Marinette Apareció

4.7K 409 122
                                    

Adrien tomó a su gato en brazos y miró sus azules ojos fijamente, teniendo todo lo antes buscado en el escritorio.

-Vamos a volverte humana denuevo.

Le dijo con una sonrisa reconfortante, a lo que ella solo soltó un maullido corto.

El chico con ánimos de comenzar a efectuar el plan, miró los aretes que tenía que poner sobre sus NO  perforadas orejas, con el fin de transformarse en Mister Bug y efectuar el plan, borrando su sonrisa al instante.

¿Por qué la vida era tan difícil?

-Oh no Agreste, parece que vamos a tener que perforarte las orejas.

Le dijo Plagg activando su cataclismo en su micro manita, ganandose un maullido fuerte y grave del gatito que los veía a sus pies.

-Agh. Ni que se fuera a acabar el mundo por esto.

Respondió el kwami al haber sido reprendido por la peludita, reabsorbiendo su destrucción una ocasión más.

Adrien simplemente observaba como los dos kwamis miraban como un león a una gacela, a su delicada y no perforada oreja.

Pensó en refugiarse en la azul mirada de su peluda amada pero se encontró con ella mirando fijamente a sus orejas ¿Afilando sus garras?

Fué en ese momento donde cubrió sus orejas sintiendose más inseguro que un pez dorado nadando en aguas de tiburones.

¿Por qué todos los ojos que estaban en esa habitación estaban postrados sobre sus completas orejas?

Tikki, Plagg y Marinette se acercaron lentamente con una sonrisa de terror (menos el gato) mientras el ojiverde retrocedía asustado, mojando su pantalón al sentir pared a su espalda.

Estaba acorralado.

-¡Atrapenme!

Y maullando una disculpa, su adorada Ponchito le propinó un peludito golpe con su patita directo a la cabeza, dejandolo inconciente por unos minutos.

¿Desde cuando los gatos tenían tanta fuerza?
.
.
.

Un mensaje de Sabine preguntando si tenía noticias sobre su hija, llegó al celular de un perforado chico, sabiendo que por más que no sintiera las orejas, tenía que devolverle al mundo a Marinette.

La ex azabache se sintió algo mal al leer el mensaje de su madre, pensando.

¿Cómo la pasaron su familia y sus amigos con su desaparición? ¿Qué cosas horribles pensaron que le pudo haber pasado? ¿Cómo explicarles que fué convertida en el gato de un millonario?

- Dime "miau" si estoy en lo correcto ¿Solo debo de lanzar el espejo y la akumatizada y tu regresarán a la normalidad?

La contraria maulló siendo ese el timbre de salida para el ojiverde.
.
.
.

Sus ojos enmascarados en aquel balcón miraron como las catarinas comenzaban a recorrer los objetos, centrando su atención en su adorada gatita.

No lo podía creer ¡Al fin estaba sucediendo!

Ante sus ojos estaba en cuerpo humano, la persona que amaba. Marinette había regresado a la normalidad.

Sin importarle un poco que a su lado estuviera la confundida chica que era un collar,  con su fuerte emocion le dió un abrazo profundo, dejando esconder en su cuello sus ojos llorosos y las lágrimas que resbalaban su rojiza mascara.

-Marinette, finalmente eres tú.

Palpó su espalda delgada atravéz de la chaqueta que aún conservaba y sintiendo alrededor de su cuello sus largas manos, sonrió agradecido.

-Adrien.

Le susurró feliz, siendo esa la primera palabra que había pronunciado en mucho tiempo.

De la nada se escuchó a su derecha una voz femenina que los sacó de su burbuja.

-¿Qué pasó?

Era la persona que había sido akumatizada.

-Mister Bug, debería llevarla a casa.

Le dijo mientras se separaban con dolor, apresurandose a llevarla a su hogar, haciéndole preguntas necesarias.

Marinette al verlo partir sonrió al sentir su cuerpo.

Tocó sus costillas y su clavícula, su mano se deslizó por sus caderas y sonrió al sentir sus cabellos tocar sus hombros.

Por fín había regresado a la normalidad.

-Ponchito.

La llamó Plagg con sizaña y esta inconscientemente giró a mirarlo ya que se había sentido llamada.

¡Rayos! Tenía que dejar de responder cuando la llamaran de esa manera.

-Jamás vuelvas a decirme así. Antes prefiero que Adrien me llame amiga.

Espetó con enojo, recordando todo lo que le hizo pasar siendo gato.

Eso le había recordado algo. Había prometido venganza y dulce venganza iba a cobrar.

Nada en el mundo iba a detener a la furia de Ponch... digo Marinette.

Absolutamente nada, ni nadie.

Sintió unas manos enguantadas rodear su cintura con apego y girando a mirar al responsable, sonrió.

Finalmente solos, él se acercó a sus labios y la besó con necesidad y añoranza, dejandose llevar por el compás del mismo, sintiendo como su pecho parecía estallar al besarse denuevo en mucho tiempo.

Sin quererlo se separaron y miraron a los ojos, agradecidos de finalmente estar de esa manera.

Las piernas de Marinette habían dejado de funcionar, dejándose caer sobre el.

Iba a vengarse, pero por el momento lo iba a besar de nuevo.

Finalmente Marinette apareció.

Fin.

Y se acabo esta bonita historia :)

Como me sobraron ideas, esperen el epílogo.

Ojalá les haya gustado esta historia, tanto como a mi me gustaba escribirla.

En fin, disfruten.

Marinette desaparecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora