Capítulo 16

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- "Vastasyntyneen vaipat" ... ¿Cómo diantres pronuncio esto? – se preguntó mirando fijamente el paquete que había escogido, casi al azar, en el pasillo de artículos de bebé.

Nerviosa y aún sin superar del todo el jetlag, Higuchi Ichiyou se había dirigido al supermercado más cercano al apartamento que acababa de rentar en Pohjois-Haaga, un tranquilo vecindario cerca del parque central de Helsinki, Finlandia. Faltaban pocos días para que el carguero de bandera noruega que escondía a Akutagawa-senpai y Nakajima Atsushi llegara al puerto de Calcuta, en la India, desde donde debían volar hasta su nuevo hogar. Higuchi, detallista y cuidadosa al extremo, estaba a cargo de todos los preparativos necesarios para acomodar a la pareja. Con ese fin, por supuesto, había tenido que tomar la abrupta decisión de huir de la Port Mafia, dejando atrás todo lo que conocía en el mundo.

Traicionar a la organización criminal más poderosa de Yokohama, y huir de Japón, quizás para siempre, parecían acciones imposibles de lograr. Sin embargo, Higuchi estaba determinada a hacer lo que fuera necesario para proteger a Akutagawa-senpai. Era una promesa que se había hecho a sí misma, incluso sabiendo que su devoción nunca sería correspondida. Las palabras de Gin en aquella conversación aún resonaban en su cerebro.

"No podemos hacer esto sin ti, Higuchi-san. Eres la única persona de la Port Mafia a la que puedo recurrir, porque sé cuánto te importa la vida de mi hermano."

- Gin-san... – susurró para sí misma revisando paquetes de pañales – Jamás podría dejar a Akutagawa-senpai solo. Pero créeme que nunca pensé estar comprando pañales para el bebé que tendría, y mucho menos con... ¡Jinko!

Al decirlo en voz alta, sonaba incluso más descabellado. Rió suavemente y sacudió su cabeza.

- ¿Buscas algo? – Una voz hablando en inglés la sorprendió.

- ¿Oh? – se volteó y notó que quien le dirigía la palabra era un hombre joven y alto, sonriéndole amablemente con una cesta del supermercado en la mano.

. Pregunto si quieres que te ayude a buscar algo.

- Perdón, sólo hablaba conmigo misma. – replicó en su correcto inglés, sonrojándose levemente.

- ¿Nueva en el vecindario?

- Oh... sí, acabo de llegar.

- ¿Tu bebé es muy pequeño? Esos son pañales de recién nacido, eso significa "vastasyntyneen".

- No ha nacido aún. Es decir, ¡no es mío! Es para el bebé de un amigo.

- ¡Ah! Bien, bien. Entonces "vastasyntyneen vaipat" serán un buen regalo. – replicó sonriendo.

Higuchi no pudo evitar sonreírle de vuelta. El hombre no sólo era amable, sino también bastante apuesto. Su tez clara y grandes ojos color avellana contrastaban muy bien con su oscuro cabello, largo hasta los hombros y algo desordenado. Vestía un desgastado par de jeans y una chaqueta negra informal sobre una camiseta con el logo de alguna banda, desconocida para ella.

- Me llamo Leevi. Leevi Saarinen. – extendió su mano a modo de presentación. Higuchi la estrechó rápida y nerviosamente.

- Higuchi... Ichiyou Higuchi. – recordó que en ese lado del mundo era costumbre poner primero el nombre de pila que el apellido.

- Qué lindo nombre, Ichiyou.

- Oh... ¡gracias! Y gracias por la ayuda, llevaré algunos de éstos. ¡Con permiso!

Se alejó rápidamente por el pasillo de los pañales, intentando que el amable extraño no notara su sonrojo de colegiala.

***

La nieve al sol [shin soukoku] - EN HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora