Nunca más volverán a pasar por encima de mí, ya no soy más la Athanasia buena, ahora conocerán a la nueva Athanasia.
Ya que soy Athanasia D'aramitz
La Emperatriz del imperio Álvarez.
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Desdé lejos, como de costumbre veía aquélla escena que tanto anhelaba, ella veía como aquélla familia convivía tan felizmente. Ella daría lo que sea con tan solo pasar un día de esos con su familia. Aun no comprendía del todo. Porque su padre la odiaba, porque no podía estar cerca de su hermana Jennette la princesa heredera y su madre Penélope la emperatriz. Porque la apartaban.
Siempre le preguntaba a lily, él porque no la amaban, y la mujer solamente podía evadir la pregunta con otra, pero era comprensible que le podían decir a una niña de 9 años que ella es la hija de otra mujer. La cuál señalaban como la bailarían prostituta, la mujer que quiso intervenir en el verdadero amor de su majestad claude y la lady Yedith, la ahora emperatriz, la bailarían que quiso usurpar el puesto de emperatriz, y que dio a luz a una hija bastarda, la cuál sería la princesa heredera, pero eso nunca pasó ya que el emperador nisiquiera la veía como su hija, y entonces pasó. Penelope apareció con un bebé en brazos. La verdadera hija del emperador claude. Penelope había huido del palacio con la escusa que había sido amenazada por la bailarina de Shidonnia.
Y todos le creyeron, y empezaron a ver a la pequeña athanasia como la hija bastarda. La ilegítima, la hija de la bailarina prostituta, que intervino en el amor del emperador y la emperatriz, la niña que quiere quitarle el puesto de heredera ala adorable, amable y amada Jennette de alger obelia.
La niña que nació de una aventura, y mucho más. Ella no era bien vista en la sociedad. Ni ahora ni nunca, o al menos en ese imperio.
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—Princesa, es hora de ir a dormir, ya es tardé—dijo lily, apareciendo en la habitación.
—Lily, ¿porque no me quieren?
Ante aquella pregunta, el corazón de la criada se achicó. No sabía que decirle a su preciosa niña. La hija de la mujer que fue su mejor amiga. Le dolía ver ala hija de diana de esa manera. Desea decirle que si la querían que su majestad el emperador la amaba y que la sacaría del Ruby, pero eso solamente le darían falsas esperanzas. Y no quiere ilusionar la como antes.
—Vamos, Atthy ya es tarde, a la cama— decidió ignorar la pregunta, aún que le dolía. Ya no quiere mentirle.
La pequeña athanasia asintió con la cabeza. Desanimada, nisiquiera su lily le quería decir la razón del porque le desprecian de esa manera. Ya no hizo nada malo. Solamente desear ser amada, por su familia.
Cuando la York salió de la habitación, miró hacía la ventana de su habitación y miró como la ventana se habría y de ahí entraba aquél mago que conoció el año pasado. Aquél mago de la Torré negra entró a la habitación como si fuera la suya y tomo asiento aún lado de la cama de la princesa.
