- "Vastasyntyneen vaipat" ... ¿Cómo diantres pronuncio esto? – se preguntó mirando fijamente el paquete que había escogido, casi al azar, en el pasillo de artículos de bebé.
Nerviosa y aún sin superar del todo el jetlag, Higuchi Ichiyou se había dirigido al supermercado más cercano al apartamento que acababa de rentar en Pohjois-Haaga, un tranquilo vecindario cerca del parque central de Helsinki, Finlandia. Faltaban pocos días para que el carguero de bandera noruega que escondía a Akutagawa-senpai y Nakajima Atsushi llegara al puerto de Calcuta, en la India, desde donde debían volar hasta su nuevo hogar. Higuchi, detallista y cuidadosa al extremo, estaba a cargo de todos los preparativos necesarios para acomodar a la pareja. Con ese fin, por supuesto, había tenido que tomar la abrupta decisión de huir de la Port Mafia, dejando atrás todo lo que conocía en el mundo.
Traicionar a la organización criminal más poderosa de Yokohama, y huir de Japón, quizás para siempre, parecían acciones imposibles de lograr. Sin embargo, Higuchi estaba determinada a hacer lo que fuera necesario para proteger a Akutagawa-senpai. Era una promesa que se había hecho a sí misma, incluso sabiendo que su devoción nunca sería correspondida. Las palabras de Gin en aquella conversación aún resonaban en su cerebro.
"No podemos hacer esto sin ti, Higuchi-san. Eres la única persona de la Port Mafia a la que puedo recurrir, porque sé cuánto te importa la vida de mi hermano."
- Gin-san... – susurró para sí misma revisando paquetes de pañales – Jamás podría dejar a Akutagawa-senpai solo. Pero créeme que nunca pensé estar comprando pañales para el bebé que tendría, y mucho menos con... ¡Jinko!
Al decirlo en voz alta, sonaba incluso más descabellado. Rió suavemente y sacudió su cabeza.
- ¿Buscas algo? – Una voz hablando en inglés la sorprendió.
- ¿Oh? – se volteó y notó que quien le dirigía la palabra era un hombre joven y alto, sonriéndole amablemente con una cesta del supermercado en la mano.
. Pregunto si quieres que te ayude a buscar algo.
- Perdón, sólo hablaba conmigo misma. – replicó en su correcto inglés, sonrojándose levemente.
- ¿Nueva en el vecindario?
- Oh... sí, acabo de llegar.
- ¿Tu bebé es muy pequeño? Esos son pañales de recién nacido, eso significa "vastasyntyneen".
- No ha nacido aún. Es decir, ¡no es mío! Es para el bebé de un amigo.
- ¡Ah! Bien, bien. Entonces "vastasyntyneen vaipat" serán un buen regalo. – replicó sonriendo.
Higuchi no pudo evitar sonreírle de vuelta. El hombre no sólo era amable, sino también bastante apuesto. Su tez clara y grandes ojos color avellana contrastaban muy bien con su oscuro cabello, largo hasta los hombros y algo desordenado. Vestía un desgastado par de jeans y una chaqueta negra informal sobre una camiseta con el logo de alguna banda, desconocida para ella.
- Me llamo Leevi. Leevi Saarinen. – extendió su mano a modo de presentación. Higuchi la estrechó rápida y nerviosamente.
- Higuchi... Ichiyou Higuchi. – recordó que en ese lado del mundo era costumbre poner primero el nombre de pila que el apellido.
- Qué lindo nombre, Ichiyou.
- Oh... ¡gracias! Y gracias por la ayuda, llevaré algunos de éstos. ¡Con permiso!
Se alejó rápidamente por el pasillo de los pañales, intentando que el amable extraño no notara su sonrojo de colegiala.
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La nieve al sol [shin soukoku] - EN HIATUS
FanficTras su forzoso compañerismo en batalla, Atsushi y Akutagawa desarrollan una conexión que va mucho más allá de la simple colaboración en combate. ¿Podrá la dulzura de Atsushi sanar las profundas heridas del corazón de su compañero? Fanfic 18+ basado...