Dolor...
Decepción...
Tristeza...
Fue lo que sintió emocionalmente Elianna cuando aquella persona en la que más confiaba, en la que creía que jamás la engañaría y juraba que la amaba, la soltó. Dejándola en aquel vacío existencial, en un espacio don...
Faltan sólo 10 minutos para que la última clase termine.
¿En serio Kylian me había invitado a salir?
Siendo sincera estoy nerviosa, casi ni me he concentrado en las clases por darle vueltas al asunto.
— ¿Ya estás lista? —me susurra Esmeralda para que el profesor no nos escuche.
—No, por primera vez no quiero que la clase termine. —le confesé mordiéndome las uñas de los nervios. ¿Y si me deja plantada?
Miro la hora, ¿por qué el tiempo pasa tan rápido? Solo faltaban dos minutos para que concluya la clase.
El profesor se despide y mis compañeros comienzan a salir. Yo me quedó pegada al asiento y ni he comenzado guardado mis cosas en la mochila.
—Vamos Eli, tu cita te espera.
—No estoy lista. —le digo mirando a la puerta, me comienzan a sudar las manos.
— ¿Por qué dices eso?, no seas insegura. —me responde agarrando mis manos, siente que están mojadas, me suelta y se limpia sus manos con su pantalón.
—No sé qué me pasa, sé que le dije que si a la salida, pero ahora me estoy arrepintiendo. —comienzo a tronarme los dedos de las manos.
—Te irá bien, se ve que es un buen chico. —asegura ella mirándome. — ¡Es más!, retocaremos tu maquillaje, ¡vamos anímate mujer!
Ella comienza a peinar mi cabello, me pone labial, y rímel en mis pestañas, según ella para que mis ojos resalten más. Por último me regala de su perfume y me pongo un poco.
— ¡Listo, vamos que te esperan! —me jala del brazo para que camine.
Salimos del salón, sigue con su brazo enganchado en el mío. Mientras yo con mi otro brazo acomodo mi cabello.
Salimos al exterior y detengo a Esmeralda.
—¡Espera! ¿Logras a ver si ya está ahí? —le pregunto insegura. Ella va y se asoma.
—Si amiga, está sentado en la banca checando su celular, —qué observadora— ¡Ya vamos!
Ya estamos afuera y si, está esperándome sentado en la banca.
—¡Ándale ve, no lo hagas esperar más!, ¡suerte con tu cita! —ella trata de animarme.
—Gracias, cualquier cosa y te mando mensaje. —le digo despidiéndome de ella con un abrazo.
Suspiro, me doy vuelta y camino hacia él.
Ya me vio, así que se pone de pie y acomodada su mochila en sus hombros.
—Hola, ¿llevas rato esperándome? —lo saludo dándole un beso en la mejilla y él me responde.
—Hola, no tanto, sólo como quince minutos. —sonríe mirándome a la cara.
—Lo siento, es que el profesor no nos dejaba salir —le miento un poco, aunque no sé si se lo crea realmente.
— ¿Nos vamos? —me pregunta.
—Si... ¿A dónde iremos? —le cuestiono mientras vamos caminando hacía el estacionamiento.
—Podemos ir a comer a un lugar que está cerca de aquí, ¿te gusta el sushi? —sugiere cuando hemos llegado a su auto.
—Sí, está bien, vamos a ese lugar.
Quita la alarma de su carro y me abre la puerta para que ingrese primero. Subo y miro como el rodea para entrar también.
— ¿Qué tal tu día? —me pregunta mientras conduce y yo estoy observando por la ventana y moviendo un poco mi pierna por la ansiedad que me provoca estar junto a él.
—Estuvieron bien, por primera vez en la semana no dejaron actividades extraescolares —le respondo girándome hacía el. — ¿Y a ti cómo te fue?
—¿Quieres la verdad? —asiento con la cabeza y continua hablando. —Esperaba a que las clases terminaran para poder verte.
¡Oh, Dios!, ¿Qué le respondo?, ¡Piensa, piensa Eli!
— ¡Oh, vaya!, que honestidad la tuya. —lo miro y me vuelvo a voltear hacía la ventana. De reojo puedo saber que él está sonriendo un poco nervioso.
—Es en serio. De hecho pensé que ya te habías ido, pero luego vi que tu amiga se asomó por la puerta buscándome, así supe que aun estabas en la escuela –me di mirando hacia mí. Yo me sonrojo un poco y aprieto mi mochila.
—¿Quieres saber la verdad? —sigo su estrategia. —No quería salir, pensé que no sería una buena idea ir contigo, así que me quedé en el salón mientras mi amiga me animaba. —fui sincera y al terminar mi confesión suelta una pequeña risa.
—Entonces, tengo que agradecerle a tú amiga por eso, ¿no crees?
—Sí, creo que sí.
Llegamos al restaurant de sushi, se estaciona, baja del auto y me abre la puerta. Entramos juntos, él ve una mesa vacía y vamos a sentarnos.
♡♡♡♡♡♡
¡Holaaa!, ¿Qué les pareció el capítulo?, ¿Cómo creen que le irá a Elianna en su cita?
No se olviden de darme su voto con la estrella, comentar y compartir la historia con sus amigos J
¡Nos vemos en el próximo capítulo!, ¡Estará genial!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
