𝑿𝑰𝑽

391 66 29
                                    

La tarde caía y un joven castaño sólo se permitía llorar abrazado a la almohada escuchando los últimos audios que Emilio había enviado desde que viajó.

Había intentado comunicarse con él pero simplemente no contestaba, no respondía las llamadas y menos los mensajes. Incluso le había pedido a Fernanda que pudiera hacer que Emilio le respondiera tan solo un monosílabo pero ni siquiera su mejor amiga había podido lograr sacarle absolutamente nada de información para saber la razón de su desaparición.

Temía que el rizado se hubiera aburrido de él o cansado de que su relación no oficial siguiera en el mismo estado no confirmado. No quería perderlo pero todo estaba siendo tan difícil en estos momentos pues tenía un prometido obligado y una pareja no confirmada pero tampoco perteneciente al mundo de donde provenía. Además no estaba seguro de que Emilio quisiera ser parte de esa vida. O renunciaba a ser rey o renunciaba a Emilio y sin duda ese era uno de los dilemas más complicados de su vida.

La puerta de la habitación fue abierta mientras la reina entraba silenciosamente.

— como hijo te pido que te retires — soltó con enojo

— como madre te pido que me escuches, Joaquín...

La castaña se sentó en la orilla de la gran cama esperando a que su hijo se sentara junto a ella pero jamás pasó así que decidió hablar.

— lamento tanto haberte gritado de esa forma pero estoy desesperada — suspiró — quiero que gobiernes este país porque sé que estás listo para ello, porque sé que eres capaz de mejorarlo y tus ideas sólo harán de que tu reinado sea el mejor. Joaquín por favor, acepta casarte con el duque Víctor...

— ya puedes retirarte... — pidió cortante sintiendo las lágrimas caer nuevamente

— Joaquín, aceptaré que te divorcies después pero cásate con él para que puedas después tener el control total de los cambios de la constitución, sólo sé el rey que España merece — insistió

— vete.

— hijo...

— ¡vete! — repitió fuertemente — mañana renunciaré al puesto, no pienso casarme — concluyó logrando que su madre se sorprendiera ante la fuerte decisión que su hijo había tomado.

No dijo nada y salió de la habitación con una enorme preocupación. ¿Dónde encontraría a un sucesor tan perfecto como lo era Joaquín? El único que quedaba era un primo de la familia que simplemente no estaba listo para llevar ese papel tan grande a cabo. Ni siquiera confiaba en él pues el joven de diecinueve años siempre trató mal a Joaquín, lo humilló entre compañeros de clase y frente a la familia cuando su pequeño había declarado ser gay.

꧁꧂

— ¡Emilio, por favor! — insistió fernanda nuevamente al ver que el rizado sólo se negaba a darle señales de vida a Joaquín

— no hablaré con él — volvió a negarse

— ni siquiera me has dicho porqué cambiaste de opinión tan rápidamente con respecto a tu novio.

— no es mi novio y jamás lo será. Esto no es un cuento de hadas, Fernanda. No saldré de aquí para convertirme en su príncipe y ser su sombra para el resto de mi vida, no estoy estudiando e intentando superarme para que un hombre venga y me diga que tengo que casarme con él porque se ha enamorado de mi y yo de él. No somos el uno para el otro, somos distintos y esto será imposible teniendo metas de vida tan diferentes como las suyas. Él se va a encargar de gobernar a todo un país mientras que yo seré el esposo que se queda en casa o lo acompaña a eventos sociales mientras mando a la mierda el título por el cual tanto estoy luchando. — todo aquello por fin salió de su corazón, donde lo tenía tan retenido que dolía

— Joaquín habló conmigo para contarme todo lo que sucedió porque ese chico quiso desahogarse conmigo. Él perdió el debate para el cambio de ley y tú no estuviste ahí para apoyarlo, no le mandaste siquiera un mensaje. Lo están obligando a casarse, Emilio, y es posible que ya no vuelva a México. — aquello detuvo el corazón del rizado por un segundo mientras retenía las lágrimas. Perdería a Joaquín para siempre.

— no le impediré ser lo que tanto quiere. Él quiere convertirse en un rey, quiere cambiar a todo un país y yo sólo quiero superarme, trabajar para llegar tan lejos como pueda sin la ayuda de beneficios. Joaquín nació para ser rey y yo nací para ser uno más.

— no se quién mierda te dijo que eres nadie pero no lo eres. Joaquín buscaba erradicar esa estúpida ley para poder tener una relación contigo sin obligarte a casarse con él, pensó incluso enfrentarse ante tanto político imbécil para darte un lugar y tú estás aquí lamentándote no ser de su mismo nivel pero claro que lo eres.

Emilio negó ante esas palabras. Cuando por fin sentía que todo estaba tan bien, todo se arruinaba tan rápido. Quién era él para impedirle a Joaquín ser lo que tanto anhelaba entre las pláticas que ambos tenían en el departamento del castaño.

Siguió su camino hacia el salón para sentarse y sacar el teléfono mientras esperaba la llegada del profesor. Un mensaje se hizo presente.

"No se qué te mantiene alejado de mi pero quiero que sepas que mi amor por ti cada día se fortalece tanto que he decidido renunciar al puesto. No pienso ser rey y eso me obliga a abandonar al mejor hombre que he conocido en toda mi vida. Estoy tan enamorado de ti que no puedo imaginarme ni uno sólo de mis días sin ti a mi alrededor"

Joaquín estaba renunciando su puesto por él y sabía que no se lo perdonaría si algún día se llegaba a arrepentir. Con tanto dolor en el corazón y en el alma, decidió bloquear el número del hombre con el que cada noche soñaba con tener una vida fuera de todos los problemas que ahora se presentaban.

No podía permitir que Joaquín renunciara sólo por él a algo tan grande como ser un rey.

꧁꧂

Espero que les haya gustado este capítulo, ya el siguiente será un poquito menos triste jsjs. Lxs amo, besos xx.

royalty: the prince; emiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora