Dear Sunset Lover

19

[00:26, Miércoles]

-Pero se ha quedado dormida. -Vórtex ríe levemente mirando a Emi.

-Déjala, que con tus gritos se despierta. -Karchez ríe y abriga a la chica.

-¿Ya le has dicho al chat? Sobre eso.

-Ah si, les he dicho todos mis planes, lo de los delfines de hoy, etcétera... aún no entiendo como Emi se pudo fijar en un chaval con sobrepeso. -niega divertido.

-El amor no ve el físico, Karchez, ahora sigue jugando.

[7:00 a.m.]

-¿Qué tal les fue con el juego? Perdón por dormirme. -Emi bosteza y vuelve a cerrar los ojos.

-Bien, varios sustos, pero bien. -Karchez abraza a la chica y besa su cabello.

-¿Tendría que alegrarme por eso? Pero bueno, tengo que irme para arreglarme para nuestra cita. -sonríe y despeina al más grande.

-Eh, con mi pelo no, pero con el tuyo si. -pronuncia el platinado para despeinar a la chica.

-No, we, no me quería peinar. -hace un pequeño puchero y se cruza de brazos sentándose en la cama.

-Ya, perdón, wey, te quiero mucho. -él besa su frente.

-Nos vemos allá a las 11 -ella besa su mejilla-, y rasúrate esa barba y bigote. -se levanta de la cama.

-¡Nunca!

La chica ríe y sale de la habitación después de ponerse su calzado, se despide de los padres de Karchez y sale de la casa rumbo a la suya, caminaba con felicidad y emoción, era, por así decirlo, su primera cita con William, digo, Karchez, no sabía que se pondría, solo sabía que se la iba a pasar bien a su lado.

-¿Ya te llegó el correo? -pregunta su madre.

-No, papá, llega el viernes.

-Llega a media noche por lo que he leído. -exclama su padre con seriedad.

-Pues esperaremos.

-Ya verás que si quedas, deberías ir preparando tus maletas, entre más rápido te adaptes, mejor. -habla su madre y bebe su jugo.

-Pero es verano, quedan muchas semanas para iniciar clases. -mira a sus padres con algo de preocupación.

-Como dijo tu madre, entre más rápido te adaptes, mejor.

La chica se levanta de la mesa, coge sus cosas, sale de la casa, sube a su auto y conduce con el cinturón de seguridad y con un peso encima gigante.
Al llegar al Zoo Aquarium, respira hondo e intenta tranquilizarse, pero aquel nudo en su garganta no se iba, mira como Karchez se acerca a ella y aclara su voz, baja del coche y se acerca a él.

-Que rápido llegas. -bromea ella.

-Mi madre ha tenido que traerme y está esperándome por si acaso.

-Hala, no confía en mi Jesucristo. -ríe y le toma la mano para entrar.

-He echo una cita para poder nadar con los delfines porque dicen que no se pueden.

-¿Entonces estamos haciendo algo ilegal?

-En parte no, porque pedí permiso, ¿sabes?

-¿Entendieron todo? -pregunta la entrenadora de delfines.

-Podría decirse que si. -dice Emi un poco nerviosa.

-Venga, será divertido. -Karchez ríe y se mete al agua.

-Está bien.

Emily suspira y se introduce lentamente al agua, Karchez niega divertido, la toma de la cintura y besa su nariz, observa como los cuatro delfines nadan alrededor de ellos dos.

-Pueden darles besos, si quieren. -exclama la entrenadora.

-Adiós -bromea Emi y se acerca a uno de los delfines para darle un beso-, we, se siente tan lindo.

-Es mi turno, es mi turno.

Karchez se acerca a otro delfín y este lo impulsa hacia la chica haciendo que ambos soltaran varias carcajadas.

-Este delfín sabe cosas.

-Beso, beso, beso. -exige Emi.

-Venga va, solo si un delfín se deja.

-Esperando estoy.

Él se vuelve a acercar a un delfín y, ésta vez, si se deja dar un beso, se vuelve a acercar a la chica y le da un beso en la mejilla.

-No hay piel más suave que la tuya, de verdad.

Emi llega agotada a su casa, tanto que no llegó a su habitación, se deja caer sobre el sofá más grande de la sala y suspira pesadamente.

-Hija, tenemos que hablar. -pronuncia su padre.

-Dime papá.

-No me gusta que salgas tanto con ese chico Carlos.

-¿Qué? -balbucea con tristeza.