Cuando todo deje de doler

CAPÍTULO 22: Encuentros destinados

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No espero más, tomo mi bolso y saco mi celular para marca a alguien para que venga por mí.

Comienzo a caminar hacia el lugar por donde llegamos. Escucho a Kylian gritando que me esperé, pero no paro. Siento sus pisadas cerca de mí cuando ya me encuentro en la carretera.

—Elianna, espera por favor —me dice para que me detenga. Y lo hago pero para poder marcar al número de Nicolás, que es el único que puede venir porque tiene auto. Él insiste cuando está a un lado de mí.

—¿A dónde vas?, ¿por qué actúas así? —me pregunta tomando mi brazo e intento zafarme.

—Voy a mi casa Kylian, a donde más iría —le respondo pero no lo miro. Nicolás no contesta, así que intento de nuevo.

—Elianna, mírame. ¿A quién le marcas? —se para frente a mí para que le responda.

—¡¿Qué quieres?! Regresa con tus amigos, yo me largo de aquí. Nicolás vendrá por mí en unos minutos —estallo contra él, no quiero hablar en estos momentos, no con lo que acabo de presenciar.

—Sé que estás mal interpretando lo que viste, no es lo que piensas —me toma mi barbilla para que lo miré a los ojos.

—Estás equivocado, vi perfectamente a los dos. Y en un descuido, en un segundo que me fui de tu lado —retiro su mano de mi cara y marco otra vez a mi amigo y responde. —Hola, disculpa la hora, ¿puedes venir por mí? —le pregunto y le digo la dirección. El lugar está cerca, así que no durará mucho en llegar.

—¿Por qué lo llamas?, yo puedo llevarte —sigue insistiendo.

—Podemos hablar mañana, ahorita no, por favor. —me siento en la acera mientras vienen por mí y Kylian se sienta a mi lado.

—Yo te amo Elianna. No sé qué pretende ella, solo se me acercó a platicarme algo, pero ella siempre ha sido así de encimosa —me toma mis manos haciéndome girar hacia él, pero ese cuentito no se lo creo ni un poco.

—Kylian, basa por favor... no me mientas más.

—Deja que te llevé yo a casa y hablamos, ¿Si? —Suelta sus manos de las mías para colocarlas en mis mejillas dándome un beso corto en mis labios tratando de convencerme y acepte.

—¿Recuerdas que hace un rato nos viste hablando juntas? —le recuerdo y asiente con la cabeza. —Bueno, me dijo algo sobre que te preguntará sobre su amistad...

Se queda pensativo unos segundos.

—Bueno, nos conocemos desde la preparatoria, eso es todo, no hay nada más. —se justifica y alcanzo a distinguir el auto de mi amigo.

— ¿Eso es todo? —le pregunto dudosa para que me quedé un poco claro esto.

—Sí, es todo Elianna —me responde cuando estaciona frente a nosotros Nicolás, pero siento que algo oculta y no es capaz de decírmelo, lo noto en sus ojos, no me dice la verdad.

—¿Nos vamos Eli? —pregunta mi amigo mirando a Kylian, curioso por saber qué paso.

—Sí, vamos —me levanto y me cuelgo mi bolsa en el hombro, pero Kylian me agarra la mano.

—Mañana hablaremos, ¿verdad? —miro que mi amigo baja de su auto y le respondo rápido a Kylian. No quiero más problemas.

—Si —me limito a responderle.

—Cuídate, no olvides que te amo —me da un pequeño beso en la frente y me suelta.

—¿Te ayudo con tu bolsa? —me pregunta Nicolás y le entrego mi bolsa cuando abre la puerta para que suba al coche.