ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴇɴ ᴜɴ ʟᴀʀɢᴏ ᴠɪᴀᴊᴇ 《ᏢᎪᎡͲᎬ 1》

CAPÍTULO 84 - QUITARSE LOS PANTALONES Y ORINAR

Cuando Rong Yi escuchó que irían a la tumba, se sintió como un perro pequeño al ver los huesos.

En el pasado, cuando la Familia Rong había cavado una gran tumba o encontrado un Reino Secreto, sólo los cultivadores con Etapa Divina o superior podían entrar. Los otros juniors hacían guardia fuera de la puerta, o se enteraban de cómo los ancianos rompían las trampas para encontrar los materiales por grabaciones de vídeo. Así, incluso después de vivir más de veinte años, sólo había entrado en tumbas pequeñas.

Yin Tao pensó que había algo divertido, y sus ojos se iluminaron.

Yin Jinye, que estaba siendo observado por padre e hijo, desvió la mirada en silencio. Ni siquiera necesitó preguntar, porque las palabras "Quiero ir, quiero ir, quiero ir" podían verse en sus rostros.

Xinghe se tapó la boca y soltó una risita. Como era de esperar de padre e hijo, ambos tenían la misma expresión en sus rostros.

Yin Jinye le dijo a Xinghe: "Ve a organizar algo. Nos pondremos en marcha cuando tanto el padre como el hijo estén dormidos".

Xinghe sonrió y respondió: "Sí".

Rong Yi agarró inmediatamente la mano de Yin Jinye: "Papi, yo también quiero ir".

Yin Tao se subió rápidamente a la silla junto a Yin Jinye y agarró la otra mano de éste: "Padre, yo también quiero ir".

Rong Yi le preguntó: "¿Tú también quieres ir? ¿Sabes a dónde vamos? "

Yin Tao dijo alegremente: "Vamos a jugar".

"Tú sólo sabes jugar". Rong Yi le pellizcó la barbilla: "El lugar al que vamos es demasiado peligroso, no puedes ir".

Yin Jinye lo miró y dijo: "¿Aún vas a ir aunque sabes que es peligroso?".

"Contigo protegiéndome, no hay necesidad de tener miedo".

Yin Tao asintió con la cabeza: "Con padre protegiéndonos, no tenemos miedo".

Yin Jinye, "..."

Rong Yi le dijo a Yin Tao: "Sé bueno y quédate en casa, te traeremos cosas divertidas para que juegues".

Los ojos de Yin Tao se iluminaron: "¿Qué cosas divertidas?"

"Sé bueno y espéranos en casa".

Yin Tao asintió.

Rong Yi miró a Yin Jinye: "Papi, sé que la tumba es peligrosa, hay muchas trampas que te impedirán encontrar la Flor de Quanyin, así que no te preocupes, sólo caminaré por las afueras de la tumba contigo, definitivamente no entraré en la tumba, y no seré tan estúpido como para entrar solo". Él todavía valoraba mucho su vida y no haría lo que quisiera.

Yin Jinye lo miró a los ojos, considerando la autenticidad de sus palabras.

Rong Yi continuó: "Además, tu Hermano Mayor Qi Lan sigue aquí. Si te vas, ¿qué pasa si quiere hacerme daño? ¿Cómo podría yo, un hombre indefenso sin poder, derrotarlo?"

Yin Jinye dijo con indiferencia: "Él fue casi lisiado por ti, ¿cómo puede encontrar problemas contigo?"

"No, no podría, pero tiene gente. Después de que te vayas, es muy probable que envíe a su gente a ocuparse de mí. Además, también es bueno para mí ir contigo, así tal vez pueda ayudarte también. He leído cientos de miles de libros, y si encuentras dificultades en la tumba, tal vez pueda darte algún consejo".

Xinghe asintió. "Eso es factible".

Yin Jinye miró fijamente a Xinghe. Xinghe cerró inmediatamente la boca y no dijo nada más.