Aquellas Veces

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Hoy me voy a poner tremendamente melancólica, no os lo voy a negar, pero es necesario puesto que no estoy bien para tomarme las cosas en general de otra manera.

El psicólogo a veces no lo necesitas los días que lo tienes. A veces simplemente tienes un día triste y necesitas a alguien con quien hablar que no sea cercano, para no sentir vergüenza. A veces no aprovechas la sesión porque estás demasiado feliz para sacar todo con honestidad. 

Soy una persona que da muchas oportunidades, así que en vez de sacar toda la mierda que tengo sobre ti en el interior, si ese día no me has tratado mal, no lo haré aunque probablemente fuera conveniente. 

Cuando tenía 11 años, uno de mis bullys me regaló un cuaderno de pegatinas que no necesitaba y le habían dado a la entrada del colegio. El resto del día se la pasaba burlándose de mi, e insultándome. Es algo que no crees que pasa factura hasta que te ves en una clase llena de gente que se ríe contigo, pero piensas que se ríen de ti porque has sufrido mucho.

A lo que iba, el tema es que yo iba a hablar de las cosas que me hacía al día siguiente, pero me sentí mal, a pesar de que el daño que me hacía era considerablemente más grande que una mierda de libreta de cromos, porque me sentí agradecida con él y pensé que le iba a caer una buena regañina y castigo de mi parte a pesar de que me había regalado algo. 

Yo se lo comenté a mi madre y ella, lógicamente, me dijo que o iba yo a decir lo que pasaba o iría ella.

Para que veáis como funciona mi mente. Ahora la situación no son bullys que me regalan libretas, pero por supuesto (no todas) he tenido relaciones sentimentales basadas en ese tipo de oportunidades, y amistades. 

En general en mis relaciones sociales, da igual cuanto daño me hagas porque si me tratas una vez bien te perdono y te pongo la cuenta a 0. Y el otro día me di cuenta, porque cuando hablé con mi madre ella me dijo de una manera muy triste que estaba muy orgullosa de que supiera darle tantas oportunidades a la gente.

Ella no lo enlazó con el capullo que me acosaba en primaria, ni con los capullos que en 2º de la eso me trataban a patadas pero cuando me empezaron a tratar bien decidí perdonar, pero yo sí.

Bueno, para ir al meollo de por qué hablo de esto ahora, por las amigas de la uni.

Prácticamente inexistentes.

No me considero tonta, así que no es muy difícil catarse de los movimientos que tienen las chicas de la uni para conmigo.

El tema es que, el nuevo semestre empezó hace tres días y solo he intercambiado dos palabras con tres de ellas. Con las otras dos no, pero de esas son de las que vengo a quejarme porque eran de las que esperaba un mínimo.

Básicamente, cada día en la universidad es un reto para no sentirme sola nuevo. Pero es muy difícil cuando las tres compañeras que te rodean ni siquiera te dan los buenos días.

En fin, nadie me conoce. Les puedo contar literalmente cualquier invento de mi vida que ellas solo lo van a meter en el archivo. Yo puedo decir cosas buenas y malas de las cinco, y datazos de las cinco. Puedo preguntarles sobre sus asuntos porque se que asuntos tienen.

El tema es que en la pasada semana de exámenes, al salir, yo y una de las chicas que no me ignoran del todo mantuvimos una extensa conversación mientras yo la acompañaba esperando al bus. 

Cualquier persona a la que la llevan ignorando un cuatri no hace eso, pero yo no tenía prisa y da igual hacerla un favor de vez en cuando, ¿no?

El tema es que hablar bien de que tal nos va en la vida al final me hizo ilusionarme con la idea de que tal vez si podíamos llegar a ser amigas. Ella no se ha preocupado de conocerme o de intentarlo, pero una vez más, pensé que era otra oportunidad que le debía de dar. 

Hoy, ella y su bff de la uni se han puesto a hablar de los planes que tenían esta tarde juntas en los que no pensaban incluirme. Lo que me pareció muy hipócrita por su parte, ya que eso es lo que criticaban de las otras tres chicas.

Yo pensaba que hablaban del viernes y pensé que ya me ofrecerían ir aunque fuera por cortesía pero sorpresa: no, de hecho hablaban de quedar por mi zona y no me estaban incluyendo. Yo incluso intentaba intervenir para que se dieran cuenta de que estaba delante y que podían invitarme pero no.

Luego, la misma chica de la conversación larga mientras esperaba al bus, le ha repetido a la bff como 8 veces delante mía lo ilusionada que está su madre en conocerla. Tipo, hey? I'm here

Pero las tengo que dar una oportunidad porque de lo contrario si que estaré verdaderamente sola. Hace mucho que no sé donde perdí los amigos, ni que hice para perderlos.

QuejasWhere stories live. Discover now