Voces Ocultas ||Taegi

02

—Esto no puede ser posible—dijo YoonGi en medio de un suspiro exasperado, eran las cuatro de la mañana, estaba hambriento y privado del sueño, su único consuelo, siendo el café de aquella cafetera en la esquina de la habitación y el ruido proveniente de sus compañeros que venía de afuera, los cuales no eran más que quejas y murmullos, los cuales YoonGi estaba bastante seguro que no era más que ofensas hacia su persona.

No era un secreto que no le agradaba a nadie de ese lugar, y honestamente el no iba a hacer amigos, por lo que no le importaba en lo absoluto lo que pensaran u opinaran de él, por lo que, ignorando completamente aquello, se sentó de nuevo en la silla de su escritorio, pasándose ambas manos por el rostro.

Un año, llevaba un año tras el mismo caso, ¿cómo podría ser eso posible?, el más difícil de sus casos, aquel donde habían arrestado en una redada, a uno de los más buscados delincuentes por narcotrafico en las afueras de Seúl, la capital, una ciudad el doble de grande, con una cantidad mucho mayor de personas, había sido resuelto en dos semanas, había sido el  caso más mencionado, no sólo en Corea, si no también alrededor de todo el mundo por ser un caso que llevaba más de 7 años abierto, un caso que el había logrado solucionar en dos semanas. Entonces, ¿porqué no podía lograr ningún avance en este caso?

Ya había intentado de todo, huellas, ADN, muestras de sangre, incluso había hecho investigaciones de campo por el mismo, pero no sólo no había logrado ningún avance, si no que todas las personas que había entrevistado el mismo, habían fallecido días después, todos en las mismas circunstancias, siendo asesinados de la manera más cruda y cruel posible. Pero de nuevo, sin ningún rastro de evidencia.

—Deberías de irte a casa a descansar.

YoonGi se giró hacia aquella voz, encontrándose con Namjoon.

—¿Sigues aquí?—preguntó con indiferencia mientras le daba un sorbo a su café.

—Nos tienes a todos trabajando aquí.

YoonGi sonrió ladinamente, golpeando el interior de su mejilla con su lengua.

—Nadie los tiene aquí, puedo trabajar perfectamente bien yo solo.

—No podemos dejarte solo aquí.

—Entonces que mal por ustedes, se privan de algo tan bueno y maravilloso, como lo es el dormir, por acompañar a alguien que le pagan tres veces más de lo que les pagan a ustedes por hacer este trabajo.

—¿Qué hay de ti?, ¿no quieres descansar?

—Lo que yo quiera o no, no creo que sea su asunto oficial. En todo caso, mejor debería de informarme si hay algún avance en el caso.

Namjoon apretó la mandíbula y entonces YoonGi lo comprendió, no había ningún avance en el caso.

Abrió la boca para decir algo, cuando escucho un escándalo proveniente de afuera de la oficina, más específicamente, cerca de admisión, donde hacían el registro para meter a barandillas a alguien, y por el escándalo que tenían, era más que evidente que ese era el caso.

Sin embargo, algo llamó su atención, las palabras que decía aquel chico.

—¿Detective? —preguntó Namjoon al ver que YoonGi dejó de prestarle atención, su vista fija en el pasillo.

YoonGi caminó hacia aquel pasillo, Namjoon yendo detrás de él.

—Detective, ¿Qué cree que...

—Repite lo que acabas de decir—dijo YoonGi, su voz autoritaria una vez estuvo frente al chico.

Aquel chico, quien había sido recientemente golpeado y maltratado por los oficiales, levantó la mirada.

—Dije que yo no hice nada, el me dijo donde estaba ese cuerpo y yo solo lo notifique a la policía.

—Detective Min—intentó un oficial.

YoonGi lo calló

—Continúa, dime quien te notificó sobre el cuerpo.

—Un fantasma.

Silencio

—Lo arrestaremos—dijo otro oficial —notificaremos al juez para que vea el caso y...

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó YoonGi ignorando las palabras del oficial, su vista fija sobre aquel chico.

—Me llamó Taehyung, Kim Taehyung.

YoonGi no supo si fue por la falta de sueño o si realmente estaba desesperado, pero no importaba ¿cierto?, situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas, ¿no es verdad?

—Sueltenlo.

—¿Qué? —preguntaron los presentes sin comprender la situación.

—Kim Taehyung —Taehyung lo miró —¿Trabajás en algo?

—No, no realmente, soy agricultor.

—Entonces, a partir de estos momentos, trabajarás para mí.