♦Twisted Wonderland boyfriend material♣

One Short

“No es ni un As, ni un dos, eres tu que robó mi corazón”

La femenina sonrió sin darse cuenta, y en seguida sintió un leve calor en sus mejillas. Miró nuevamente la nota, solo era un post-it color naranja, sin firma ni marca. La letra era bastante prolija y hecha a la clásica pluma de la escuela. Pensó que era una broma, pero de todas formas guardó el papel en su bolsillo, era un acto bonito.

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Ambos estudiantes de Onboro caminaban mientras hablaban de un pequeño problema donde otro estudiante casi queda rostizado por la culpa de Grimm, y como éste no debía hacerlo más o sino él director los podía hechar.
La chica suspendió cansada y algo adolorida, hoy definitivamente no fue su día.

Se posiciona frente a su casillero y lo abre, dejado caer una nota.

“Y sin darme cuenta, mi corazón ya estaba dando vueltas al ver un ángel como tu en la escuela”

Miró a los costados, intentando ver a alguien riéndose, si era una broma quería que mejor pararan. Pero al no ver a nadie pensó a que a lo mejor no era una broma...

«— ¿De mí? Que estúpido»

Guardó él papel sin firma en su bolsillo y después de tomar sus cosas cerró él casillero.

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“Quiero ser tu reloj para así tener tu tiempo”

Guardó él papel en su bolsillo otra vez. Éste no tenía nada fuera de lo normal, ya le había buscado alguna señal pero no había nada, ni siquiera tenía una esquina doblada.

Levantó la cabeza y vio como su senpai pelinaranja la saludaba, ella correspondió con una sonrisa y luego se retiró.

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Los días iban pasando y todo fue tan rápido que ya había pasado aproximadamente un mes. Y todo habían vuelto a la normalidad, por suerte ya no tenía que ir a ver a sus amigos a entrenar, no era que odiara hacerlo, pero siempre que Vil le decía algo sobre su apariencia le deprimía, aunque sabía que era verdad. Algo que habían ayudado a sobrellevar toda sus situación fueron esas pequeñas notitas que siempre alguien le dejaba en su casillero, todos los días sin falta. Ese chico tenía talento, y con todo él tema del evento ya se habían olvidado si todo era una simple broma o no, de todas formas esas notas siempre le alegraban él corazón.

Debía preguntar quien era él chico misterioso, sí o sí, así que sin decirle a nadie sobre esas notas así lo hizo.

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“¿Quién eres?”

Fácil, corto y sencillo.

Si, tal vez esa pregunta se podía describir así pero los sentimientos del pelinaranja no podían ser más contrarios.

¿Cómo es que una simple pregunta le hiciera sentir tantas emociones? Él debía ser quien causará emociones bonitas a la chica, no en viceversa.

—Hey, Cater —escucha como lo llaman y sube su mirada, encontrándose a su vicelíder— ¿Te encuentras bien?

Se acomoda en su silla y suspira.