Cuando Rong Yi y Bai Yunchen llegaron al Patio Central, uno de ellos no podía caminar por su gran barriga y el otro iba más despacio porque tenía que caminar a la par.
Los dos no hablaron. El viento de verano hacía crujir los árboles del patio.
"Eh, el Hermano Mayor del joven maestro está aquí de nuevo". Dijo un sirviente cercano.
Otro sirviente respondió: "¿Y qué si está aquí? Ahora que el señor está en la mansión, no teme que otros se lleven al joven maestro".
"Sí, lo mire como lo mire, el señor de nuestra familia es más encantador". "Si el maestro no tuviera ningún encanto, el joven maestro no se habría quedado en la habitación del maestro la segunda noche después de su regreso."
Bai Yunchen miró a los sirvientes a su alrededor.
La comisura de la boca de Rong Yi se crispó, y se volvió hacia los sirvientes y dijo mientras apretaba los dientes: "¿No pueden sus 'susurros' ser más silenciosos?"
Maldita sea.
Gritaron muy fuerte, temiendo que los demás no supieran que lo decían intencionadamente para que Bai Yunchen lo oyera.
Los sirvientes soltaron una risa hueca y continuaron con su trabajo.
Rong Yi se dio la vuelta y le dijo a Bai Yunchen mientras señalaba el pabellón de la montaña falsa que tenían delante: "Hermano mayor, allí hay menos gente, vamos a tomar asiento allí".
"Sí".
Al llegar al pabellón, Bai Yunchen estaba seguro de que no había nadie alrededor e inmediatamente preguntó: "¿Quién eres?"
Rong Yi parpadeó mirando a Bai Yunchen: "Hermano mayor, ¿has perdido la cabeza?".
Aunque Bai Yunchen descubriera que no era su hermano menor, tampoco había planeado contarle todo a un extraño.
"El pequeño Yi tiene una personalidad amable y habla con suavidad. Cuando se ríe, también es muy reservado y tímido. Nunca me miraría a los ojos como tú".
"La gente cambia".
"Aunque cambiara, no lo haría tanto en tan poco tiempo".
Rong Yi se rió y dijo: "Algunas personas se convierten en demonios en una noche, pasando de ser una persona benévola a una malvada. ¿Cómo puedes explicar esto? Además, me estimuló mucho saber que alguien que me gustaba se casaría con otra persona, e incluso recibí una invitación de esa persona. Ha, me alegro de no haberme convertido en un lunático."
Bai Yunchen, "... "
De hecho, hubo algunas personas que se convirtieron en un demonio de la noche a la mañana, y desde entonces, dejaron el camino correcto y caminaron por el camino sin retorno. ¿Y la persona que tenían delante se había convertido realmente en una persona completamente diferente debido a la estimulación?
Bai Yunchen no estaba seguro, pero una cosa era cierta, si esta persona estaba realmente poseída, la gente de la Mansión Yin definitivamente no se quedaría de brazos cruzados.
"Ya no soy un mariquita, y ya no seré intimidado por otros, asi que no te preocupes. Oh sí, escuché de una hermana mayor antes de ayer que te casaste con alguien de la Secta Tai Yuan por mi culpa, y también fue por eso que te uniste a la Secta Tai Yuan. ¿Es verdad?"
"Es cierto". Bai Yunchen dijo con calma: "Pero creo que ya no necesito casarme con nadie de la Secta Tai Yuan".
"¿Por qué?"
Bai Yunchen no respondió, sino que sacó unas pequeñas cosas del anillo de almacenamiento. "Son los juguetes que traje para Tao Er del Continente del Valle Medio".
Rong Yi le sonrió alegremente. "Gracias, Hermano Mayor".
Hacía mucho tiempo que Bai Yunchen no veía a Rong Yi reír así. No pudo evitar sonreír: "Si te intimidad aquí, tienes que decírmelo, no te sientas agraviado. Si no disfrutas de la vida, puedo llevarte cuando quieras".
Preguntó Rong Yi: "No fui feliz en el pasado, ¿por qué no me llevaste lejos?"
Bai Yunchen frunció el ceño pero no dijo nada.
Al ver que tenía algo que decir, Rong Yi no continuó con la línea de preguntas. Después de todo, él no era el propietario original, así que no importaba si lo sabía o no.
En ese momento, una voz llegó desde la puerta que daba al patio trasero: "Maestro, el carruaje está listo".
Cuando Rong Yi escuchó esto, se levantó rápidamente y caminó hacia el lado del pabellón. Cuando vio la figura de Yin Jinye, sus ojos se iluminaron e inmediatamente agitó las manos: "Papi, papi ".
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