ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴇɴ ᴜɴ ʟᴀʀɢᴏ ᴠɪᴀᴊᴇ 《ᏢᎪᎡͲᎬ 1》

CAPÍTULO 61 - LABIOS SUAVES

La Secta Jiuxu estaba asentada en una montaña detrás de la Ciudad Mar de la Montaña.

Mirando hacia arriba, se veía que era una existencia misteriosa rodeada de nubes blancas y niebla.

La gente al pie de la montaña no podía ver su majestuosidad y grandeza.

Rong Yi abrió la cortina con curiosidad, y bajo sus pies había montañas onduladas de color azul. Eran extremadamente hermosas, como las olas del océano, que se extendían sin fin hasta los confines del cielo.

Muchos cultivadores pasaron volando por delante del carruaje, algunos de ellos llevaban las túnicas de la Secta Jiuxu, otros llevaban las ropas de otras sectas, y todos estaban discutiendo sobre el cultivo, o comparando notas sobre qué secta era más fuerte, y sin darse cuenta, todos llegaron a la entrada de la Secta Jiuxu.

Bu Qi detuvo el carruaje en una esquina, "Maestro, estamos aquí".

"Todos somos discípulos de la Secta Jiuxu, ¿no es inapropiado que me llames maestro?". Rong Yi habló mientras salía.

Yin Jinye le llamó: "Espera".

Rong Yi se giró y preguntó: "¿Qué pasa?".

Yin Jinye tomó el colgante de jade de su cintura: "Póntelo".

Rong Yi sintió el Qi del colgante de jade y se rió: "Pónmelo".

Al ver que estaba embarazado, y que su brazo ni siquiera podía llegar a su otro lado, Yin JinYe se acercó a su frente y le ayudó a ponérselo en la cintura: "Si estás en peligro, puede salvarte la vida".

"Gracias". Rong Yi bajó la cabeza para mirar a Yin JinYe. Desde una posición elevada, se podía ver que las pestañas de Yin JinYe eran largas y densas.

Yin JinYe levantó la cabeza y lo miró: "Esperaremos aquí a que salgas".

"De acuerdo".

De pie fuera del carruaje, Rong Su vio que los rostros de los dos estaban extremadamente cerca. Sus ojos brillaron, y empujó contra Rong Yi que estaba de pie ligeramente.

Rong Yi, que al principio estaba parado en el carruaje con dificultad, se inclinó inestablemente hacia delante e inmediatamente besó los labios helados de Yin JinYe.

Los dos se quedaron atónitos. "Yo... no era mi intención". Rong Yi se levantó ansiosamente, golpeó su cabeza contra el techo del carruaje y con el impulso del rebote, volvió a besar a Yin JinYe, pero esta vez, fue la cara de Yin JinYe la que besó.

Levantó la vista y sonrió torpemente. "Realmente no fue intencionado".

Yin Jinye sonrió y le ayudó a bajar del carruaje.

Rong Yi miró a Rong Su con rabia.

Rong Su lo miró inocentemente: "Joven Maestro, ¿por qué me miras fijamente?"

No creas que no sé que me empujaste a propósito.

Rong Yi dijo bruscamente: "Se te está saliendo el ojo".

".."

Rong Su se frotó el rabillo del ojo: "Claro que no".

Rong Yi se dio la vuelta y se marchó con Bu Qi, escurriéndose entre la multitud.

Yin Jinye observó la espalda de Rong Yi mientras se marchaba y se tocó los labios que habían sido besados: "Es bastante suave".

Rong Yi, que estaba caminando a lo lejos, miró hacia atrás. Al ver que el carruaje ya no estaba a la vista, no pudo evitar levantar la mano para frotarse los labios y murmuró: "¿Pueden los labios de un hombre ser tan suaves?" También olió una tenue fragancia de ciruela en el rostro de Yin Jinye. Era muy agradable, a diferencia de las mujeres modernas que rociaban un espeso perfume que no sólo picaba la nariz, sino que también le hacía estornudar.