𝑿𝑽𝑰𝑰𝑰

496 59 14
                                    

Las manos de Joaquín se deslizaron lentamente por la espalda de Emilio erizándole la piel. Ambos se besaban lento, profundo y sensual sin la necesidad de volver grotesco el momento, disfrutándolo.
Emilio emitió un gemido que quedó atrapado entre los labios del castaño cuando Joaquín deslizó sus dedos por debajo de la camiseta del contrario.

El ambiente era caliente pero la delicadeza con la que Joaquín estaba tocando el cuerpo de Emilio sólo lograba hacerlo sentir en un lecho de suaves plumas. Era como si estuviera sobre las nubes mientras experimentaba las sensaciones de compartir algo más íntimo que sólo besos por primera vez.

– J-Joaco... – Emilio suspiró separándose un momento

– ¿quieres detenerte? – preguntó con la respiración agitada

– no... sólo quería decirte que... te amo... – la alegría en ambas miradas fue tan grande que iluminaban ambos corazones

– yo también te amo, Emilio – el rizado dejó un beso en los labios de Joaquín y se separó para quitarse la camiseta lentamente mientras que el castaño observaba perdidamente cada músculo que se marcaba con los movimientos de Emilio

– joder, eres precioso – susurró logrando un sonrojo en el contrario para luego llevar sus manos al blanco y formado abdomen de Emilio. Las caricias erizaron la piel ajena y pronto besos húmedos fueron dejados en los desnudos hombros del rizado.

Los labios de Joaquín descendieron a las clavículas donde mordió suavemente sacándole un jadeo a Emilio quien instintivamente comenzó a mover sus caderas sobre el regazo del más alto. El cuerpo de Emilio fue levemente empujado haciéndolo soltar un fuerte gemido agudo cuando la lengua de Joaquín pasó sobre uno de sus pezones. Se mordió los labios cuando sintió la punta de la lengua recorrer alrededor del botón café claro y volvió a gemir cuando sintió los dientes de su novio jalando la punta del pezón. Las caderas de Emilio se movieron con más velocidad intentando aliviar el dolor de su entrepierna al sentir el miembro del castaño justo en su entrada.

– J-Joaquín... mierda, quítate esa maldita camisa – pidió con desesperación haciendo reír al semirizado pero acató la orden y se quitó velozmente la camiseta para luego desabrochar el botón del pantalón de Emilio.

Sus manos se adentraron tocando su trasero por encima de la tela del bóxer mientras apretaba la suave piel del mismo. Ayudó a Emilio a hacer los movimientos circulares sobre su cadera con más intensidad comenzando a jadear en el cuello del rizado.
Emilio bajó sus manos al pantalón de Joaquín para desabrocharlo y bajar el cierre, luego introdujo una de sus manos buscando sostener el miembro del castaño para sacarlo de su ropa interior. Comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo con lentitud causándole estragos a Joaquín quien se encontraba gimiendo en el cuello de su novio con las manos apretando aún su trasero.

Emilio apretó la punta y volvió a acelerar el bombeo. Joaquín estaba demasiado sensible y sabía que en cualquier momento llegaría. Se acercó a la mejilla del castaño dejando besos húmedos mientras bajaba poco a poco acercándose a la mandíbula. Aceleró aún más su mano y mordió debajo de la mandíbula de Joaquín logrando que se corriese pues era ese su punto dulce y lo había descubierto en uno de sus fajes.

– E-Emilio... – su respiración estaba acelerada debido al reciente orgasmo y se cortó cuando vio a Emilio llevarse un dedo manchado con su semilla a la boca mientras lo limpiaba a lengüetazos – no hagas eso, joder...

– detenme – retó y se levantó de su regazo para caminar hacia la habitación de Joaquín mientras movía sus caderas intentando provocarlo.

