Ilitía y Hestia bendijeron nuestro hogar con júbilo mientras el jardín florecían con espinas finas e intocables... Recuerdo bien cuando Izuku me dijo cierto día su preocupación sobre el futuro de nuestra hija; realmente no lo pensé así hasta escuchar su explicación —Tengo miedo de que Kohane siga los pasos de él, no quiero eso para ella...
Abracé aquel pueblo noble quebrado para reconstruirlo sin dejar de hablarle con ternura —Izu, si te preocupa la relación que tendrá con sus hermanas, recuerda que ella tiene apenas 11 meses.
Tierra fértil rozó mi mano afirmando con una amable sonrisa —Cierto, pero a pesar de su edad, ella me recuerda a él...
—¿Por qué lo dices, Zuzu?— ... Siento que ella será una persona orgullosa cuando crezca; quiero decir, siempre sonríe o aplaude cuando logra su objetivo.
—-Zuzu, todos los bebés hacen eso cuando arman algo.
—Tienes razón, pero siento que su personalidad se está formando demasiado rápido.
Cambié la dirección del viento hasta hacerle frente, pero sin ser brusco —Izuku, comprendo cada pesar de tu corazón. Pero debemos dejar que Kohane decida su futuro, no debemos entrometernos, ¿lo entiendes mi pequeña esmeralda?
El suave viento me arropó bajo sonrisas convertidas en frescor frío quien susurraba desmoronada —Tienes razón Shoto, dejaré a Kohane elegir su propio camino, sin importar si es como el de su padre...
Nueve meses desde entonces he estado bajo el efecto de la cafeína sin poder estar en los brazos de Morfeo... Me ponía a pensar sin cesar como podía pedirle matrimonio; sin embargo, las respuestas eran puras bufadas proporcionadas por los vacíos de los ayeres meditabundos. Y para mi graciosa desventurada, entablé una conversación con ciertos árboles sabios, uno de ellos gritó emocionado — ¡Yo quiero ir contigo, Shoto!
—¿Y tu trabajo Ochako?, no quiero que dejes el trabajo solo para acompañarme a comprar unos simples anillos.
—Shoto, no son solo unos simples anillos, son un lazo que los unirá de por vida —explicó con voz solemne.
—... Me asustas, Ochako Uraraka.
Mientras las semillas terminaban de germinar, las raíces me acompañaban en mis rondines entre los escombros hasta que un día dije fastidiado —Ningún anillo le gustará a Izuku...
—¿Cómo lo sabes?— dijo Ochako un poco fastidiada.
—No lo sé...
—Shoto, hemos visitado cada salón, cada templo, cada establecimiento para los preparativos. Y las que se han encargado de todo es Mina, yo y Neijire. Pero el maldito anillo es lo que está atrasando todo, Shoto. Izuku va a dar a luz en un par de días ——reprochó molesta.
—Tienes razón, pero quiero que este anillo sea especial.
— Creo que en este lugar, está tu respuesta... —Eso era, una hermosa esmeralda acompañada de dos diamantes, uno blanco y uno rojo...será el mejor regalo para él.
—¿Lo quiere?, joven caballero— habló la amable vendedora.
—Me los llevaré.
Victoriosos salimos. Con la bendición de Juno, continuamos patrullando como siempre hasta escucharla decir alegre —Mentirle que estabas nervioso por el trabajo y decirle que nos visitabas seguido solo para saber cosas de maternidad, patrocinado por nuestro buen amigo Denki, dieron sus frutos...
—Tienes razón, pero por poco sospecha de nosotros.
—Éramos muy indiscretos cuando le mentíamos de nuestras salidas...
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Let It Out
AcciónShoto no supera la pérdida de su prometido dado que lo perdió dos veces siendo un fuerte peso que llevará incluyendo un fuerte odio pero... ¿a quién le tendrá rencor y por qué?.