Capítulo 10: Baile loco

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—¡¿Acaso estás loca?!— es lo primero que oigo de mi mellizo en cuanto abre la puerta.

Mi ropa empapada hace que estornude.

—Achuuu— él me mira preocupado.

—¿Por qué te mojaste? Y lo mejor ¿Por qué ahora estás con Ben? ¿Y el chico de enfrente?.

—Vale, vale, te explicaré todo, si me dejas pasar— negocio y él asiente.

Ambos entramos y Tom nos busca dos toallas para secarnos un poco.

—Tati, estoy esperando una respuesta. Mamá me va a matar— refunfuña.

—Tranquilo. Estábamos en la cafetería, pero, Diego se sintió mal...—lo excuso—...y se tuvo que ir a su casa, en el camino me encontré a Ben, nos entretuvimos charlando y cuando empezó a llover, corrimos hacia acá— explique detalladamente.

—Hola— el trigueño le da una sonrisa de oreja a oreja a Tom.

—Ven acá— toma su mano para luego apretarlo en un abrazo.

—Bueno, no quiero interrumpir su interesante reencuentro así que iré a ducharme. Tom, préstale ropa a Ben y que se cambie— ordeno y ambos asienten.

Subo las escaleras y se me escapa otro estornudo «Mañana estaré enferma».

Me escabulló dentro de mi baño y me desnudo para tomar una ducha relajante de agua caliente.

El humo hace que las paredes se empañen «siempre me ha gustado bañarme con el agua muy caliente» enjabono con suavidad mi cuerpo y lavo mi rizado cabello castaño.

Mientras la lluvia artificial cae por mi cuerpo, recorriéndome lentamente medito él día de hoy.

—Imbécil— susurro para mi.

«No puedo culparlo, fui yo quien le dijo que aquí podía ser quien quisiera, y él sinceramente quiere ser popular».

Después de alrededor de una hora, salgo envuelta en un albornoz rosa. Al final me decidí en que, voy a perdonarlo y aceptarlo así, ahora me doy cuenta de que me gusta y eso es lo que hace el amor ¿no? Aceptar con virtudes y defectos.

Me recuesto en mi cama y abro mi portátil, en el hay un mensaje de hace algunas horas.

Geme🌼: Tatiii, te necesito. Cuando termine el insti voy a tu casa.

Le doy el visto bueno y le digo que me traiga chocolates porque estoy algo enferma.

Mi nariz esta taponada «por la gripe que al parecer pescaré» y mis ojos se achinan mientras río viendo un pequeño maratón de Friends.

Un grito secundado de un golpe me hacen detener la serie. Bajo corriendo las escaleras y por poco aterrizo de cara en el suelo.

—¿Qué pasa?— me alarmó al ver a Ben tocándose la parte trasera de su cuello y a mi hermano con un paquete enorme de galletas con forma de animales.

—Este idiota quiso acabar con mi reserva de galletitas— frunzo mi ceño.

—¿Es en serio? ¿Por esa tontería le pegas? Y lo peor ¿por qué buscas un diminutivo de galleta?— él se encoje de hombros— ¿Estás bien tonto?— me refiero al trigueño.

—Perfectamente, ahora...— se aproxima peligrosamente a Tom—...Dame eso— se las quita de las manos haciendo que mi hermano lo persiga por toda la sala.

—Definitivamente, son unos descerebrados— ruedo mis ojos y subo lentamente a mi habitación.

Mi cabeza comienza a doler, me tomo una pastilla y me recuesto en la cama donde caigo rendida en los brazos de Morfeo.

Creciendo Con Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora