Capítulo 6

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La llamada entrante de un tal "Macarela" sorprendió a Nakahara Chuuya en medio de su tercera copa de vino de la noche. Frunció el ceño.

- ¿Qué demonios quieres a esta hora?

- ¿Aparte de a ti?

"Mierda, no voy a caer esta vez", se dijo tratando de enfocar la vista y despejar los efectos del vino.

- No es hora para cobrar favores, desadaptado social de mierda.

"Además con lo que he bebido, no sabría decirte que no a la cara", quiso decir, pero se mordió los labios.

- Sólo quería saber si el lugar de siempre sigue disponible.

- ¿QUÉ?

- El lugar de siempre, la pequeña habitación escondida donde ya sabes.

- ¿El cuarto extra de... mi apartamento? – dijo perplejo

- ¡Sí! Nuestro cuarto de juegos. – La sonrisa de Dazai podía sentirse vibrar en su voz.

- Ni... no pensarás que... Para... ¿¿para qué??

- Necesito un lugar tranquilo para que nuestros pequeños puedan conversar y hacer las paces.

Nakahara Chuuya estaba tan confundido que no podía articular palabra.

- ¿Me lo prestas entonces?

- No te comprendo, ¿no ibas a hablar con Akutagawa?

- Precisamente.

- ¿Y no bastó con eso?

- ¿Cuándo te he fallado, Chuuya-kun?

- Sigo sin comprenderte.

- Ok, te lo pondré en palabras sencillas, petit mafia: Akutagawa ama a Atsushi y necesita dejárselo claro.

- ¡Dazai-san, por favor...! – el débil y avergonzado lamento de Ryuu fue claramente audible.

- ¿Escucho a Akutagawa contigo?

- ¿Podemos usarlo entonces?

- Bien, bien. Pero es tarde, ya me iba a dormir.

- ¡Eres una maravillosa persona, Chuuya-kun! Ahora ábrenos, estamos afuera de tu apartamento.

- ¡MIERDA!

En una fracción de segundo el efecto del vino se había disipado por completo. Se acomodó la camisa, se dio una rápida mirada al espejo para chequear su peinado y abrió la puerta. Akutagawa estaba parado solo, manteniendo la dignidad a duras penas.

- Pasa, Akutagawa. Disculpa el desorden... Espera, ¿adónde fue Dazai?

***

Atsushi no conocía el barrio hacia donde lo había llevado el taxi que le envió Dazai Osamu junto con un enigmático mensaje de texto:

"¡ATSUSHI-KUN! HAY UN TAXI ESPERANDO POR TI ABAJO, SUBE Y NO PREGUNTES NADA. EL CONDUCTOR SABE DÓNDE NECESITA LLEVARTE".

Al llegar a un viejo complejo de edificios de ladrillo en un barrio cerca del puerto, el taxi se detuvo.

- ¡Gracias por venir, Atsushi-kun! – Dazai exclamó a modo de bienvenida.

- En realidad no me diste muchas opciones. ¿Qué hacemos aquí, Dazai?

- Sólo acompáñame. Alguien necesita hablar contigo ahora mismo.

- ¿Alguien? ¿A esta hora?

Dazai ya le llevaba la delantera entrando al edificio. Atsushi lo siguió por la escalera. A cada paso, los escalones le parecían más altos y agotadores. No era un problema de la escalera, sino su instinto de conservación advirtiéndole que lo que venía no era nada bueno. Suspiró profundo.

La nieve al sol [shin soukoku] - EN HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora