Cendan luchó contra la tentadora necesidad de empezar a caminar en círculos.
No era que nadie le impidiera hacerlo, todos sus hombres sabían que era mejor no hacer comentarios sobre cualquier cosa que dijera o hiciera. Lo único que le impedía empezar a caminar sin parar era nada más que su propio orgullo, por supuesto. No había crecido entre la gente de su madre, pero siempre se había enorgullecido de su imperturbable compostura por la que sus parientes orientales eran conocidos, y ahora no era el momento de abandonar una actitud que había estado ejercitando desde que tenía la edad suficiente para darse cuenta de lo fácil que era hacer que las personas se sintieran incómodas con solo mirarlas sin un atisbo de emoción en el rostro.
El teniente de cabello oscuro apretó los dientes, sintiéndose muy contento de que la noche hubiera caído hace algunas horas y que la oscuridad ocultara sus rasgos. No serviría de nada mostrarles a los hombres bajo su mando lo preocupado que estaba en realidad. Preocupación: ese era un sentimiento al que no estaba acostumbrado. No se preocupaba muy a menudo; de hecho, rara vez lo hacía. Había pocas personas por cuyo destino estaría preocupado de alguna manera, y por otro lado, no tendría sentido preocuparse por sí mismo. Rara vez cometía errores y todo lo demás estaba en manos de los dioses; por lo tanto pensaba que era inútil luchar contra un destino que se te había determinado hace mucho tiempo.
Y, sin embargo, estaba ... preocupado.Cendan sonrió para sus adentros, una sonrisa que murió rápidamente cuando recordó por qué estaba experimentando ese sentimiento en particular. Para abreviar, era por dos cosas: por el hecho de que su capitán todavía no había regresado después de varias horas, y porque Teonvan había intentado sin éxito reprimir una sonrisa excepcionalmente grande y jactanciosa la última vez que lo había visto.
El Capitán Reran sabía cómo cuidarse a sí mismo, de lo contrario, nunca habría ascendido al rango de Capitán. Convertirse en capitán del ejército de su señor era algo que solo los mejores, más despiadados y hábiles hombres lograban, y nadie que no pudiera protegerse por su cuenta habría logrado convertirse siquiera en teniente. Sí, el capitán definitivamente sabía cómo defenderse — se dijo con firmeza — Y sin embargo debería haber regresado hace mucho tiempo. Además, si Teonvan estaba feliz, no era una buena señal; no bajo ninguna circunstancia, eso era algo que había descubierto rápidamente.
Unos minutos más tarde, Cendan se dio la vuelta con una disgustada sacudida de cabeza y comenzó a caminar hacia la fogata principal mientras sus ojos azul oscuro automáticamente vagaban hacia las zonas donde estaban posicionados los guardias; todavía no se había recuperado completamente del impacto de que ese montaraz hubiera entrado al campamento sin que nadie se diera cuenta. Era cierto que el plan había sido que el joven viniera hacia ellos ... ¡pero los guardias deberían al menos haber sospechado de su presencia incluso si no lo hubieran detectado directamente! Sus hombres estaban bien entrenados, y el hecho de que ese montaraz, quien era incluso más joven que él, entrará en su campamento como si fuera su propia casa, no le sentó nada bien.
Bueno, de hecho, muchas cosas no le sentaban bien en este momento, comenzando con su misión en general, la presencia de Teonvan, los dos prisioneros, la ausencia continua de Reran, y otras cien cosas además de esas. Nunca le había agradado el hombre de cabello castaño, ni siquiera antes de esta misión, pero ahora su disgusto se había convertido en un odio que era tan profundo que amenazaba con romper sus escudos mentales cuidadosamente levantados a través de los años. Conocía a uno de los soldados más jóvenes que habían sido asignados como guardias en las mazmorras hacía algunos meses, y durante una velada en una taberna en la ciudad baja, el otro hombre había contado algunos detalles sobre la forma en que Teonvan trataba a sus prisioneros: detalles que él no había querido oír por lo que se había alejado lo más posible que había podido pero sin dar la impresión de que estaba asustado de Teonvan.
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Caminar en la noche (Libro 05)
FanficJusto antes de que Aragorn deba viajar de regreso a Rivendel, una patrulla de Mirkwood es atacada y Legolas, capturado. Cuando Aragorn finalmente lo encuentra a él y a todos sus captores, ambos se dan cuenta de que una fuerza oscura se está agitando...