Era la primera vez que Yin Tao iba a dormir con sus padres, se sintió especialmente feliz. Después de arrastrar a Rong Yi a su habitación, corrió hacia la cabecera de la cama y se esforzó por subirse a la cama que era tan alta como su pecho. Luego sacó su almohada y su manta de su brazalete de almacenamiento y las colocó junto a la almohada de Yin Jinye.
Rong Yi miró al niño, cuyos ojos brillaban con fuerza, incapaz de negarse a él pase lo que pase. Giró la cabeza y miró a Yin Jinye, pidiéndole que rechazara al niño travieso.
Yin Jinye miró al sonriente niño, que era aún más deslumbrante que el sol, y se sentó, continuando a limpiar sus herramientas mágicas.
Rong Yi lo miró con odio porque quería que se negara, no porque quisiera que aceptara que se quedaran.
"¡Papi, ven rápido! ¡Papi, ven rápido! Papi, ven rápido". Yin Tao se revolvió alegremente en la cama y llamó a Rong Yi para que se acercara.
Rong Yi abrió la boca, pero al final no dijo nada en señal de rechazo. Pensó que si sólo estaba durmiendo en la misma cama con un niño y otro hombre, no habría mayor problema. Además, el dueño de la habitación ya había aceptado.
Se dirigió a la cabecera de la cama y Yin Tao se arrojó alegremente a sus brazos. "Papi me va a contar un cuento, papi me va a contar un cuento".
El rabillo de los ojos de Rong Yi se crispó. "Será mejor que vuelva a mi habitación a dormir".
Dios debía saber que odiaba a los niños y le envió uno para atormentarlo.
"Papi, no te vayas". Yin Tao tiró con fuerza de sus mangas, negándose a dejarle marchar. En sus ojos había ansiedad y también expectación.
Rong Yi preguntó: "Entonces, ¿todavía quieres escuchar cuentos?".
Yin Tao asintió: "Sí".
Rong Yi, "..."
"Papá, métete en la cama". Yin Tao le tiró de las mangas y lo arrastró a la cama.
Rong Yi se sentó entonces, con uno de sus pies apoyado en la cabecera.
Como si tuviera miedo de que se fuera, Yin Tao tiró inmediatamente de sus zapatos.
Al ver que se esforzaba tanto, Rong Yi se ablandó y se quitó los zapatos para ir a la cama.
Yin Tao se acostó felizmente encima de él. "Papi, cuéntame un cuento".
Rong Yi puso los ojos en blanco, ¿cómo iba a contarle un cuento? ¿Debía contarle los cuentos de su mundo? Sin embargo, sólo oía de vez en cuando al Segundo Hermano contar algunas pequeñas historias a sus hermanos y no conocía el contenido completo.
"Padre, cuéntame rápido".
Preguntó Rong Yi con impotencia: "¿Por qué quieres escucharlo antes de ir a la cama?"
Yin Tao utilizó un tono envidioso y dijo: "Al Hermano Mayor, sus padres ya les han contado muchas historias, yo también quiero oír una de papi".
Rong Yi vio que este niño realmente carecía de amor paternal, y no pudo evitar frotarse la frente, pensando durante un rato: "Hablando de eso, solía haber un niño, que tenia hermanos mayores y a todos sus Hermanos Mayores les gustaba escuchar a sus padres contar muchos cuentos. De repente, un día, los padres de sus mayores desaparecieron".
Yin Tao preguntó con curiosidad: "¿Por qué desaparecieron?"
"Porque a sus mayores les encantaba escuchar a sus padres contarles hsitorias y no dormían en absoluto. Dios se los llevó y no les dejó volver".
Yin Tao abrazó ansiosamente a Rong Yi y dijo: "No quiero separarme de papi, no quiero separarme de papi. Padre, no vuelvo a hablar de cuentos".
Rong Yi se rió, un niño pequeño era demasiado crédulo.
Yin Jinye, que estaba limpiando sus herramientas, se burló. Pensó que Rong Yi iba a contar una buena historia.
Rong Yi le lanzó una mirada, y luego le dijo a Yin Tao: "Si te contara historias me podrían llevar, pero a tu padre no se lo llevarían, así que vamos a escuchar sus libros, ¿de acuerdo?".
Yin Tao se rió alegremente: "De acuerdo".
Yin Jinye, "..."
Rong Yi no esperaba que Yin Jinye tomara la iniciativa y se acercara, así que bajó a sacarlos él mismo: "No lo limpies, cuanto más se limpia la herramienta mágica, más débil será su poder. Normalmente, no podrías descubrirlo, pero hasta cierto punto, descubrirás que tu herramienta mágica no es tan efectiva como antes".
Yin Jinye entrecerró los ojos, su equipo espiritual no era tan competente como en el pasado. Siempre había pensado que se debía a que utilizaba demasiados objetos, pero el Refinador no le encontró ningún problema. ¿Podría ser que fuera como lo que dijo Rong Yi, que cuanto más limpiaba, peor era?
Rong Yi lo empujó a un lado de la cama. Yin Tao dijo con alegría: "Padre, cuéntame una historia".
Yin Jinye dijo con voz tranquila: "No es temprano, vamos a dormir".
Eran sólo unas breves palabras, pero estaban llenas de majestuosidad. Yin Tao contestó obedientemente y levantó la manta para dormir.
"Eh". Rong Yi miró sombríamente al niño travieso. Si hubiera sabido que su padre lo despediría con unas pocas palabras, lo habría dejado ir.
"Tú también duerme". Yin Jinye empujó a Rong Yi.
Rong Yi preguntó: "¿De verdad quieres que duerma aquí?"
"Sí".
Rong Yi se acostó con dudas.
Yin Tao abrazó inmediatamente a Rong Yi. "Es muy bueno poder dormir con papi".
Rong Yi le dio una palmadita en la espalda y cerró los ojos. Hoy se había sobrecargado dándole un encantamiento dos veces, así que estaba realmente cansado.
Yin Jinye recogió el artefacto, lo miró de nuevo, torció el centro de sus cejas y decidió no limpiarlo más. Devolvió el artefacto al anillo de almacenamiento, y entonces oyó que Rong Yi y el niño respiraban de forma uniforme.
Los miró, su mirada recorrió el rostro del niño antes de posarse en Rong Yi. Este joven no se parecía a la persona que otros describían como una mujer a la que le gustaba disfrazarse.
Antes de venir aquí, había pensado que sólo eran personas comunes y corrientes, o incluso que podrían ser extraños para siempre, pero ahora, esperaba con ansias su futuro.
Justo cuando Yin Jinye estaba a punto de retirar su mirada, se dio cuenta de repente de que el Espíritu Qi circundante había entrado en el cuerpo de Rong Yi. Si no fuera por su elevado cultivo, no se habría dado cuenta.
Frunció los labios: "Realmente puede absorber energía espiritual para cultivar después de quedarse dormido. Interesante".
Esto era algo que nadie más podía hacer.
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