La Vie Au Lycée

Capítulo 9: " Atrapados"

Vera Nair

Me estoy aburriendo, supuestamente hoy teníamos servicio social y nos quedamos después de la hora de salida, por lo general nos avisan cuando llegan por nosotros, pero nuestros jefes y/o tutores nos dijeron que hoy no había nada, después nos llamaron los profes y resulta que se equivicaron de horario y nos quedaremos un largo tiempo acá encerrados, ni siquiera podemos ir al patio, aunque este lugar es enorme, el otro año vamos a estudiar en el segundo piso, pero subimos para el auditorio, una parte de la biblioteca y en ocasiones cuando ayudamos a los maestros a llevar sus cosas, debo buscar a Aesop, no quiero que se lleve una mala imagen de mí de la vez pasada, pero no lo veo, pensé en ir a la biblioteca a buscar mi botella de agua que se me quedó.

Aesop: Espera Joseph- será posible?, tomé mi botella y me escondí en los armarios de los libros, como escuché que no está solo, es mejor dejarlo, aunque es extraño, Joseph es el chico más rudo de la clase, una parte del curso le teme incluyéndome, ¿cómo él no?, ya no es tan tímido como antes, pero no lo entiendo- entiendo que estes feliz porque tus padres me aceptaron, pero ¿no crees que es mejor esperar a que estemos en casa?- ¿aceptar?

Joseph: Ayer no pudimos hacerlo, aprovechemos que nos quedaremos un largo rato- escucho sonidos de ropa y los suspiros de Aesop- además vas a ser  mi "esposa",  por eso te traje aquí, nadie vendría a este lugar- cometí el error de venir, si intento irme sabrán que estoy aquí, eso explica todo, Aesop es la mujer de Joseph, de verdad soy una idiota.

Joseph Desaulniers

Ok, lo admito, no esperaba que nuestra primera vez fuera en el colegio, pero lo que pasó lo tomaré como una oportunidad, recosté a Aesop sobre el escritorio de la bibliotecaria, esa mujer no ha venido en casi 3 meses, así que podemos tomarlo prestado, empecé a besar y lamer su cuello, cuando desabotoné su camiseta empecé a dejar marcas en su pecho, solo yo puedo ver eso, enseguida empecé a lamer sus pezones, cuando empezó a soltar gemidos pequeños me dió ternura, de ahí bajé y sin pensarlo le quité sus pantalones y su ropa interior, pero por instinto cerró sus piernas.

Joseph: Tranquilo querido, seré gentil- tomó aire y lentamente las abrió, lamí tres dedos y empece a insertar uno en su entrada, empecé a moverlo lento y con cuidado para evitar lastimarlo, metí el segundo y empecé a buscar ese punto.

Aesop: Joseph~- al ver como levantaba más las rodillas, supe que lo había encontrado, continue masajeando, cuando metí el tercer dedo acomodé una de sus piernas sobre mis hombros y recosté mi cabeza sobre esta, cuando sentí que ya estaba bien preparado retiré mis dedos y me volví a frotar, solo que esta vez sin ropa, se siente mejor, metí mi miembro poco a poco, cuando ya entró empecé a besar sus mejillas.

Joseph: Ya hicimos la parte más difícil- sentí como se calmaba y se acostumbraba a mi tamaño, volví a lamer su cuello, de verdad quiero dejar mi marca pero los demás empezarán a interrogarlo y no quiero eso.

Aesop: Joseph ya te puedes mover- con esa confirmación empecé a moverme lento y calmado, con el tiempo empecé a moverme más rápido- AHH~- lo encontré, aumenté más y más. En un momento ví que trataba de agarrarse de algo.

Joseph: Aférrate a mí, amor- hice que me abrazara, y me agarró con fuerza la camiseta y mi cabello, pero no me jalaba ni nada, solo mantenía su mano ahí.

Aesop: M-me vengo~- hice que se sentara en el escritorio, puse mis manos lado y lado de él e hice mi embestidas más rudas, él no es el único, enredó sus  piernas en mi cintura y reforzó su agarre, dí mi última embestida y me vine dentro de él.