VI

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La brisa mecía entre susurros llamaradas verdosas, quienes no paraban de danzar vigorosas al compás de sus habitantes. Sin embargo, entre el fuego existía una casita de madera que acogía a dos personas; que vigorosas, jugaban a la casita del té, y aquellas niñas llenas de jovialidad platicaban sin más.

—¿Así qué, este es el plan, Dai?— comentó la muñeca mientras se limpiaba la mermelada nauseabunda.

Al día siguiente en la cuidad Deika nieve invisible abrazada sus alrededores, a excepción de cierto edificio subterráneo que estallaba de júbilo entre aplausos y exclamaciones.

—Si deciden unirse a nuestra alianza, podrán ser libres —Todos comprendieron sus palabras y volvieron a aplaudir.

Sin dejar las estaciones sin aire , cierto corazón quebrado recordaba bien cuando All Might era un ídolo por todo el mundo; ocasionando que cada persona aspirara a ir a un colegio de héroes. Y aquellos que deseaban usar su don no podían porque las reglas marcaban que se debe tener una licencia para ello; por desgracia, solo los héroes profesionales lo tenían. Como consecuencia de las acciones ajenas, Re Destro consiguió muchos aliados.

Al concluir el discurso alguien aplaudió: una mujer envuelta por la nieve cuyas ramas negras llegaban hasta la montaña. Sin embargo, la blancura era decorada con zafiros junto a una pequeña flor sin decorar.

La vestimenta solo era una blusa corta con mangas largas que mostraba su abdomen marcado; a la vez una V mostraba su busto. Finalmente un pantalón galante y unos zapatos militares quitaban la gracia pura.

Bajo una tenue sonrisa, ella comentó con tono burlón —Magnífico discurso Shigaraki-san. Debo admitir que me quedé sin habla en cada palabra emanadas de tus labios, quedé muy conmovida— Después dirigió su mirada sonriente como la serpiente envuelta en la manzana para hablarle al Edén —¿No es así, Poisonous Kiss?

Con una sencilla sonrisa respondió —Por supuesto, hermana.

Re Drestro comentó entusiasmado ante su comentario sin dejar de aplaudir —¡Al parecer tiene un buen oído señorita!

Respondió ella con cordialidad —Por supuesto, me encanta este tipo de discursos — después, esta suave sonrisa fue desmoronándose hasta mostrar sus colmillos cuyo veneno exclamaba emocionado —Por esta razón hemos decidido eliminar este lugar. Si sabe a lo me refiero.

—¿A qué se refiere, señorita?

Agregó con amabilidad posando su mano en su barbilla —Pronto lo descubrirá —miró a la joven que estaba a su lado sonriéndole —¿Le damos una demostración hermanita?

—Será un honor, hermana— hizo una reverencia para así alzar su mano, y con sus dos dedos comenzó a hacer círculos en el aire renaciendo poco a poco una neblina púrpura. La tierra retumbó, el piso se agrietó en la entrada principal y un estruendo se escuchó un chillido desentonado.

—Entra mi dulce niño— exclamó Poisonous Kiss alzando su palma.

La torre de marfil se demoró gracias a la belleza coronada cuadrúpeda cuya inocencia rondaba por doquier. Más la gracia hizo que las hormigas se fueran alejando o algunos sacaran sus armas. Pero cierto rey ordenó —Dejen sus estupideces o las mataremos.

—Ve — señaló el estrado y la bestia obedeció.

—¡A un lado idiotas!— ordenó Shigaraki enojado

En cuanto el huracán siguió marcando su objetivo, la lava se disipó. Pero una risa continua dijo con voz sarcástica —No esperaba menos de un villano que depende de ciertos dones.

La ceniza se esparció hasta dictar —Vayan tras ella.

—Hermanita, vamos a demostrarles de lo que somos capaces— comentó mientras sacaba de su manga unas cadenas.

Let It OutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora