Despierto algo aturdida y magullada. Ali ya se ha ido. Siempre hace eso. Puta. Me entran unas ganas terribles de ir al baño y casi me vomito encima. Mierda, bebí demasiado. Echo todo lo que tengo dentro y me doy asco. Es una sensación repugnante lo que siento ahora mismo dentro de mí.
Bajo a beber un vaso de agua y recuerdo los sucesos. La pelea con Lauren y Male... Male. Dios. Qué chico.
Me veo en la obligación de tomarme una pastilla y necesito una ducha.
Bajo duchada y echa polvo a la planta baja. Papá y mamá no están. ¿Porqué se van de casa tanto tiempo sin decir nada antes? Me dejo caer en el sofá. Y justo cuando acabo de tumbarme tocan al timbre. Ando malhumorada hacia esta. Abro a punto de gritar a quién sea. Mi cara se desencaja cuando veo a los tres en la puerta.
-¿Cómo va esa resaca?- dice Male risueño. Me despeina el pelo mojado y se abre paso con Drake y Sam cargados hasta arriba de bolsas.
Les miro sin entender qué pasa y cierro la puerta.
-Drake, ¿qué pasa aquí?- pregunto.
-Mamá y papá se han ido dos semanas, el lunes es fiesta en el insti por lo que Sam y Male se van a quedar a dormir aquí- dice contento.
¿¡Qué!? ¿¡A dormir!? ¿¡Male!? ¿¡Aquí!? Oh, mierda. Los miro mientras de las bolsas sacan todo tipo de guarrerías: gominolas, patatas fritas, chocolatinas, helados de muchos sabores, confituras, gelatina... Dios.
Llevo las cosas de Sam a mi cuarto por petición suya y me siento a su lado.
-¿Qué tal va todo con Drake?- ella suspira risueña cuando le pregunto sobre el tema.
-Jamás me ha ido mejor con nadie- me habla contenta, le sonrío a duras penas –Parece que por fin Male lo acepta- dice contenta.
-Genial- digo.
-Sí- contesta –Y él también está contento, más que nunca- dice clavando sus ojos en mí. Trago saliva sonoramente ¿Lo sabe?
-¿Por qué?- aparta los ojos de mí.
-Por fin se ha dignado a conocer a alguien- dice ella encogiéndose de hombros –No se quién es, pero a Male le gusta- dice ella.
-Genial- digo de nuevo. Me repito más que el ajo.
La tarde transcurre tranquila y dejamos a Sam y Drake mientras juegan al Uno. Male y yo pensamos en cocinar algo. Cerramos la puerta de la cocina y éste me mira.
-Estás fatal- dice.
-Vaya, gracias, yo también me alegro de verte- comento irónica.
-Es broma- ríe y se acerca peligrosamente a mí.
Ni si quiera me ha dado tiempo para pensar en él. Ni en lo que hice anoche. Ni en nada, es demasiado pronto, mierda.
-Vaya mierda de segunda cita- digo. Y el explota a reír.
Nunca lo había visto reírse tanto. Sonrío tanto como puedo e ignoro el dolor de cabeza. Sí, me gusta. Y el temor a aceptar ha desaparecido por completo.
-He improvisado lo que he podido- se encoje de hombros.
-Bueno, es un gran paso que no me hayas dejado deambulando sola por la feria esta vez- hace un mohín con sus labios y amago una sonrisa. Quiero besarle.
-Sabes que no fue a propósito- a la vez que atrapa mi cuerpo, atrapa mis labios.
-Eres rápido- murmuro sobre sus labios. Sonríe y me besa, y sin duda alguna, me dejo besar.
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El monstruo II
RomanceSegunda entrega de la trilogía "El monstruo". Todo se vuelve flexible y tremendamente frágil. Ya no hace falta respirar para sentirse vivo, ni hace falta cerrar los ojos para estar en paz. Ahora la oscuridad y la soledad es lo que le provoca un pavo...