One shots (Sesshrin)

Competencia contra un ¿Perro?

Apretaba más a la mujer que tenía cómo novia, decir que estaba celoso de como los hombres miraban a su pequeña mujer era poco, pero como el hombre frío, alfa, macho peludo que era no lo demostraría.

Siguieron caminando por el centro de Tokyo, Rin estaba sumamente relajada pero Sesshomaru no por que desconfiaba un poco por dos simples razones.

1. Su chica era demasiado joven y se podía ir con algún joven de su edad. Si, su novia apenas tenía dieciocho años y él ya tenía veintisiete.

2. Su novia era demasiado bonita ante los ojos de los hombres, incluyendo niños, ancianos, perros bebés. Bueno quizá exageraba un poco pero así de bella consideraba a su chica.

—Mira Sesshomaru —Le dice la castaña señalando hacia una tienda de mascotas —Cuando estaba niña tenía un perrito de esos pero el pobre se voló de la camioneta —La cara de Sesshomaru por un momento cambió a una de sorpresa imaginándose a un pequeño Chau-chau saliendo disparado de una camioneta.

—No me gustan los perros —Dijo frío queriendo seguir de largo pero la azabache se quedó mirando a los cachorros por el cristal.

—Pero Sesshomaru, a ti te encantan los perros, no por nada tienes tres en la casa —Su mirada se oscureció cómicamente. Tenía razón —Además en tu fondo de pantalla tienes la foto de uno, muy bonito por cierto.

Avergonzado miró a todas partes dándose cuenta de que una anciana estaba escuchando la conversación. ¡Dios!

—No.

—Mira Sesshomaru, todos se me quedan viendo ¿No es hermoso? —Si ahora su querida novia va a querer llevarse a todos —Los quiero a todos —Dicho y hecho.

Iba a seguir avanzando pero ver la cara triste de su pequeña chica hizo que cambiara de opinión.

—Sólo uno —Rin feliz le dio un pequeño beso en la boca emocionada dejando al mayor un poco pasmado, si ese era su premio por darle lo que ella quería haría que ella le pidiera más cosas.

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Miró el pelaje blanco de Polo, si así le habían puesto a aquel perro, ya habían pasado algunos meses y el pequeño cachorro que eligió Rin aquella vez ya no lo era, ahora era un animalote que su novia quería mucho y ya no le hacía caso a él.

De cierta forma se arrepintió de aquellas palabras que pensó aquella vez, ya no quería que le pidiera nada si el pago a largo plazo era falta de atención.

Se escuchó como la puerta se abría, ambos peliblanco se quedaron viendo fijamente como retandose.

—Ya llegué —Sesshomaru salió corriendo disparado junto a perro para que este no le ganara. Logró divisar a Rin logrando llegar antes que el perro.

—Sesshomaru —Él le dio un beso algo apasionado mirando de reojo al perro quien se lanzó hacia ellos —Polo, hay que bonito.

El ojiambar rodó los ojos cuando el Chau-chau lo vio de forma triunfante, ¡Oh no! No se daría por vencido.

Tomó a Rin por la espalda mientras le besaba el cuello, por un momento la azabache se rió pero alguien tocó la puerta.

—No vallas —No le hizo caso yendo a abrir la puerta.

—Tía Rin —Un niño gritó dándole a entender a Sesshomaru y a Polo que ninguno ganó a la azabache.

El perro y él se voltearon a ver derrotados, como si el canino tuviera la consciencia de un humano.

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Los tres se encontraban acostados en la cama, digo tres por que el Chau-chau de pelaje blanco estaba con ellos en la enorme cama.

—Sesshomaru, el hijo de Kagome e inuyasha es muy hermoso —El mencionado se imaginó lo que venía —Podríamos...no se...tener uno?

El peliblanco hundió su cara en la almohada mientras el perro soltaba un ladrido.

—No

—¿Por qué? Un día dijiste que querías tener un hijo.

—Que no —Respondió de nuevo

—Que malo eres, de cualquier manera yo los voy a cuidar.

—Rin, no quieras chantajearme.

—No estoy haciendo eso

—Aja.

—¿Entonces no tendremos un bebé?...tal vez así le ganes un poco la batalla a Polo —Levantó la mirada y sin pensarlo mucho se subió arriba de Rin y lanzó a perro con fuerza sobrehumana.

Si así podía ganarle a Polo con mucho gusto lo haría.