El menor de los presentes se encontraba en la cocina buscando hielos cuando una pequeña figura apareció con un plato para rellenarlo. Pero no le hablo, mucho menos lo miro. Su autocontrol estaba llegando al límite, le costaba no poder observar a Jimin. No podía ser evidente. Taehyung jamás se lo perdonaría y Jimin tenía novio. Resignarse era una opción, y bien sabía que la culpa había sido suya.
-¿Piensas ignorarme toda la noche?- Pregunto divertido mientras montaba brochetas de carne para asarlas con posterioridad.
Jeongguk observó en la cocina buscando a alguien más, pero al parecer le hablaba a él.
-No te he ignorado.- Comento tomando la bolsa de hielo mientras la golpeaba en el mostrador
-Jmm
-Es verdad.- Comento esta vez mirándolo con seriedad.- Solo no se ha dado la ocasión para compartir supongo.- Dijo restándole importancia.
-Nunca has sido bueno mintiendo.- Dijo caminando hacia el bordeando la gran mesa.- Mucho menos siendo buen actor
Jeongguk se tensó ante su cercanía y dejó caer el paquete de hielos en la cubetera sin quitar la bolsa. Parecía un adolescente precoz en aquellos momentos, pero Jimin siempre había tenido un efecto en el.
Jimin al llegar a su lado se apoyó en la mesa y lo miró de la única forma en la que sabía que Jeongguk no podría negarle nada
-¿A que quieres llegar con todo esto?- Pregunto mientras soltaba un suspiro a la vez que cerraba sus ojos.
-¿Por que volviste?- Pregunto con su corazón latiendo a mil, y su respiración entre cortada.
El silencio se hacía presente y la mirada de Jeongguk no ayudaba a su corazón que de las cenizas había vuelto a resurgir. Al no ver respuesta del menor hizo el amago de irse pero una mano en su muñeca se lo impidió. Antes de girarse, observó la mano de Jeongguk y el brazalete que llevaba en el. Un regalo que le había otorgado en su licenciatura cuando se había graduado como enfermero, no pensó por un instante que aún lo conservara y menos que la llevara puesta. Al girarse completamente pudo observar el serio rostro de Jeongguk y que su respuesta podría significar una de dos cosas, que su vida siguiera el mismo camino de la rutina y la monotonía o bien, vendría a ser un tornado y pondría su vida de cabeza. Y Jimin sabía muy bien, que anhelaba la segunda opción.
El castaño lentamente acercó al pequeño chico hacia el, hasta que quedaron a centímetros y solo sus narices se rozaban. Su corazón se sentía pleno y escuchaba cada palpitación por sobre todo ruido, sin embargo aquella cercanía, también generaba un vacío interminable de emociones. Una vez soltara a Jimin, todo se vendría abajo y debería continuar con su vida normal. Pero solo por esta vez, se permitiría responder aquella pregunta que todos le hacían pero el se había guardado para contestar a la única persona merecedora de aquella respuesta.
-Volví por ti.- Susurro sobre sus labios.
Tal cercanía los estaba volviendo locos, pero ninguno tenía intenciones de separarse aunque fuera un centímetro. Ambos lo anhelaban, pero Jeongguk sabía cual era su lugar y no era junto a Jimin, por lo que lentamente comenzó a separarse sin contar con que el rubio lo volvería a jalar y juntaría sus labios en un beso arrebatador cargado de sentimientos, pero por sobretodo nostalgia. Jimin sostenía fuertemente la camisa de Jeongguk mientras este, se mantenía petrificado en su lugar sin dar cabida a lo que realmente estaba sucediendo por lo que ante tal respuesta, o bien decir, nula respuesta. Jimin separo sus labios con decepción y bajo la mirada. Su orgullo estaba herido y le dolía lo suficiente como para llorar.
-Perdón.- Susurro bajito mientras comenzaba a caminar.
-¿Adonde vas?- Dijo rápidamente y con audacia el castaño para tomar la boca de Jimin con devoción y corresponder el beso, aunque fuese segundos más tarde. En esta ocasión no fue un toque como Jimin le había dado, fue un beso que los hizo jadear al primer instante y suspirar con el correr de los segundos mientras invadían las cavidades contrarias con ímpetu. Jimin gemía en cada ocasión que la lengua de Jeongguk masajeaba con avidez su lengua y cavidad. Olvidaron la fiesta y a sus amigos, solo eran ellos contra muchos años separados y un beso no sería suficiente. Ahora que volvían a tenerse, nada seria suficiente y ambos lo sabían.
Eran la perdición del contrario
Cuando tu realidad es igual a la fantasía que creaste con tanto anhelo, te sientes levitar
Al fin, no me aguante jajaja. Nos leemos
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Belong to you | KOOKMIN
Hayran KurguEl mayor anhelo de Park Jimin es convertirse en padre, ser infértil es su obstáculo y el nulo apoyo por parte de su pareja entierra sus sueños que esperan ser liberados por la persona correcta.