Hijos de sus miaus

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Pov Marinette.

Ser el gato de Adrien no es tan malo como parece.

Le puedo quitar su comida, hacerle bromas, dormir con el, verlo con poca ropa y espiarlo mejor.

¿Qué esperaban? Seré un gato ahora,  pero sigo siendo la misma Marinette que stalkea y acosa a su novio.

Adrien.

Me da lastima ver como llora por las noches y como me busca sin cesar, pero ñeee, se lo merece por idiota despistado.

En fin, mi pasatiempo favorito de gato es atrapar las mariposas que salen de la oficina de Gabriel Agreste.

Me recuerdan a los Akumas purificados. Tan lindas.

Pov normal.

Ponchito estaba tratando de alcanzar a una mariposa que volaba alto, después de haber roto el juguete que le había hecho Adrien.

De pronto llegaron Gabriel Agreste seguido de Nathalie, quienes llegaron y se enfocaron directamente con el único gato que había en la sala.

"Hasta siendo un gato me adoran mis suegritos" pensó Marinette.

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Marinette estaba enojada. Demasiado enojada

¿Por qué? Sencillo, la estaban llevando en un coche.

Lo se, nada malo ¿verdad? La estaban llevando en un coche para ver a un gato.

El problema era que la estaban llevando en un coche, para ver a un gato, con el fin de reproducir la especie.

¡La estaban llevando a reproducir con un gato! Sencillo.

-¡Pero que les pasa!- gritaba la muy enojada gata, claramente a maullidos- Ni si quiera conosco al gato ¡Ni siquiera soy un gato!- maullaba mientras aruñaba la jaula.

"Por lo menos Adrien esta de mi lado" pensó Marinette para reconfortarse.

-Piensalo, vas a tener gata-nietos- dijo Gabriel avergonzado de decir tales palabras y Nathalie simplemente estaba llorando de tanto aguantarse la risa.

Adrien parecía estar aceptando, cosa que preocupó a Marinette.

-¿Estas aceptando? ¡Ni se te ocurra Agreste o terminamos!- dijo al ver que parecía estar asintiendo levemente.

Marinette se preocupó.

-¡No aceptes, no aceptes, no aceptes!- maullaba Marinette casi en súplica, mientras que el sonido rompe timpanos de las garras clavadas en el plastico, sonaba.

Adrien le dirigió la mirada a la gata,  luego a su padre,  y pronunció su respuesta.

-Tienes razón- y con esas dos palabras de Adrien, Marinette se puso furica.

-¡Ahora si me enojé! Hijos de sus miaus, mal novio, abuso animal ¡Soy tu novia! ¿Qué me decias de ser gata monja? Esto no se va a quedar así-  maullaba mientras daba brincos golpeando fuertemente la jaula, totalmente erizada.
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Marinette se encontraba dentro de una jaula grande,  junto con el otro gato que era enorme.

-¿Y como te llamas?- maullaba el Señor Michifus quien estaba intentando hablar con la bautizada Ponchito.

Marinette solo rodó los ojos.

-No te conviene que hablemos- le respondió la gata friamente tratando de controlar su enojo lo más que podía.

El gato dió una pisada para acercarse un poco a ella, ella no se inmuto en lo más minimo.

-Yo me llamo Señor Michifus y odio a mis mascotas los humanos- respondió captando la atención de Marinette quien simplemente lo miró raro.

El gato dió otra pisada, acortando un poco más la distancia,  Marinette simplemente lo observó de arriba a abajo con toda la indiferencia que un humano convertido en gato podía tener y siguió acicalandose.

-¿Quién te crees, los aristogatos?- le preguntó la ahora Ponchito al gato.

Marinette vió la cara que se formo en el gato y continuó ahora más decidida.

-¿Seguro quieres hablar?-preguntó la de ojos azules y el gato aceptó.

Ya antes le había dado una advertencia al gato, entonces... ¿si podía acabar con su paz mental no?

-Entonces hablemos- hizo una pausa y tomó aire- Eres gordo, eres feo, tu nombre es ridiculo, solo quieres reproducirte, eres un personaje secundario, no te conosco, tu eres la mascota, hueles raro, das miedo,...

Y así siguió hasta que el gato se arrinconó, traumado.

Marinette se posicionó en el centro de la jaula y comenzó a acicarlarse.

-Volteate que me estoy bañando, sucio- le dijo al gato quien la miraba  aterrorizado.

-No te acicalas bien- le dijo el Señor Michifus para defenderse un poco, luego se arrepintió de por vida.

Marinette volteó su ahora peludo cuello lentamente. Volteó su cuerpo, sacó sus garras y dió una sonrisa espeluznante.

-Usted no aprende- maulló Marinette y el gato solo cerró sus ojos.

Y así el llanto de un arañado gato hizo que Adrien y todos los demás llegaran donde ellos, encontrando así a un arañado y traumado Señor Michifus, y una muy tranquila Ponchito que miraba feliz a su orgulloso amo Adrien.
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-¡Hey mi galleta!- fué el reclamo de Adrien al ver a una pequeña ladrona de galletas voladora de color rojo, quien había hecho aparición mientras cepillaba a la bautizada Ponchito.

-Alimentame tirano- le dijo Tikki al rubio quien parecia empezar a procesar todo.

Ahora que recordaba ¿Por qué tenía a Tikki desde hace 3 semanas y por qué sentía que algo importante se le olvidaba?

Siguió cepillando el pelo de la gatita como de costumbre pero quedó muy pensativo.

Habla ahora o calla para siempre ¿No?

-Tikki- le llamo y ello giró su pequeña cabeza hacia donde el- ¿Por qué estas conmigo desde hace semanas?- le preguntó un poco impaciente de la respuesta.

Tikki sonrió y se acercó a Adrien un poco.

-Por ti- dijo, tomó otra galleta y se fué al cajón del cual se apoderó desde que llegó.

-No me digas que... entonces no fué un sueño- le dijo Adrien a Plagg quien solamente negaba con decepción.

-Idiota- dijieron todos al mismo tiempo, hasta Marinette a maullidos.

En fin, el idiota recordó.

Pov Marinette

Nunca sean un gato,  y si tienen la desdicha se serlo, nunca sean de los Agreste.

Nunca creí decirlo, pero por primera vez preferí estar en un examen de Química avanzada que en una jaula traumando a un gato.

Me siento un poco mal por el Señor Michifus...

Mentira, puedo vivir con eso.

Mientras tanto en otra mansión de Paris.

Un gato gordo estaba hecho bolita (bolota) en un rincon de la habitación,  mesiendose de un lado a otro con la mirada perdida.

Continuara...

¿Las mariposas con las que juega Marinette no son sospechosas?

En fin, disfruten de la gata Ponchito.

Marinette desaparecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora