◆07◆

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Narra Argentina:

»»——⍟——««

El ruido de una puerta cerrándose me despertó, calcule que era de algún auto por el sonido tan particular que hizo, un sonido casi inconfundible.

Suspire algo frustrado mientras acomodaba bien mi venda Chueca la cual seguramente quedo así mientras dormía, a medida que lo hacia intentaba ordenar todos mis pensamientos de como llegue hasta acá o al menos aclarar algunos recuerdos previos a eso.

—Parece que ya estás despierto, dormiste bien?

La voz profunda y suave de Canadá me hizo aliviar un poco y casi sacarme una sonrisa sin razón aparente. Debía admitirlo, su voz atractiva siempre fue un imán para atraer a cualquier país además de su increíble  personalidad, no era alguien que pasará de ser Percibido con facilidad.

—Si, aunque mi cuello duele un poco. -Mencione, mientras acariciaba este intentando aliviar ese dolor temporal.

—Bueno no es tan cómodo dormir en un auto, pero no quería despertarte así que no tuve opción.

Sentí su mano apoyarse sobre la mía, estaba fría casi helada diría yo, algo que sin duda confirmó lo que decían sobre el clima en su territorio.

—Si no te molesta voy a cargar te hasta la entrada de mi Cabaña así no te lastimas por el camino, este esta bastante congelado y lleno de ramas.

Asentí con mi cabeza dándole una respuesta afirmativa, por un momento me olvide de ese detalle, no quería complicar más a Canadá pero tampoco sabía cómo decirle que debajo de esta venda podía ver, no mucho pero si lo suficiente para manejarme solo.

—Bien, vamos.

Con cuidado me bajo del auto  cargando me  todo el camino hasta la puerta, por ese período de tiempo note la distancia que había desde el auto a la entrada de su casa, eso me pareció raro ya que ¿no debería estar ahí no más su auto? Quiero decir, quien estaciona tan lejos.
Al bajarme y escuchar como introdujo la llave en la cerradura  mi pequeña duda se convirtió en una pregunta que salió por si sola.

—¿piensas salir nuevamente? -dije sin pensar, al reaccionar luego de segundos me di cuenta de mi imprudencia, pero cuando quería pedir perdón por ser metiche Canadá contesto.

—Si, debo ir por algunas cosas a la ciudad, por lo que noto eres bastante curioso.

Río con una voz suave y casi dulce que sin duda me hizo apenar aun más sobre mi pregunta de mama o pareja controladora.

—No te preocupes Arge, no me demorare mucho.

Tomó mi mano y me guió hasta entrar en la casa deteniendo de pronto nuestros pasos.

—No creo que sea tan seguro para ti el dormir arriba, quizás pueda aregla-

—Esta bien, yo ya tengo práctica con esto sólo necesito algo con lo cual me pueda guiar.

—¿Seguro? No quisiera que te caigas y lastimes, en verdad no me molestaría armar una pieza para ti.

—Estaré bien Can, solo enseñarme el camino hacia la habitación.

Sentía como dudaba de si era una buena idea y no lo culpaba, seguramente no estaba acostumbrado a cuidar a alguien así, ademas me lo confirmó al sentir como suspiro dejando en claro que no estaba convencido del todo.

—bien, son 7 escalones así que pisa con cuidado.

Una de sus mano fue a mi cintura y la otra tomó la mía apoyando esta en la barra para que me sostuviera.

♣︎Detrás de la venda♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora