◆08◆

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narra argentina:

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Mi corazón se detuvo por unos segundos, no me había percatado del tiempo ni siquiera me había dado cuenta de lo rápido que este paso.  corrí nuevamente hacia las escaleras escuchando el ruido de la puerta de su auto cerrarse lo que claramente acelero mi pulso, lo ultimo que quería era que este me percibiera como un mentiroso o aun peor que me ganara su desprecio lo cual seria terrible teniendo a otros países odiándome en ese momento, no quería que él fuera uno mas de ellos.

-Mierda, mierda. -Al llegar a mi habitación cerré mi puerta y me puse rápidamente la venda acostándome en la cama sintiendo mi corazón casi salirse de mi pecho. -¿Dios me eschas? se que no te hablo mucho pero favor que no se haya dado cuenta, juro no ser tan chismoso si me ayudas con esto. 

-ARGENTINA ESTOY EN CASA!! 

La voz de Canadá se hizo presente desde la planta baja sacando un suspiro de mis labios ya que supe de inmediato que no me vio. 

-... no vuelvo a hacer algo así en mi vida. -tape mi cara intentando tranquilizarme, había sido mucho tiempo desde que experimente algo parecido lo cual casi me hace infartar me.

 -tape mi cara intentando tranquilizarme, había sido mucho tiempo desde que experimente algo parecido lo cual casi me hace infartar me

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narrador omnisciente:

Canadá abrió la puerta entrando a la casa e informando al argentino que ya había llegado. A pasos lentos camino hasta las escaleras con intención de ir hacia el primer piso pero antes de subir se detuvo bruscamente  bajando su mirada observando  fijamente el suelo.

-mh... -Miro nuevamente hacia arriba yendo a ver al argentino, al llegar tocó la puerta esperando que este le permitirá ingresar, lo cual hizo luego de escuchar un "pasé."

—¿Te aburriste?  Tarde demasiado lo siento. —Camino hacía él sentándose a un costado de la cama y observando lo fíjense.

—No, yo realmente pensé que la ciudad se encontraba más lejos. —Argentina estaba acostado boca arriba "mirando" Hacia la dirección donde la voz de Canadá provenía, sintiendo pequeñas caricias en su cabeza.

—No, esta tan sólo a unos 20 minutos. —Su dedo se en rollo en un pequeño rulo rubio que tenía el latino, sin duda poseía un cabello hermoso. —¿Tu cabeza esta fría, acaso saliste?

Esa pregunta congeló al argentino, quien por un momento pensó que este se había dando cuenta, aun así no se rindió y prefirió sacar sus dones de chamuyero.

—N-no, solo me asome a la ventana un momento para sentir el aire fresco ¿por qué?
—respondió, rezando que no haga preguntas o especule aún más sobre la respuesta.

—Nada, seguramente fue mi imaginación... ¿Quieres ir abajo? Puedo prepararte algo para beber, debes tener sed.

—Si, esta bien.

—De acuerdo, ven. —Tomó su mano fría y lo ayudó a levantarse de aquella cama para así llevarlo a la planta baja. —Te compre un bastón, creo que lo necesitas, no? ya que perdiste el tuyo.

—Si, muchas gracias. —Sonrió sintiendo como este lo sentó en lo que él suponía que era un sillón.

—Espera aquí iré por el chocolate caliente. —Camino hacia la cocina escuchando pequeños golpes cerca de ahí, al llegar hacia el origen de este noto la puerta trasera semi abierta. —Debería cerrar la mejor la próxima.
—Trabó la puerta y comenzó a preparar la bebida para ambos mientras tarareaba una canción en francés.

Argentina jugaba con sus dedos aburrido y sintiéndose sumamente inútil por no poder ayudar al contrario, sin duda odiaba depender de los demás pero él mismo se había ganado eso al no decirle la verdad al canadiense, lo que claramente se arrepentía.

—Acá está. —Dejó la taza en manos del contrario con sumo cuidado de que este no se quemara.

—Gracias. —Le sonrió amable por la preocupación extra que tenía el contrario hacia él.

—Tu venda... Esta desacomodada, déjame ayuda-

—No! Es-esta bien así, no hace falta que lo hagas. —Dijo con su voz algo alterada lo cual sorprendió al contrario por esa reacción.

Detestaba que alguien tocará la venda o incluso se acercara a ella, sentía que se lo quitarían y sin duda odiaba lo que había debajo de ella.

—Lo lamento, no quería molestarte Arge.

—No te disculpes Can... Realmente no es tu culpa, yo lo siento por reaccionar así.

Rápidamente un silencio invadió el ambiente en el que ambos estaban. Ninguno tenía un tema de conversión y ambos no se conocían muy bien por lo cual era aún más difícil sacar uno.

Canadá miraba como el latino tomaba lo que preparo, no iba a negarlo, era bastante lindo e incluso mucho más pequeño de lo que recordaba. Desde lejos se notaba en el mal Estado en que Argentina se encontraba, su cuerpo lastimado y varias grietas esparcidas por su piel además de lo pálido y delgado que este era... Y no de una forma sana.

Al terminar los dos de beber dejaron la taza a un lado, Canadá fue el primero en hablar algo que asombró al latino. Era una conversación realmente trivial hasta una cierta pregunta.

—¿Chile realmente no te hizo nada verdad?

Eso desconcertó al contrario, lo último que quería era pensar en eso, pero en su tonalidad de voz se notaba cierta preocupación así que decidió responder.

—No... Solo dijo algunas cosas de nuestro pasado, no hay que que preocuparte.

—oh... Bien.

Nuevamente el silencio se presentó pero esta vez no duró mucho pues le tocó al latino hacer una pregunta.

—¿Cuántos países tuviste de compañero? Supongo que varios quieren estar con vos, bueno sos bastante popular no me extrañaría que fueran muchos.
—el canadiense se quedó en silencio un momento haciendo dudar al Argentino de su presencia. -¿Can?

—Argentina tu nariz esta sangrado.

—¿Qué? -llevo sus dedos hasta su nariz tocando debajo de esta sintiendo el líquido que caía afirmando lo que decía el contrario. Su cabeza en ese momento empezó a dar vueltas haciéndose presente  un agudo dolor. —N-no me siento... Bien. —Sus ojos se cerraron dejando caer su cuerpo en aquel sillón.

Canadá se levantó caminando hacia él y lo cargo hasta su habitación acostándole en la cama.

—Parece que no eres muy fuerte mh. —Limpió su nariz y acomodo la cabeza del argentino sobre varias almohadas. —Que descanses. —Beso su frente saliendo de aquella habitación y cerrando la puerta.

Había sido un día largo sin duda...

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💜Bay💜

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