Después de haber corrido durante lo que parecían años, se detuvo en una pequeña plaza cuando sus piernas ya no podían recorrer un paso más. Se sentó en una de las frías bancas, tratándo de recuperar el aliento y de ordenar cada cosa en su cabeza. No tenía idea de a donde iría, no sabía que pasaría con él si se quedaba durante toda la noche ahí. Sentía demasiada preocupación, además de haberse cansado ya de tanto llorar.
Entonces sacó su celular para hacerle una llamada a la única persona que le quedaba en el mundo y además, el único que lo apoyaría: Michael.
Rezó mentalmente porque aún tuviese crédito, si no, estaría más jodido.
Marcó el número y tan sólo espero mientras su cuerpo temblaba, pues el frío calaba hasta lo más profundo de su cuerpo.
"¿Hola? ¿Luke?" el rubio sonrió al escuchar por fín su voz en aquel abismo en el que se encontraba.
"S-sí amor" respondió casi en un susurro. "Te necesito"
"¿Qué pasó?"
"M-mis padres me corrieron de la c-casa" ahora su voz se tornó rota, pues se quebrantaba totalmente al recordar lo pasado.
"¡¿Qué?! ¿Donde éstas?" se escuchó preocupado.
"No lo sé" sollozó. "Yo... corrí sin rumbo alguno, y no sé que colonia es ésta Michael, estoy muy, muy asustado"
"No cariño, cálmate ¿sí? dime como es el lugar en donde estás"
"E-es una plaza, está frente a un restaurante, y... un semáforo, hay un cartel de una compañía de teléfonos, no lo sé" trató de darse calor con su propio brazo.
"Estaré ahí enseguida, no te muevas por ningúna razón" y colgó la llamada.
El rubio observó frente a él, en donde se encontraba dicho restaurante. Ahí por la gran ventana se podían ver un montón de personas comiendo junto a su familia, su pareja, sus amigos... y entonces se dió cuenta que su situación era la peor de todas en ese momento, estaba en la calle, esperando porque su única esperanza llegara.
Realmente no tenía ni idea de que haría, sí, Michael lo ayudaría y de eso no habían dudas, pero ¿qué podía hacer ese chico por él? No podía mantenerlo y resolverle la vida, porque la realidad es que ambos eran muy jovenes, y no estaban preparados para una vida tan difícil como esa, y menos si estaban solos.
Se preguntó más de una vez por qué la vida lo estaba jodiendo de tal forma, por qué sus padres no tuvieron la más mínima duda en sacarlo a la calle, y por qué obtienes más apoyo de un desconocido que de tu propia familia. Intentó recordar todas las cosas malas que había hecho como para recibir todo ésto, y simplemente no pudo encontrar nada.
"En primer lugar, todo ésto te sucede por ser quién eres ¿o no? Entonces odiate a tí mismo. No, no es un consejo, es una orden."
Cerró fuertemente los ojos al escuchar aquello, mientras susurraba "por favor vete" para sí mismo.
"Acostúmbrate Luke" dijo. "No planeo salír de aquí"
Algunas solitarias lágrimas salieron de sus ojos en ese momento, entonces decidió voltear a su alrededor para revisar si Michael estaba cerca, tratando de ver a través de sus empañados ojos.
Nada.
Su preocupación aumentaba a cada segundo ¿y si no llegaba? ¿y si decidía abandonarlo en ese momento?
"Al parecer te le olvidaste a alguien"
"Cállate" susurró.
La voz rió macabramente.