Capitulo 4

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-¿A quien se le ocurre avisar media hora antes que esta llegando al país?- Pregunto cruzado de brazos mientras observaba a su hermano menor

-A mi.- Contestó riendo

-Ven a abrazarme.- Murmuro tratando de aparentar desinterés, aunque fallando estrepitosamente.

Jeongguk corrió a abrazar a su hermano mayor. No se veían hace casi seis años. La ausencia contraria se había hecho notar y eso se veía reflejado en el físico de ambos. Taehyung había comenzado a llorar en el cuello de su hermano y Jeongguk solo reía.

-Dijiste que no me habías extrañado.

-No lo hago.- Respondió mientras sollozaba.- Solo no vuelvas a irte.- Murmuro nuevamente

-Vine para quedarme.- Respondió con amor besando su sien.

La cena con sus padres había sido espléndida. Realmente seis años habían sido una eternidad, a pesar de las visitas recurrentes de sus padres a Suecia no era lo mismo que regresar a su hogar. Todo se sentía bien

-¿Amor ya conseguiste empleo?- Pregunto con curiosidad su madre cortando su filete

-Mama el doctor Thompson me recomendó personalmente al hospital de Seúl.- Dijo divertido.- Aunque recibí ofertas del hospital de Busan.

-Dime que aceptaste aquí en Seúl.- Comento con súplica

-Lo estoy pensando aún

-Ve donde estimes conveniente, ahora sólo debemos tomar un tren de dos horas para poder verte.- Comento con amabilidad su padre a lo que sonrío como respuesta

La partida de su abuela había dejado un gran vacío en el. Definitivamente había sido la parte más difícil y triste en su vida, sumando a ello un rechazo constante por parte de la única persona por la cual había tenido profundos sentimientos, los que hasta el día de hoy no sabía si estaban zanjados. La única solución que encontró a toda la pena que inundaba su alma fue volver a estudiar. La primera y única vez que tuvo que asistir un parto de alto riesgo había quedado encantado, fue ahí cuando se dio cuenta que su pasión y vocación eran los bebes. Con el apoyo de su familia volvió a estudiar pero prefirió hacerlo fuera. La pérdida de su madre como llamaba a su abuela, fue demasiada y la cercanía de su otra mitad, tampoco ayudaba. Irse era lo mejor y prometió no volver hasta terminar su nueva carrera. Había ejercido un año en Suecia y tenía las recomendaciones necesarias, solo necesitaba dar un examen en Corea y podría ejercer con toda libertad

- Antes de decidir me iré unos días a Busan, ¿No han vendido la casa de la abuela verdad?

-Esa casa es tuya, no tenemos poder sobre ella y tampoco la hubiéramos vendido.- Comento su madre con amor.

-Gracias

La cena terminó con palabras de amor para ambos hijos y felicitaciones por todo lo que habían logrado. Ambos se quedaron en casa de sus progenitores por lo tarde que era. Se sentían pequeños niños y tan alejado de la realidad no era. Las habitaciones estaban cerca por lo que un ruido en la madrugada despertó al menor de los hermanos.

-Taehyung...

El nombrado estaba abrazado al inodoro mientras vomitaba la cena de la noche anterior. Ante tal imagen Jeongguk se acercó y comenzó a acariciar su cabello

-¿Se lo has dicho a nuestros padres?

-Me entere hace unos días, la noticia la sigo procesando.- Murmuro con tristeza

Jeongguk rio enternecido por la actitud de su hermano mayor, definitivamente no esperaba aquella preciosa sorpresa. Había llegado en el momento perfecto

-Felicidades.- Comento mientras lo abrazaba

-Tengo miedo

-Es normal.- Respondió con cuidado y ayudándolo a lavar sus dientes.- Todos los padres tienen miedo, sobre todo los primerizos. ¿Fuiste al médico?

-Aun no, necesito estar listo para dar la noticia.

-¿Es por Jin?- Comento riendo

-Esparcirá la noticia por todos lados y tengo un problema que resolver.- Murmuro decaído

-¿Que problema?

-Jimin.- Susurro con tristeza y ante aquel nombre Jeongguk se tensó.- Hace poco le entregaron sus exámenes y no puede tener bebés. Me he sentido fatal estos días, el bebé no está llegando en el mejor momento.

-No digas eso, un bebe siempre es una bendición. El lo entenderá, y será feliz por ti y el pequeño que viene. No tengas miedo, Jimin jamás te juzgará.

-Gracias por escucharme

-Siempre estaré para ti.- Comento acompañándolo a su habitación. Ambos durmieron juntos como hace años atrás. Realmente se habían extrañado y necesitado

El miedo es nuestra barrera para asumir nuestra realidad, pero si yo pienso que esta bien y no hago daño, ¿porque me debería afectar la sociedad?

Belong to you | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora