PSYCHO ; TOM KAULITZ

07 ; Collection

Las chicas que acompañaban a los otros miembros de Tokio Hotel eran todo un espectáculo en sí mismas. 

Eran reconocidas, caras familiares que, seguramente, fueron secuestradas al igual que yo. ¿Cómo fue que llegaron hasta aquí? ¿Tendrán algún plan de escape? Aunque la situación seguía siendo complicada, el simple hecho de no estar sola hacía que las cosas se vieran un poco mejor.

Dos de ellas eran actrices, mientras que la tercera era una modelo al igual que yo. La ironía no se perdió en mí; todas compartíamos una conexión a través de nuestra visibilidad pública, y ahora, de alguna manera retorcida, estábamos unidas por este cruel destino.

Me encontré observando a las chicas de reojo mientras nos acomodábamos en la limusina. Sus expresiones variaban, quizás estarían asustadas como yo. Me preguntaba si su situación era similar a la mía ¿Habían sido raptadas como yo? 

A medida que la limusina avanzaba por las calles, me sumí en mis pensamientos, mi mente se aferraba a la esperanza de encontrar aliados entre estas chicas, alguien con quien pudiera unir fuerzas para enfrentar la oscuridad que se cernía sobre nosotras.

Una vez llegamos al lugar del evento, todos se dispersaron, encontrando sus lugares en el público para disfrutar del espectáculo. 

Bill, su chica y yo quedamos en un área apartada, en el backstage del evento. La chica que estaba junto a Bill resultó ser una colega mía, lo cual me sorprendió y alivió al mismo tiempo. 

Allí, entre las sombras y el bullicio de las preparaciones, vi a mi manager, Sarah. 

Mi corazón se llenó de alivio al verla. Era mi oportunidad de contarle lo que estaba pasando, de pedir ayuda. Sin embargo, las amenazas de Tom resonaban en mi mente, recordándome las consecuencias que podrían caer sobre mí si hablaba. Sin embargo, tenía que intentarlo. Me acerqué a Sarah, con la esperanza de que pudiera ayudarme de alguna manera.

—¡Sarah!—dije, tratando de mantener mi voz firme.

Ella me miró con sorpresa y preocupación en sus ojos.

—¡Bella! ¡Me alegra verte aquí!—respondió con un tono amigable.

Estaba a punto de empezar a contarle lo que había estado ocurriendo, pero antes de que pudiera decir una palabra, Sarah habló primero.

—Bill me contactó y me explicó la situación, es reconfortante saber que ahora estás colaborando con ellos. También es agradable enterarme de que estás saliendo con Tom. ¿Por qué no me lo habías mencionado antes?—dijo, su voz tranquila pero cargada de seriedad

—Él me aseguró que estás bien y que simplemente requerías tiempo personal para adaptarte, considerando la mudanza y todo eso—añadió.

Mi corazón se hundió. Ese desgraciado había logrado llegar incluso a mi manager para manipular la narrativa a su favor. Intenté ocultar mi frustración y asentí, forzando una sonrisa.

—Sí, claro. Ha sido un tiempo un poco complicado, pero estoy bien—

Sarah asintió, pareciendo aliviada.

—Me alegra escuchar eso. Y sé que el desfile de hoy será espectacular. Ve y prepárate, estaré pendiente de ti—

Después de despedirme de Sarah, me encontré en el vestíbulo, buscando una oportunidad para hablar con la chica que parecía ser la acompañante de Bill, ¿Él la habrá secuestrado? Me acerqué a ella y le dije con una sonrisa tensa.

—Hola, soy Bella—dije, tratando de ocultar mi ansiedad.

Ella me miró con una expresión de conocimiento, como si supiera exactamente quién era.