— Mmm, yo no quiero un beso tuyo -susurré con un hilo de voz mientras apoyaba mi cabeza en su pecho.
Cerré los ojos al sentir sus caricias en mi pelo y me acaricié los brazos al sentir una pequeña corriente de aire, ni siquiera me había percatado de que no tenía camisa, y al parecer Daniel tampoco ya que cuando me observo pude ver como sus ojos se abrieron.
— Madre mía -susurró de forma baja observando mis pechos hasta que me cubrí. — será mejor que te pongas una camisa.
— ¿Me la traes? -Dije tumbándome en el sofá, todo me estaba dando vueltas.
Vi como se levanto del sofá a buscar mi camisa y me lleve las manos a la cabeza acariciando mi cabello, el mareo comenzaba a ser intenso. Solté un largo suspiro llenando mis pulmones de aire y al momento vi como Daniel me extendió la camisa la cual me puse rápidamente. Se volvió a sentar a mi lado y me pego a el con su brazo logrando que quedara acostada en su pecho.
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Al despertar sentí un fuerte dolor de cabeza, y la luz logró que cerrara mis ojos de golpe, me senté en la cama con cuidado y bostecé, al parecer había tomado más de la cuenta. Me sorprendí al ver cómo no llevaba ropa, solo la interior. Parpadeé varias veces al ver en la habitación que me encontraba y luego me extrañé al ver a Daniel dormido en el sofá del lado.
Estaba en su habitación y eso por alguna razón me agradaba.
Apreté la almohada con fuerza a la vez que aspiraba el olor, era un olor varonil que me volvía loca.
— ¿Huele rico? — susurró el adormilado, yo solo asentí y el río. — ¿Te sientes bien? Deberías ir a cambiarte, habrá una reunión ahora mismo.
Yo volví a asentir, vi como se acercó al armario y tomo un traje de vestir azul, en silencio me levante de la cama cubriéndome con la sabana y salí de esta teniendo cuidado con mi pie que aún estaba algo hinchado, caminé hacia la que era mi habitación y al entrar me apoyé en la puerta.
— Que vergüenza -susurré al imaginarme lo que pudo haber pasado cuando estaba borracha.
Me senté en la cama luego de hacerme una coleta alta, y sin pensármelo busqué ropa para darme un baño. Luego, de elegir un traje algo elegante blanco me metí a la ducha, me lave el cabello y al salir opté por hacerme unas ondas sueltas, me maquille un poco a pesar de que no me gustara llevar mucho maquillaje. Al estar lista baje al salón y me sorprendí al ver la cantidad de gente que se encontraba en este.
— Madre mía, cuanta gente -me dije a mi misma mientras intentaba controlar mi dolor de cabeza.
Al momento vi a Daniel bajar, estrecho la mano con muchos señores pero mi mirada se fijó en cuando beso la mejilla de una chica, esta era rubia, ojos grandes y un cuerpo de escándalo, y por alguna razón me molestó la cercanía que tuvo con esta.
— Mi Amor, ven aquí -me dijo este a lo cuál me acerque, colocó su mano en mi cadera y yo lo rodeé con el brazo, pues tenía que disimular que era su novia. — Está es Darían, una modelo con la cual trabajo, es la musa de casi todas mis pinturas.
— Y también su favorita -susurró esta con descaro a lo cual yo eleve una ceja.
— Oh belle dame -Escuché detrás de mi y al girarme pude ver a Antoine con una gran sonrisa en su rostro. — Que elegante femme de ménage
— Gracias Antoine -le dije con una sonrisa a pensar de que realmente no había entendido sus palabras.
Sentí como Daniel acaricio mi cintura con suavidad y pude ver como la chica con la cual había teñido problemas el primer día se posó al lado de Darían, se conocían al parecer.
— Lucía ¿Ya conociste a la nueva novia de Daniel?
— Lamentablemente tuvimos un pequeño encuentro hace unos días -dijo esta con una cara de asco.
Yo simplemente las ignore, hasta que vi como Darían agarró la mano de Daniel y lo halo hacia otra parte del salón, sin poder evitarlo mi expresión cambio y me quede esperando alguna reacción de Daniel pero el no hizo nada, solamente comenzó a conversar con ella logrando que mi sangre hirviera al ver cómo aquella chica sonreía sin parar.
¿Le está coqueteando?
Me pregunte a mi misma hasta que mi pregunta se contestó al ver cómo Darían bajo un poco su escote y a Daniel se le salieron los ojos al ver el pecho de esta. Me crucé de brazos sin apartar mi mirada de estos, me parecía una ridiculez fingir una relación para que luego el estuviera ligando con una de sus empleadas. Alucine al ver cómo este se relamió los labios y de un momento a otro los perdí de vista entre la demás gente. Se habían ido.
Me intente acercar al lugar donde estaban y no pude verlos por ninguna parte, busque por cada rincón de la casa hasta que me acerque a unos de los baños y pude escuchar algo que logro que mi coraje aumentara, sin pensármelo di un fuerte golpe en la puerta del baño y me acerque de inmediato al salón nuevamente, ojeé a un par de chicos hasta que vi a uno que me llamo la atención.
— Hola, ¿Me podrías hacer un favor? -dije de forma alta para que me escuchara.
— Claro hermosa, ¿que necesitas? -me dijo este con una sonrisa en sus labios.
— Necesito ayuda para llegar a mi habitación, me duele mucho el pie y Daniel no esta para ayudarme -dije con una pequeña sonrisa.

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MERAKI © || @skydivess
RomanceHa pasado días de ansiedad pero aún sigue teniendo una sonrisa en su rostro, la ha pasado mal pero todavía tiene esperanzas de ser feliz. Sin embargo esa esperanza se marcha cuando sus padres toman las riendas de su vida haciendo lo que quieran con...