10. Yo sólo quiero ser tuyo.

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Aviso: Éste capítulo no será narrado por ninguno de los personajes, ya que la historia debe tener diferentes puntos de vista a mi parecer.
Otra cosa, jamás en mi vida había escrito smut, deseenme suerte.
Y... Disfruten.

(I wanna be yours de arctic monkeys en multimedia. Mueran;-;)

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El cuerpo de Luke se encontraba en un fantástico ataque de euforia después de haber inhalado aquella droga.

Se sentía como si hubiese corrido un maratón, nada comparado con la marihuana.

Toda parte de su sistema trabajaba de forma prácticamente diferente, todo se había salido de control ahí. Y bueno, si bebes demasiado alcohol y después te drogas con algo tan fuerte como lo era la cocaína, es lógico que tu cuerpo termine tan jodido.

Michael había puesto al rubio sobre la cama luego de que ambos se inhalaran esa mierda que los había dejado como imbéciles, pero joder, que sensación más placentera.

Prácticamente por la mañana no recordarían ni su nombre, eso está claro.

Comenzaron con la ronda de besos endemoniadamente calientes, en donde básicamente, estaban follando por la boca.

El chico teñido colocó las largas piernas de Luke alrededor de sus caderas, y acto seguido comenzó a desabrochar sus skinny jeans como si de ello dependiera su vida.

El rubio que ahora mismo estaba jodidamente desesperado ayudó a deshacerse de sus pantalones y en un segundo, arrancó la playera de Michael.

Y pensar que era su primera vez.

Luke se sintió a punto de morir cuando esas manos del chico pasearon por todo su abdomen al quitarle la playera segundos después, ardiendo en su piel, volviéndolo loco aún cuando se trataba de un solo toque.

Ahora que cierto chico se encontraba únicamente en boxers, Michael comenzó a saborear cada parte desde su abdomen hasta el cuello de una maldita forma que pareciera estar degustando de su helado favorito.

Comenzó a succionar en la parte de la clavícula con la intención de dejar una marca extremadamente notable ante los ojos del mundo, porque, era suyo ahora ¿no?

No podía dejar de escuchar los débiles gemidos que Luke brindaba, siendo la cereza en el pastel.

Eran como el canto de los ángeles para el chico de los cabellos rojos.

Se deshizo de sus pantalones y sacó de éstos un condón que había guardado ahí hace unos días por si se presentaba la ocasión. Hace tanto que no le tocaba la suerte de tener un buen sexo...

Volvió a su lugar encima del rubio y se sentó a manera de horcajadas descubriendo un poco la parte de su entrepierna al bajar sus boxers. Colocó el condón y luego pasó sus manos sobre los muslos de Luke, introdujo una dentro de la única prenda que aún portaba y con sus dedos tocó todo lo que sus manos le permitían, provocando a aquel chico de los ojos azules y las pupilas dilatadas.

Michael sacó la ropa interior del rubio por fín.

Ahora con sus labios se encargaba de dejar besos por toda su dureza, causándole escalofríos, oleadas de placer con apenas un segundo de duración. El chico de verdes ojos introdujo el primer dedo en su entrada, y Luke sólo pudo aferrarse a las sabanas debajo de su cuerpo. Si, dolía, pero eso parecía no importarle porque estaba demasiado extasiado, y drogado.

Cuando el segundo dedo siguió, el rubio puso su mano sobre la de Michael, interrumpiendo así la "preparación".

—A la mierda con eso— pudo apenas articular aquellas palabras.

√born to die •muke•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora