Prefacio

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No éramos pobres, pero tampoco ricos, aún así mis padres querían de lo mejor. Estaban ansiosos por poder comer una gigante langosta junto a una gran copa de champagne en un restaurante de alta gama. Estaban desesperados por poder viajar sin tener que preocuparse, era su sueño desde que yo era una pequeña niña que no sabía lo cegados  que podían llegar a estar. Su deseo de querer mas y mas comenzó a crecer cuando yo apenas cumplí diez años, ese día todo cambió. Mi regalo no fue común, mi regalo fue una promesa "siempre vas a tener lo que desees, no importa el costo" pero jamás imagine que fuera real, nunca imagine que luego de ese día llegara la ansiedad a mi vida ya que sabia lo que me esperaba, casarme joven con alguien elegido por mis padres, y no podía quejarme pues si lo hacia me quedaría sola y mi vida si que sería un infierno, aunque ya lo era.

Con tan solo dieciséis años de edad comenzó la búsqueda de mi candidato perfecto, debía tener tres requisitos; ser millonario, venir de una familia de bien y sobre todo darme lo mejor, sin embargo yo no quería eso. Me parecía una tontería el echo de casarme con alguien desconocido sin amor de por medio. Muchos chicos estuvieron interesados en mi pero a mis padres ninguno le agradaba, cosa que agradecía porque por así decirlo podia ser libre hasta que ese hombre llegara. Era casi como una sobrecargo, solo no tenía sexo pero me enfrentaba a citas mensuales con chicos distintos. La cera, la peluquería, el laser y el maquillaje eran mis mas grandes aliados, igual que los medicamentos para la ansiedad.

Me entristecía el echo de no poder disfrutar mi vida como quisiera, pues siempre soñaba con poder salir a donde quisiera y conocer personas que me hicieran sentir bien. En esto no tenia suerte pues mis dos grandes amigas de la infancia desaparecieron dejándome un vacío impresionante; sobredosis y viajar a otro país. Ellas eran las únicas personas que lograban cambiarme el día pero lamentablemente el divorcio de los padres de Daniela logró que esta entrara en un a gran depresión provocando que probara las drogas y acabara en una sobredosis en una fiesta, así perdí a mi gran amiga sim embargo Andrea tuvo que hacer un viaje a Europa para poder estudiar lo que ella mas anhelaba y lamentablemente perdimos la comunicación aunque para ser sincera lo de Daniela me causaba aún mucho mas dolor. Desde entonces no me relacione con mas nadie y cada vez me hundía mas, a veces las personas que mas sonríen son las que mas jodidas están.

MERAKI ©  || @skydivessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora