¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❧ 𝚁𝚎𝚜𝚙𝚕𝚊𝚗𝚍𝚘𝚛 𝚍𝚎𝚕 𝚘𝚌𝚊𝚜𝚘 ☙
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era un día caluroso. Demasiado que comenzaba a nublar la vista de todos, quienes sedientos y llenos de sudor se tomaban breves descansos para reponer fuerzas. Sin darse cuenta ya comenzaba a atardecer, trayendo los últimos rayos, los cuales eran intensos.
— Oye, ¿Es este realmente nuestro trabajo? —se quejó Connie cargando una pesada viga. El sombrero de paja apenas y cubría su cabeza del fuerte sol.
— No. No tenemos porque hacerlo. —masculló Jean con desagrado. Sostenía un mazo y golpeaba la madera para que se adheriera al suelo—. Pero ese idiota dijo algo estúpido como que esto ayuda a entrenar nuestros cuerpos y al desarrollo de la Isla...—hizo referencia a Eren, quien estaba a unos pasos de distancia—. Y en cima se le ocurrió arrastrar a Freya con él. Apenas se recupera de su enfermedad.
La nombrada también sostenía un mazo y golpeaba las vigas. Estaba junto a Eren. Había insistido hasta el cansancio para acompañarlos, y aprovechándose de los sentimientos que aún perduraban en el moreno, lo convenció con facilidad. Sólo bastó batir sus pestañas y encender el brillo de sus ojos al mirarlo. Con eso tenía a Eren en la palma de su mano. Aunque si el no cedía tenía otras ideas para obligarlo a acceder.
— Actualmente, solo podemos sentarnos y esperar la respuesta de Hizuru. —dijo el castaño mirando a Mikasa. La pelinegra cargaba varios pedazos de madera sin oponer resistencia. Caminaba junto a Sasha, quien bebía agua desesperadamente y Armin intentaba detenerla ya que debía alcanzar para todos.
— ¿Hay alguna posibilidad de que eso ocurra? —Connie pareció rebuscar entre sus recuerdos. Con tantas cosas que pasaban era difícil recordarlas—. ¿Qué era...? ¿Algo sobre los derechos humanos de los Eldianos o la venta de los recursos?
— La cosa más importante es que hablemos con el mundo a través de Hizuru. —ignoró lo demás—. Y si mejoramos las relaciones nos convirtamos en un país por nosotros mismos. Entonces ni siquiera tendremos que depender del plan del retumbar...—miró a la rubia. Se había vuelto alguien callada y sus ojos estaban llenos de odio. Jean había olvidado cuando fue la última vez que se rió, pero aún así, atesoraba los agradables momentos que vivió junto a ella y esperaba volver a repetirlos—. Con eso, Freya no tendrá que sufrir entre esas circunstancias tan terribles. Pero por ahora solo tenemos que trabajar aquí mientras esperamos.
