El Fuck Boy (EDITANDO)

quien te hizo eso?

Estaba en la habitación de Meg, sentada en su cama, hojeando un libro mientras ella se cambiaba para salir con un chico. Los sonidos de la cremallera y el tintineo de sus accesorios llenaban el silencio de la habitación.

De repente, entra Dylan con una sonrisa despreocupada y una bolsa de comida en la mano.

—¿Vemos una película? —pregunta con su típica sonrisa que mezcla confianza y picardía.

—Yo no puedo, voy a salir —responde Meg, dándole la espalda mientras termina de arreglarse frente al espejo.

Dylan me mira entonces, con las cejas alzadas.

—¿Y tú, Issy? ¿Vas a salir?

—Pensé que irías a la fiesta —digo, sonriendo mientras lo observo dejar la comida sobre la mesa.

—Prefiero estar contigo —responde, sus ojos fijos en los míos, llenos de intención.

Bajamos las escaleras y nos acomodamos en el sofá. Después de un breve debate, elegimos la película "Fragmentado". Me atrapó desde el primer momento; la trama era fascinante y me tenía pegada a la pantalla.

—¿Y ahora cuál vemos? —pregunta Dylan una vez que termina.

—¿Qué tal una de horror? —digo, sonriendo con un toque travieso.

—¿Cuál?

—"El Conjuro". Es un clásico.

—Me gusta —responde Dylan, asintiendo con aprobación.

A mitad de la película, Dylan se inclina hacia mí y me besa, al principio suave, pero luego sus manos empiezan a moverse con más urgencia. Me quita la blusa y sigue besándome con intensidad.

—No, Dylan —digo, apartándolo suavemente.

—¿Por qué? ¿Pasa algo? —pregunta, visiblemente confundido.

—No quiero —respondo, sintiéndome incómoda con la situación.

Dylan se detiene, pero su expresión cambia a una mezcla de molestia y frustración.

—Sabes, Malenie nunca me hubiera dicho que no —dice, con una amargura apenas contenida.

Me enderezo de inmediato, la ira burbujeando en mi pecho.

—Pues vete con Malenie —le digo, levantándome del sofá, ofendida.

Dylan me agarra del brazo, su expresión cambia al darse cuenta de su error.

—No, lo siento, Issy. No quise decir eso —dice, lleno de arrepentimiento.

—Nunca piensas lo que dices, Dylan. Siempre hablas sin pensar en cómo me haces sentir —respondo, mirándolo directamente a los ojos.

—De verdad, Issy, perdóname. No quería herirte.

—Si de verdad quieres a Malenie, vete con ella y deja de ilusionarme —digo, cruzando los brazos mientras lo miro con el ceño fruncido.

—No te estoy ilusionando, en serio te amo. Te amo demasiado, Issy, lo juro —dice, su voz temblando con sinceridad.

Sus palabras logran calmar un poco mi enojo, pero todavía estoy molesta. Me vuelvo a sentar, cruzando los brazos.

—Okey —digo, aunque no puedo evitar sentir la herida latente.

—No sigas enojada, por favor. No puedo soportar verte así —dice, intentando tomarme de la mano.

—No estoy enojada —respondo, aunque en realidad lo estoy. Pero me digo a mí misma que no quiero pelear más.

Seguimos viendo la película en silencio. Todavía me duele lo que dijo, pero puedo notar que está arrepentido. En medio de la tensión, escuchamos el timbre de la puerta.