Me levanto de la cama y comienzo a buscar mi uniforme.
—Issy, me daré una ducha. Hay un baño abajo para que te duches —dice Meg, tomando sus cosas.
—Ok —respondo, saliendo de la habitación.
Bajo las escaleras y me encuentro con Dylan, quien me recibe con una sonrisa pícara.
—Hola, linda —me dice acercándose, sus ojos brillando con esa mezcla de diversión y algo más.
—Hola —le devuelvo la sonrisa, aunque mi estómago da un pequeño salto.
—¿A dónde vas? —pregunta mientras acorta la distancia entre nosotros.
—A darme una ducha —respondo, sintiendo cómo el nerviosismo comienza a crecer en mi interior.
—Puedes ducharte en mi habitación, si quieres —sugiere, con ese tono pícaro que tanto lo caracteriza.
—Ja, obvio no —respondo riendo, tratando de quitarle importancia.
—Vamos, como si nunca te hubiera visto sin ropa —añade, mordiéndose el labio.
—Que no, Dylan —replico bajando las escaleras rápidamente, sintiendo mis mejillas arder.
Entro al baño, me desnudo y ajusto la perilla del agua. La temperatura está perfecta, tibia, justo como me gusta. Me meto en la ducha y dejo que el agua corra sobre mi cuerpo, tratando de relajarme después de esa extraña conversación. Cuando termino, me pongo el uniforme y salgo del baño. En la cocina, la mamá de Meg está preparando el desayuno.
—Hola, Issy —me saluda con una sonrisa cálida.
—Hola —respondo con una sonrisa tímida. Me siento cómoda aquí, como si esta casa me ofreciera la tranquilidad que tanto anhelo.
Subo nuevamente a la habitación de Meg.
—Toma, Issy, para que te cepilles el cabello —me dice Meg, alcanzándome una peineta.
—Gracias —le respondo, aceptando el gesto.
Nos arreglamos juntas y bajamos a desayunar. La mamá de Meg nos sirve avena con frutas; es amable, de esa manera en la que desearía que mi propia madre fuera.
—Issy, ¿quieres agua o jugo de naranja? —pregunta Meg mientras nos sentamos.
—Agua está bien —respondo, sonriendo.
Baja Dylan, quien se dirige al congelador para sacar una hamburguesa que calienta rápidamente.
—Hola, Issy —me dice al pasar, y me da un beso en la mejilla, lo que hace que me sonroje aún más.
Me pregunto por qué me saluda de nuevo si ya lo había hecho antes, pero no le doy más vueltas. Terminamos el desayuno y nos dirigimos al auto de Dylan. Meg se recuesta en mi hombro durante el trayecto al instituto. Cuando llegamos, Dylan me abraza y comenzamos a caminar juntos. Desde la distancia, noto la mirada de Henry, y está claramente molesto.
Un nudo se forma en mi estómago. ¿He sido injusta con Henry? Quizás debería disculparme. Mientras lo pienso, se acercan Kat y Cami, quienes me toman del brazo y comenzamos a caminar juntas.
—¿Tú y Dylan? —pregunta Cami, con una sonrisa curiosa.
—Le di una oportunidad —respondo, nerviosa, sintiendo que mis palabras no terminan de convencerme ni a mí.
—Issy, si es lo que realmente quieres, te apoyo —dice Kat, aunque su sonrisa se siente algo forzada.
—Obvio que Dylan te quiere —añade Cami con entusiasmo—. Lo vi triste el día que pasó todo. Él realmente siente algo por ti.
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El Fuck Boy (EDITANDO)
Romance-Pensé que teníamos algo-las lágrimas comenzaron a caer. -Pensaste?, enserio crees que yo me enamoraría de alguien y menos de ti solo quería acostarme contigo y lo logre. -Eres un idiota-digo con la voz entrecortada