la razón por la cual él nunca sale de su castillo?- pregunto mientras incrusto mis uñas en mis brazos, mientras siento como los recuerdos de ese día llegan
-No-
-Fue por mi culpa, por mi culpa tiene la marca de las garras de lobo en el rostro, por mi culpa condenaron al pueblo de Aiden, a su familia, a todos- termino de hablar, me paro y termino de cambiarme, al abrir la puerta me sorprendo verlo de pie enfrente de mi con los brazos extendidos
-Ven- sin pensarlo dos veces, me refugio dentro de sus brazos, en la calidad que estos tienen- ¿Qué tanto te hicieron pasar pequeña?- pregunta abrazándome con más fuerza, dejo de abrazar su cintura para ahora abrazarlo por el cuello, haciendo que él rodee mi cintura –Lamento no haberte conocido antes, lamento no haberte ayudado cuando más lo necesitabas, cuando necesitabas a alguien que te ayudara a no caer, a alguien que abrazara cuando lo necesitabas, cuando necesitabas un hombro en que llorar, a alguien en quien confiar- no se en que parte de su discurso empecé a llorar, pero en este momento no me importa, solo quiero sacar lo que llevo años guardando, solo quiero seguir entre sus brazos, quiero seguir en este lugar, donde solo somos él y yo
Pero como siempre, la vida es una perra conmigo, se escucha como alguien toca la puerta, sin ánimo de alejarme de él lo voy soltando poco a poco, una vez que me encuentro fuera de sus brazos siento un frío y unas ganas de volver a abrazarlo increíblemente grandes
-No te vallas- no me contesta, solo me sonríe y se pone a un lado de la puerta, del lado que en el que no pueden verlo, al abrir la puerta me sorprendo a ver a Dereck enfrente de mi -¿Qué es lo que haces aquí?- pregunto mientras sujeto fuertemente la puerta
-Tus hermanos quieren verte- siento como me está faltando el aire- Te espero abajo, dile al lobito que baje también, también quieren verlo- siento que mis piernas me tiemblan, no quiero que le hagan lo mismo que le hicieron a Aiden, no quiero que la manada de Will salga perjudicada por mi culpa, que a él también lo lastimen
-Vamos en un minuto- siento como la mano de Will se posa sobre mi cintura, siento como tensa sus dedos alrededor de mi, cierra la puerta y siento como toda mi energía hubiera sido absorbida en tan solo un segundo –No te dejaré caer- la mano de Will toma mi mentón para alzarlo y hacer que lo vea a los ojos, al verlo directo a los ojos siento como las lágrimas se acumulan en mis ojos
-Lo lamento- es lo único que me atrevo a decir, mientras lo vuelvo a abrazar por el cuello, mientras siento que me ahogo con mi llanto, con la angustia y con el miedo
-Tranquila- sus brazos me abrazan de una manera tan delicada, pero a la vez me abraza como si no quisiera soltarme- Todo va a estar bien-
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Eres Mía Emma (En Edición)
Lupi mannariToda mi educación fue distinta, a mí no me enseñaron a ser una dama de la sociedad, a ser la niña perfecta, a tener buenas calificaciones, a defender lo que creo que está bien, a mí me enseñaron a pelear, a usar cualquier cosa como arma, a saber des...