Joaquín se levantó inmediatamente y corrió a la habitación entre tropezones intentando quitarse el pantalón con la ropa interior por completo. Una vez adentro, Emilio lo esperaba sentado de rodillas en la cama sin pantalón, usando simplemente un diminuto bóxer negro que podía pasar como un panti. El aire se le fue a Joaquín y se acercó desnudo en su totalidad. Las manos del castaño jalaron la cintura de Emilio para atraerlo a su cuerpo y lo besó acariciando su labio inferior con la lengua para pedirle acceso a lo cual aceptó comenzando un beso mucho más profundo que los anteriores donde ambas lenguas se encontraron. La mano de Joaquín recorrió la espalda de Emilio para continuar bajando por su trasero hasta llegar a donde se encontraba su entrada. Comenzó a acariciarla haciendo que Emilio se separara y apoyara su frente en el pecho de Joaquín mientras gemía levemente ante las sensaciones que le causaban las caricias en esa parte de su cuerpo.

– t-te necesito – gimió Emilio.

Joaquín dejó un beso en sus labios y asintió. Recostó al rizado sobre la cama para subirse sobre él y comenzar a restregar su miembro contra el bulto debajo de la tela haciendo a Emilio volver a gemir. Poco a poco los dedos del castaño fueron deshaciéndose del bóxer dejando al aire la hombría del rizado quien jadeó ante la sensación de libertad; la mano de Joaquín tomó por completo el tronco y comenzó a masturbarlo mientras llevaba su rostro al cuello del menor dejando besos y pequeñas mordidas que sólo estremecían el cuerpo de Emilio.

Se separó para buscar en uno de los cajones a lado de su cama el lubricante que Fera le había dado luego de haberle visto mirando nada disimulado al trasero de Emilio. Se moría de vergüenza en ese instante pero agradecía el regalo pues ahora le estaba siendo útil.

– abre, cariño – pidió Joaquín acariciando las piernas de Emilio quien inmediatamente obedeció.

Vertió una generosa cantidad de la sustancia acuosa en sus dedos y tanteó la apretada entrada del rizado. Emilio jadeó apretando las sábanas cuando un dedo se introdujo en su interior; sentía algo incómodo y quemaba un poco pero podía soportarlo así que atrajo a Joaquín a sus labios para distraerse mientras las sensaciones del dedo del castaño dentro suyo hacían estragos en su vientre y miembro.

– m-más... – gimió entre besos.

Joaquín no se detuvo y metió un segundo dedo que logró arquear la espalda de Emilio pues tocó una parte sensible de sus paredes al doblar ambos dígitos dentro suyo. Las embestidas aceleraron y pronto tres dedos estiraban su entrada sacándole gemidos altos que no pensaba callar.

– amor ¿quieres que use protección? – preguntó Joaquín; Emilio se lo pensó un momento antes de negar pues estaba confiado de Joaquín y el examen no había mentido.

Joaquín asintió así que le avisó que entraría. Tomó su miembro y lo alineó a su entrada comenzando a introducirse mientras una mueca de dolor aparecía en el rostro de Emilio quien intentaba alejar el ardor en su interior.

– t-tócame Joa... – pidió con algunas lágrimas en los ojos. Joaquín llevó su mano al miembro de Emilio comenzando a bombear ocasionando que el rizado comenzara a jadear distrayéndose del dolor.

Pronto estuvo dentro en su totalidad, esperó un minuto antes de sentir como las caderas de Emilio se removían debajo suyo. Las embestidas comenzaron de forma lenta y se profundizaron cuando las piernas del menor rodearon las caderas de Joaquín empujándolo más adentro. La velocidad no tardó en acelerarse y pronto la cama se movía junto a ellos en un revoltijo de gritos, gemidos y jadeos por más.

Más tarde ambos llegaron al límite corriéndose de forma gloriosa, sintiendo sus corazones acelerados y felices por el nuevo paso en su relación. Joaquín se levantó por papel y limpió a ambos para luego recostarse junto a su rizado novio quien se acurrucó contra su pecho dejando leves besos en el área.

꧁꧂

Espero que les haya gustado el smut, quienes hayan llegado a leer toys se darán cuenta que el estilo de escritura del mismo cambió bastante así que espero que si les haya gustado en verdad. Lxs amo. Besos xx.

royalty: the prince; emiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora