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-¡Emily, ya es tarde!

El grito de su madre hizo que la chica se despertara, mira su despertador y pega un brinco, se le estaba haciendo muy tarde, entra a la ducha dispuesta a limpiar su cuerpo en 5 minutos o menos, pero el agua fría siempre sale primero.
Mientras tanto, Karchez se miraba en su espejo, peina su cabello levemente y sale de su casa con su mochila en mano.

-¿Ya te vas? -su madre le mira.

-Si, este... hoy va a venir una amiga para hacer un trabajo, ¿no te molesta?

-Voy a cocinar yo, no quiero que la intoxiques como lo hiciste con Axozer.

-Yo no sabía que la sal y el azúcar se parecían tanto... joder. -ríe.

-Venga, que se te va a hacer tarde.

El castaño sale de su casa de manera alegre dispuesto a caminar hacia su bachillerato, ver como el sol asomaba sus primeros rayos de luz le tranquilizaba y le daba ánimos.
Después de caminar 4 manzanas, el de sudadera morada llega a su bachillerato y a su salón de clases, quedaban pocos minutos para que sonara la campana y Emi aún no llegaba.

-Karchez, ¿no miraste a Emily en el pasillo? -Rose llama la atención del castaño.

-Eh... no, no, no la he visto. -se sienta en su lugar.

-¿Preocupado, Karchecito? -Raptor sonríe.

-No, ¿por qué debe-

-Profesor -toca la puerta-, ¿puedo pasar?

La pequeña había llegado 5 minutos tarde y al profesor de Matemáticas no le agradaba eso para nada, la impuntualidad era un pecado para él; ella estaba roja, con su cabello húmedo y alborotado, su uniforme estaba perfecto... pero no tenía sudadera.

-Emily Moreno, a la oficina del director. -el profesor exclama.

-Pero

-Sin peros, a la oficina.

Era la primera vez que llegaba tarde, ¿no se lo iba a perdonar? Entregaba todo a tiempo, respondía todo ¿y no le perdona cuando faltan 2 semanas para la graduación? La vista de la chica se enfoca en el suelo y retrocede para encaminarse a la dirección.
Karchez alza la mano.

-Dígame.

-¿Puedo salir un momento? Mi madre me está llamando. -muestra su móvil por un segundo.

-Tiene 3 minutos.

Él sale rápidamente, la silueta de la pequeña no estaba muy lejos, se quita su sudadera y corre hacia ella.

-Emily, toma. -llama su atención.

-¿Por qué? -se sonroja levemente.

-Hace un poco de frío y la necesitas más que yo, además... te queda guay -alborota el cabello de la chica-, bueno, volveré al salón.

Dear Sunset LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora